Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

La (única) rutina para una mañana productiva

A mi rutina de mañana productiva no sólo le debo los avances de mis proyectos y mis ingresos sino que os prometo que incluso es la clave de mi felicidad.

Siempre he alegado que la felicidad es el subproducto de un estilo de vida: si te gusta lo que haces/sientes en tu día a día, eres feliz.

Por si no lo sabíais el día empieza de buena mañana y son estas primeras 5-6 horas del día que hoy voy a compartir con vosotros a las que debo un montón de felicidad. No porque esa felicidad sea el objetivo, sino porque es el residuo de cómo me siento haciendo cosas por la mañana.

Fue divertido ver cómo el pasado Noviembre publiqué 4-5 episodios a la semana pero los mismos oyentes me dijisteis «Pau, cálmate que no da tiempo a digerirlo todo».

Ahora publico x2 veces a la semana como me pedisteis, pero esto no significa que haya bajado el ritmo o que vaya a hacerlo.

Para nada.

Sigo creando contenido como si no hubiera mañana. La creación de contenido de los múltiples temas que me interesan (como buen multipotencial que soy) es uno de mis propósitos y me sale de dentro levantarme de buena mañana y no hacer nada más que esto.

Como un maldito poseso.

Lo que sí hago es dejar respirar el contenido unos días antes de publicar nada. Este tiempo extra me sirve para dedicarlo a seguir trabajando en mi «agencia inversa» (…). Aunque me defino como creador de contenido desde hace cosa de 2-3 años, pero no ha sido desde los últimos 6 meses que recibo la misma pregunta: ¿cómo es posible que no me queme? Seguro que es por mi rutina diaria productiva perfectamente inmaculada.

Ya sabéis que pienso de las pseudo-rutinas perfectas de los influencers (…).

Pero hoy, en vez de c4g4rme en ellas, os explico mi marco mental y lo que hago yo a cada mañana para ser productivo desde los últimos años (casi) sin excepción (…).

Esta es la rutina perfecta.

La rutina diaria perfecta

Cuando alguien quiere ver las rutinas diarias de alguien que siguen, siempre se tiene la asunción que es el hecho de hacer cosas que hacen que esa persona tenga cierto éxito (por eso los seguimos).

Si admiramos a Elon Musk, Bezos, Peter Levels, a algún artista, a quien sea que admires, todos esperamos que estas personas hagan algo específico que los separe del resto. Acciones. Hábitos. Pero… ¿Y si no es así?

¿Y si el secreto está en vez de hacer, en no hacer ciertas acciones?

Vuelve a relucir la filosofía minimalista en todo su esplendor.

El minimalismo no sólo aplica a objetos. No es exclusivamente vestir con camisetas negras. Se aplica también a hábitos y en otros factores de la vida.

Pensemos a cuándo hago referencia a temas de salud.

No se trata sólo de añadir los alimentos más sanos, también es extraer los elementos que te impiden estar sano. Por mucho hígado que comas si no eliminas los tóxicos o las radiaciones de tu casa, ¿cómo te puedes extrañar de que no mejores tu salud?

Hacer cosas y no hacer otras son iguales de importantes tanto en la salud, como en la productividad y (qué c0ñ0) a todos los hábitos de vida en general.

Es irónico porque nos fijamos siempre en lo que «hay que hacer», en lo que hacen los demás pero qué más da: si el 99% de las personas terminan no tomando acción.

Es una paradoja porque si vas a terminar no haciendo, pues h0der, puesto a no tomar acción al menos sé vago en las cosas que no tengas que hacer:

  • No te distraigas
  • No te vayas a la cama tarde
  • No comas pan
  • No abras las redes sociales
  • No te cocines pasta
  • No sigas las rutinas matutinas perfectas de estos influencers

La realidad es que el 99% del 1% de personas que lo petan en la vida no tienen algo que tu no tengas.

Sino que… no hacen cosas que tú si haces.

Por ejemplo un deportista de élite no es que hayan tenido que desarrollar una disciplina imparable, sino que… no tienen un modo pausa, o modo descanso como lo podemos tener tu y yo en el mundo deportivo.

No es lo que tiene (lo que hace), sino lo que no tiene (lo que no hace). No tiene/hace excusas. No tiene hábitos de mierda que lo harían retroceder en su progreso, etc. Por esto:

La rutina de mañana perfecta no es la que se enfoca en tomar mucha acción, sino que es la que se centra en eliminar todas las distracciones.

Cómo crear una rutina diaria productiva

Dicho así suena todo muy simple… pero simple no significa fácil. Por esto os comparto los pasos que utilizo yo para eliminar el ruido y quedarme con lo que importa por las mañanas.

Identificar la tarea más importante

Lo primero que hago para quedarme con una rutina de mañana perfecta es priorizar, pero ojo porque priorizar significa que dos cosas no pueden ser igual de importantes.

Si dices estar trabajando en 3 tareas, o incluso 2 tareas distintas al mismo tiempo, ¿qué sucede? Pues que por mucho que tengas en la cabeza que una de estas tareas es más importante que las demás, no la estás tratando como una prioridad.

¿Cuántas veces he reiterado en este podcast el libro «The One Thing»? No lo compres porque la idea es muy básica:

La única cosa a la que te tienes que dedicar este mañana, es seguramente la que te causa más resistencia que es seguramente la que es más importante.

No es desde que te levantas por la mañana que sabes lo que tienes que hacer, es desde la noche anterior que sabes lo que tienes que hacer… y sobretodo lo que no tienes que hacer.

Si no priorizas desde la noche anterior sucederá lo que nos sucede a muchos: ni siquiera tienes ganas de hacer las tareas secundarias pero es como si tu yo interior te quisiera autosabotear para que no hicieras esa única cosa que haría que el resto del día fuera de bajada, y te pones a hacer las cosas secundarias a modo de procrastinación (porque esto es lo que es).

Si no estás haciendo esa única cosa que tienes que hacer: lo más prioritario, estás procrastinando. Es otra forma de procrastinación. Por mucho que estas otras cosas sean pequeños trabajos (analogía del cubo y las rocas).

Decir no a las demás

Ojalá lo único que necesitáramos para aplicarnos en esa única cosa fuera saber que es lo más importante y ya está. Necesitaremos desarrollar una habilidad específica que por suerte, no cuesta mucho aprender si eres consciente de tu entorno.

La habilidad más importante para no hacer hoy lo mismo que las personas top no hacen resulta que es, ni mas ni menos que aprender a decir no (#439).

Deja de buscar cosas que añadir a tu rutina. Para que tu rutina de mañana sea productiva la lista que tienes que tener no es de cosas que hacer, sino una lista de cosas que no hacer:

  • No meditar
  • No leer
  • No estirar
  • No hacer ejercicio
  • No salir a pasear
  • (…)

No estoy diciendo que estas cosas no sean buena, pero aprende a decir cuándo tocan hacerlas y cuándo no. Los influeners que te dicen que hacen todo esto para tener una mañana productiva te están engañando.

Para ellos si es una mañana productiva porque así se han podido grabar en vídeo para vendértelo y ganar pasta, pero tus actividades lucirán muy distinto. Seguramente con una única cosa en esta lista, y no un porrón de mi3rda.

Cuando no tienes ni p** idea de qué hacer con tu vida abogaría a lo contrario: haz tantas cosas como puedas porque necesitamos vivir con difusión en la mente para aprender a aprender (#448).

Entonces sí. Haz de todo y más. Necesitamos alejarnos, conectar puntos como buenos multipotenciales generalistas, y para esto necesitas tener mil inputs de tus entornos para ver las cosas en perspectiva…

Pero en el momento que tengas un camino claro, no tiene sentido distraerte con los caminos adherentes como habías hecho hasta entonces.

A efectos prácticos esto significa simplemente estar delante de una tarea y decir – no – a – todo – lo – demás.

«Pau, he rotos aguas». No, cariño. Que estoy con la tarea más importante del día (ves, aquí he fallado en prioridades).

La primera parte de identificar una prioridad es saber cuál es esa única cosa que tenemos que hacer, pero la segunda parte (donde falla la mayoría) es identificar que no debemos hacer… para no hacerlo.

Nuestras acciones demuestran lo que importa… no lo que decimos.

Puedes decir que escribir 500 líneas de código es una prioridad, pero si tus acciones dicen lo contrario (arreglando una web, escribiendo un poco, haciendo ejercicio, cambiando 1 píxel del logo, meditando…) ¿cómo tienes los huevos de decir que el código es una prioridad?

Tus acciones tienen que seguir esa prioridad: esa única cosa.

Desconéctate de las distracciones

No lo hacemos porque la mayoría asociamos subconscientemente el hecho de tener tiempo con tener la obligación de tomar la acción con lo que suceda en este espacio de tiempo.

Es el motivo por el que me eliminé las apps de Instagram, TikTok y cualquier red social. Colgamos contenido a diario pero es mi editor quien lo programa y maneja todo.

La media española ya está a 2 horas al día de estar enganchados en las redes (fuente). Es la nueva era de la televisión. Sí. Nuestras horas delante de la TV han bajado pero sólo porque hemos pasado estas horas a las redes sociales.

Y cuando digo «redes sociales» también pienso en aplicaciones de texto como Whatsapp.

Ves una nueva notificación en el móvil, y sólo porque te tome 5 segundos ver y responder no significa que tengas que hacerlo. Acordémonos de lo que decíamos hace un momento: la rutina de mañana más productiva es la que se centra en las cosas que NO haces.

Esos 5 segundos que parecen nada, te han desconectado el foco lo que ha hecho que no puedas construir el momentum, el interés compuesto de tu atención que te llevaría a deep work: un estado mental de foco que hace que tu cerebro aumente su intensidad y eficiencia en ese trabajo específico.

Los 5 segundos de procrastinación que parecen inofensivos, te están poniendo piedras en la bola de nieve que estabas intentando construir.

Despréndete de la falsa productividad

Puedes decirte que estás mirando ese mensaje porque está relacionado con el trabajo, pero es una de tantas excusas que te dices.

Es como si te pones a leer un libro. Es más: leer un libro sobre un tema relacionado con tu trabajo.

Te voy a revelar uno de los secretos más bien guardados: por mucho que este libro sea sobre un tema relacionado con tu proyecto, con tu propósito… leerlo es procrastinar.

A mí me ayuda mucho mi propia agenda, creada precisamente para procrastinar cada vez menos y ayudarme así a entrar en el bendito estado de flow.

agenda de productividad
Comprar aquí

  • Precio: 32€ aprox (sin aplicar cupón)
  • Cupón descuento: RECURSOS
  • Descripción: la única agenda de productividad del mundo que combina evidencia científica de la Teoría del Establecimiento de Metas + Psicología Positiva para asistirte en alcanzar objetivos.

Es procrastinar porque ya sabes cuál es la acción que tienes que tomar para seguir avanzando en tu proyecto, y no es leer un pu*t0 libro.

A menos que hagas reseñas de libros por YouTube, claro. Pero se entiende el concepto.

Puedes comprarte el curso de emprendimiento, de podcasting, de front-end, de escritura creativa… pero todo esto no deja de ser procrastinación. Procrastinación camuflada para hacerte sentir que estás siendo productivo pero en verdad no es lo que tendrías que estar haciendo.

Me recuerda a cuándo iba a la Biblioteca del pueblo a estudiar mi grado a distancia. Había una chica que venía, estaba allí 3 horas y miraba el móvil cada X minutos, iba al baño, salía a la terraza, cogía un snack, se iba a por un café… En su mente «hoy he estudiado 3 horas». Desde dentro todos lo vemos así, pero desde fuera no.

Si tuvieras un equipo de producción de documentales siguiéndote cada día para hacer un documental sobre tu vida, desde fuera te darías cuenta que estás procrastinando y no trabajas tanto como tú creías que trabajabas. (crédito a Joe Rogan).

Recuerda que la causa principal de los que procrastinan es… emocional.

Deja de tratar los fines de semana distinto

Por esto trato los fines de semana como si fueran días de la semana normales.

Dejé de salir de fiesta, y para nada lo hecho de menos.

Ya tuve mi periodo fiestero cuando no sabía qué hacer con mi vida (de los 16 años a los 24). Cerré esta época y ahora las aventuras que vivo son igual de emocionantes y locas, aunque con matices distintos, lógico. Están más relacionadas con mí creación de contenido y mi cuenta bancaria.

Por esto lo primero que hago cuando me levanto mientras se hace el café es mirar el dinero del día anterior. Si ha ido mal, me motivo para hacer más, y si ha ido bien… me motivo para hacer más.

Me voy a dormir cada día a la misma hora. Tengo la fecha límite a las 22:30h y la mayoría de veces estoy acostado mucho antes, pero es un despropósito para lo que quieres conseguir tratar los fines de semana distinto que los demás días.

Sólo por el hecho de irte a dormir 1-2 horas más tarde ese día pensando «es fin de semana, no pasa nada, sólo es un día», sólo con esto estamos poniendo piedras en la bola de nieve (otra vez). Estamos alterando nuestro impulso, nuestro momentum. Estás alterando tus ritmos circadianos, haciendo que tardes (como mínimo) un par o más de días en recuperar esas horas de descanso y recuperación.

Esto hace que el día siguiente te levantes hecho una mi3rda porque no has tenido suficiente fase REM (la fase cognitiva del sueño). Quizás ni siquiera lo notas y te sientes bien, pero es como los que dicen que beber café o alcohol no les afecta para dormir, tu crees que no, pero en realidad sí afecta (…).

Para mí cada día luce igual y me encante. Sea navidad, fin de año, mi cumpleaños. Vale quizás las tardes o las comidas lucirán distintas, pero mi rutina de mañana tiene siempre el mismo horario. Y no voy a disculparme por ello. ¿Cómo lucen mis mañanas?

Ejemplos de rutina matutina

  • 2 horas antes de ir a dormir: me lavo los dientes y mientras estiro durante 20 minutos escucho un podcast o miro un vídeo de YouTube. Un hábito que por fin estoy consiguiendo mantener. Dejo apuntada la cosa más importante que tengo que hacer el día siguiente, y a un lado de la liberta otra tareas que se me vayan ocurriendo por si me queda tiempo. Dejo preparada la cafetera con el café que necesitaré mañana (todo esto sin un orden específico). Me pongo a dormir antes de las 22:30.
  • Me levanto sin alarma cuando el cuerpo me lo pide. A veces es a las 4:30, a veces a las 5, a veces a las 7:30. Considero que tener alarma es una gilip0lles si trabajas para ti. Si no te levantas cuando quieres es simplemente porque vas a dormir demasiado tarde. Me olvido por completo a la hora que me levanto y me centro en los hábitos nocturnos.
  • Cuando me levanto voy al baño, meo y pongo el agua lo más helada que pueda para tirármela un par de veces a la cara.
  • Me pongo a hacer el café y mientras se calienta el agua ya estoy en el portátil mirando mi cuenta bancaria, las posiciones de algunas palabras clave y algunos emails. Mantengo siempre mis bandejas de entrada vacías. Lo que tengo más lleno es Telegram que es lo que usamos para estar en contacto con el equipo tanto de «Pau Ninja» como de los otros negocios, que también voy respondiendo mientras se hace el café.
  • Cuando el café está, cierro todas estas pestañas del portátil y me siento a crear el contenido que apunté ayer por la noche que quería crear. O a esa única tarea prioritaria del día.
  • Fin.

Rutina diaria saludable

¿Qué hay de la salud y del gimnasio? Es interesante porque si estoy en una época de máximo foco en algún lanzamiento, algún episodio o de expansión y delegación, noto como de forma orgánica mis ganas de ir a levantar pesas disminuye.

Entonces voy menos días al gimnasio pero busco ese punto mínimo para ir siguiendo haciendo progresos, aunque sea más lentamente, para tener más horas para trabajar. Además de que situar el gimnasio hacia el mediodía es perfecto para mí, porque me permite airear la mente con música y movimiento por si después tengo que meterle caña otra vez.

Eso sí: cuando el momento llega, lo más prioritario del día ya se ha hecho.

Cuando veo que puedo bajar el ritmo del gimnasio, entonces elevo el rato que paso en el gimnasio otra vez. Por esto los episodios #427 en el que hablaba de entrenar al fallo muscular para substituir al volumen de entrenamiento y así poder entrenar 45 minutos en vez de una hora y media. Porque el gimnasio deja de ser la prioridad.

Acepta que no puedes hacer el máximo de progreso con 10 frentes abiertos.

No vas a gastar tus depósitos matutinos y diarios de energía, disciplina y motivación en 10 cosas distintas porque entonces sólo avanzarás un décimo de lo que podrás avanzar en una cosa (10 veces más).

Mirad si voy a los extremos que hago coincidir mis épocas de máximo foco y dinero con comer una sola vez al día o incluso ayunar 24 horas.

Así no me tengo que preocupar de cocinar, de la carne que tengo (o no tengo) en la nevera, etc.

Piénsalo. Cafeína con cero comida en el estómago = mente y foco como un tiro.

No es sólo una división-multiplicación, también es el factor interés compuesto. La bola de nieve. Como más te puedas centrar en una cosa, más se multiplicará por ella misma. Más impulso, más momentum habrá, así que no le pongas piedras a la bolsa.

No es que haya una rutina mágica que te vaya a llevar a los éxitos que buscas con tu propósito, sino que a tu rutina le sobran cosas. Le sobran acciones. O más bien: le sobran acciones incorrectas.

  • spotify
  • apple podcast
  • youtube

Mira mis otros artículos sobre: Productividad

Conviértete en un lector premium

Si te gustan mis publicaciones abiertas, te encentará la suscripción premium con acceso a:

  • Boletín privado
  • Secciones desbloqueadas
  • Artículos cerrados

Accede inmediatamente a mi contenido cancelado por los medios sobre ideas, datos y corrientes sobre salud ancestral, estrategia de inversión, mi cartera personal, mentalidad, psicologa, impuestos y estilo de vida.

Ser lector premium

Acceder a mi cuenta

pau ninja sketch

Pau

Investigo, experimento y divulgo. Multipotencial con curiosidad intelectual "secuencial": mis pasiones e intereses van a épocas. Como una mamá pájaro, engullo información y la vomito en pedazos coherentes de contenido vía blog y podcast para otros ninjas de la vida. ISNI: 0000 0005 1425 6653

Suscríbete