Empecé a invertir en 2016, cuando me di cuenta que mi negocio de SEO había rellenado las arcas de mi empresa búlgara.
Una sociedad limitada que había abierto para no pagar impuestos en España.
Seguramente fue el hecho de no tener que pagar más de un 5% en impuestos lo que me había ayudado a ahorrar +50.000€ en cuestión de 1 año.
Sólo llevaba 1 año que había dejado el almacén donde cobraba 700€ al mes mientras estudiaba.
Antes de esto durante toda mi vida «sólo» había llegado a acumular un máximo de 12.000€, lo que tiene un mérito aún más tremendo teniendo en cuenta que cobraba lo que cobraba levantando cajas.
Con parte de este dinero cumplí el único sueño que tenía para aquel entonces: irme a vivir a Canadá para aprender inglés.
Una experiencia de vida que seguramente fue la principal razón por la que empecé mi negocio online. Para poder seguir viviendo así. En inglés y por el mundo.
Un año más tarde, cuando fui consciente del montón de pasta que había en mi cuenta de empresa, me vino una ráfaga de ansiedad de querer preservarlo con el tiempo.
Cuando nunca has tenido dinero, la relación que tienes con él, es que se te va a escapar en cualquier momento.
Por esto empecé a buscar las mejores formas de invertir para el largo plazo, porque de nuevo, mi vida minimalista me ha hecho vivir con menos y en aquel entonces ya sabía que no iba a necesitar este dinero hasta décadas vista.
Cuando quisiera comprarme un castillo y un triciclo.
Quien me iba a decir a mí que unos meses más tarde… habría perdido 20.000 de esos 50.000 euros…
Y quien me iba a decir a mí que ahora, años más tardes hubiera estado agradecido de que me sucediera.
Esta experiencia, con otras más que os contaré, son las que han moldeado tanto la psicología, como las estrategias que sigo y que voy compartiendo con vosotros.
O quizás sólo es mi mentalidad positiva, porque esto no saca que fueran lecciones muy costosas.
No sólo económicamente sino también emocionalmente.
Quizás hasta de salud.
Esto dice un estudio que recolectó datos de casi 10.000 adultos durante 50 años de su vida para concluir que aquellos que perdían parte de sus ahorros tenían un 50% de posibilidades de morir en los próximos 20 años.1Association of a Negative Wealth Shock With All-Cause Mortality in Middle-aged and Older Adults in the United States. Lindsay R. Pool,; Sarah A. Burgard; Belinda L. Needham. JAMA. 2018;319(13):1341-1350. doi:10.1001/jama.2018.2055
Sé que «perder parte de los ahorros» suena ambiguo, pero los investigadores lo clasificaron como perder al menos el 75% del patrimonio durante 2 años.
O sea que me quedé muy cerca con esa primera experiencia de inversión.
¿Fue mi estrategia de inversión de ese fatídico 2016? ¿O fue un cisne negro? ¿O quizás fueron ambas?
Eventos como grandes recesiones o cisnes negros económicos pueden ocurrir, pero no hay más hijo-de-p*** que la psicología humana.
Por esto hay que separar «aprender» de «tener sabiduría».
Son esas experiencias personales que me han vuelto más sabido haciendo que esté tan tranquilo sin diversificar inversiones: teniendo el 100% de mi patrimonio en Bitcoin (#412).
Es la sabiduría (juntar teoría esotérica con experiencia real, física) lo que me ha llevado a concluir lo que va mejor para mí.
Un ejemplo es aprender sobre la teoría del oro y construir la opinión de que invertir en oro físico es buena idea… en teoría.
Cuando lo vives, cuando lo tienes en las manos y tienes que venderlo o salvaguardarlo de ladrones, el paradigma cambia completamente y lo que creías que pensabas choca con lo que piensas de verdad en esa situación auténtica.
Eso es lo que me sucedió a mí y hoy, junto con otras lecciones comparto con vosotros momentos en los que perdí dinero que me hicieron moldear mi estrategia personal.
Mis formas favoritas de perder dinero
Hay una cosa que siempre he tenido clara, y es que cuanto más dinero hagas, más posibilidades de multiplicarlo.
Bueno… es la naturaleza de cualquier inversión.
A cambio de un riesgo, tienes más recompensa. La clave está cuál es ese riego que tu mente está dispuesta a asumir.
Y sí.
Ahora tenga claro que sólo hay un par de valores refugio que valgan la pena. Tengo claro que no quiero ni bancos, ni ahorros, ni efectivo en dinero fiduciario (euros, dólares…), no siempre fue así.
Forex
El último día que viví en Croacia en 2016, pasé la última noche antes de ir al aeropuerto en casa de un amigo que me enseñó un bot de Forex que compraba libra esterlina VS dólar canadiense que le estaba dando 1% al día.
Lógicamente me abrí una cuenta con su broker y lo configuramos todo para que mis 50.000€ empezaran a rendir.
Lo que sonaba demasiado bueno para ser verdad termino siendo… demasiado bueno para ser verdad.
El bot me empezó a generar un 25% de beneficios mensuales y hasta aquí todo iba viento en popa hasta que… tormenta.
Contra todo pronóstico se confirmó el Brexit, con un «sí» ganador.
Nadie esperaba ese cisne negro y supongo que por esto, los que administraban este robot, no lo pararon, pensando que seguramente crearía nuevas oportunidades de ganar más pasta.
En vez de esto, lo que sucedió es que yo pagué una lección muy cara.
Una lección de más de 20.000 euros.
Pero mi mala suerte con el timing no se detuvo aquí.
Fondos de inversión
Años más tarde, con aún más pasta acumulada decido ir a algo más conservador y seguro.
Después de informarme mucho puse otras decenas de miles en un fondo de inversión de autor llamado Baelo de un buen coco de la inversión más conservadora: Antonio Rico.
Todo me cuadraba a la perfección… Pero se avecinaba otra tormenta impredecible.
Abro una cuenta de empresa, invierto en el fondo desde mi empresa de Estonia y unos pocos meses más tarde la gestora con la que estaba este fondo (Esfera Capital) resulta que… quiebra.22020. “La CNMV Interviene Esfera Capital Por Un Agujero Que Podría Alcanzar Los Seis Millones de Euros.” El Mundo.
En teoría el dinero que teníamos los clientes estaba protegido por Fondo General de Garantía de Inversiones (FOGAIN), pero con un ligero problema que sólo me afectaba a mí.
Que yo, al tener una cuenta de empresa de Estonia, había entrado en su callejón sin salida.
No podía cobrar el dinero protegido que me pertenecía de la quiebra porque no tenía IBAN español.
Sólo por esto.
FOGAIN ponía las normas.
Su norma era que como mi empresa no tenía una cuenta bancaria con IBAN español no me iban a ingresar el dinero.
Estaba por dar por perdido otras decenas de miles de euros pero aquí es cuando entró a trabajar mi primera asistente virtual y le delego por completo todo el follón (en mi mente ya los había perdido).
Meses más tarde, gracias a ella y a un banquero de Andbank (banco de Andorra), consiguen abrir una cuenta con IBAN español a nombre de mi empresa de Estonia.
Pude cobrar lo que me debían de esa quiebra, lo transferí a mi cuenta de Estonia, cerré la cuenta de Andbank (que sólo abrimos para esto) y… lo metí todo en Bitcoin.
Que por cierto, estaban en máximos, y me dio absolutamente igual.
Quedé mucho más tranquilo metiéndolo en Bitcoin a máximos y sabiendo que ese dinero era 100% mío y no iba a depender de normas, reglas, instituciones o de absolutamente nadie.
Oro físico
Algo que pensaba que el oro físico también cubría como hipotético «valor refugio».
De nuevo. Es un valor refugio teórico. A la práctica nada más lejos de la realidad.
Perder esta cantidad de dinero por culpa de terceros me hizo empezar a mirar las mejores opciones de valor refugio, así que termino comprando oro físico en una tienda.
Hasta aquí todo sin problema. Estaba siguiendo la maldita teoría (que no la práctica) al pie del cañón.
La liada surge, cuando empiezo a informarme a fondo sobre qué es Bitcoin realmente (#158), y decido que si un día quisiera vender mi oro físico por necesidad, podría suponer un lastre importante tanto mental como monetario.
Aquí la paradoja: querer deshacerme de mi oro físico por «los problemas que podría suponer vender mi oro físico» si algún día decido deshacerme de él, resulta que me lleva a problemas por vender mi oro físico al querer deshacerme de él.
Decido vender todo mi oro para invertir en Bitcoin todo ese dinero (como hice con lo finalmente me devolvió FOGAIN).
Empiezo a preguntar a varias tiendas de mi localidad y a otras de internet, con diferencias de precio abismales por lo que me pagarían por mi oro, así que decido vendérselo a la misma tienda que me lo vendió.
Empaqueto los lingotes, lo mando en dos sobres (tal como me lo indicaron)… y el transportista pierde uno de los paquetes.
Ataque de pánico. ¿Decenas de miles de euros perdidos… otra vez?
No hace falta decir, que un poco de ansiedad me había empezado a surgir, cuando el transportista vino. Por el hecho de dar tanto dinero en oro a un desconocido.
Así que cuando el transportista llamó el timbre, yo estaba grabando con el móvil, como yo empaquetaba los lingotes, los ponía en lso sobres, y se lo daba al transportista… por si acaso.
Pensaba que tendría que hacer uso de este video para denunciar la pérdida de uno de los sobres, pero por suerte terminaron encontrándolo. Dejé de tener diarrea, y recuperé mi dinero, que por cierto termina siendo exactamente al mismo precio que yo lo compré a pesar de que el oro había subido.
Con exactamente la misma estrategia que hice con el fondo de Baelo: puse todo ese dinero del oro… a Bitcoin.
Lección aprendida, con algo físico que da muchísimos problemas de transporte y por lo tanto te vuelves dependiente de lo que habías jurado destruir: terceros.
Dejarlo en el banco
Ahora llegamos a este mismo año. Un año que me brinda otra lección sobre la soberanía.
Después de haber estado usando el método de inversión DCA (#307) en el que uno va comprando Bitcoin recurrentemente decidí seguir 100% invertido en Bitcoin, pero cambiar la manera en el timing. En el momento.
Por esto he estado buscando cuando es buen momento para comprar Bitcoin, y creo que tengo la respuesta (ya hablaré de ello).
Invertir poca poco con DCA lo hacía porque no sabía cuando era buen momento para invertir, pero…
Los estudios nos demuestran que meter cañonazos (lump-sum) en vez de poco a poco, da más rentabilidad a largo plazo.
Gracias a la comunidad: Sociedad Ninja, hemos incorporado herramientas muy potentes para saber la próxima tendencia de mercado y cuando es mejor meter un cañonazo a Bitcoin.
No hace falta decir que estos recursos son sólo para miembros. Para ninjas de la vida.
El caso es que para meter estos cañonazos, este año había estado acumulando pólvora y balas en el banco.
Cuando tuve la señal que había que hacer cañonazo, como era una cantidad considerable, el banco no me dejó mandar la pólvora al exchange.
Me retuvo la pasta fiat, y ese indicador para meter cañonazo que había sido perfecto, perdió potencia. Perdió efectividad por tener que dar papeles e información al banco.
Me retuvieron la pasta un par de días que fueron determinantes para que ese cañonazo terminara siendo menos efectivo (pudiendo comprar Bitcoin más bajo).
Me retuvieron el dinero durante días haciéndome todo tipo de preguntas para mi seguridad.
Como a un padre que te sigue controlando a pesar de tener 30 años.
Llamadas. Visitas a la oficina. Emails…
No es lo mismo no perder dinero que dejar de ganarlo.
¿Te da más rabia vender tu Bitcoin y que de pronto empiece a subir? ¿O no haber comprado Bitcoin en 2017 en vez de hacerlo este año?
A mí me h0de mucho más el primero porque rozó mis bonitas manos y dejé que se escapara.
Y lo mismo cuando tienes la oportunidad, y quieres ejercer esta oportunidad, pero un tercero te lo impide.
Es entonces cuando dejar de ganarlo, también duele muchísimo más.
Dejar de hacer HODL
Y finalmente el último error que me ha hecho más sabio, es intentar pasarme de listo.
Comprometer una estrategia largoplacista, haciendo cambios cortoplacistas, que afectan a mi largo plazo.
Desde que decidí poner todo mi patrimonio a Bitcoin, he estado holeando (#360).
El buy & hold, que lo llaman.
Pero parece ser que me pasé de listo, y este año, vendí para volver a comprar.
No tengo ningún problema en decirlo aunque sé que para algunas personas, ser HODLER es casi como un estatus social, pero a mí esto me la suda.
Lo único que quiero es la máxima rentabilidad para mis ahorros a largo plazo.
En vez de buy & hold, hice un buy & bold (bold = audaz, listillo), pero me salió el tiro por la culata aunque considero que pude salvarlo a tiempo.
Básicamente quería aprovechar las herramientas que tenemos en Sociedad Ninja, no sólo para saber cuando poner el cañonazo, sino también incluso, para sacármela y metérmela.
Para vender caro y comprar barato, intentando predecir ciertos movimientos.
Pero una vez más, la vida me enseño algo. Y esta vez, creo que ya (por fin) se me grabó a fuego.
Otra lección, que me ha salido cara, pero de la que estoy agradecido.
Ahora, cada vez más, tengo más clara no sólo mi psicología, pero un mantra que llevo repitiendo de hace tiempo.
Hay más de una estrategia ganadora para invertir a largo plazo. La clave está en la paciencia. Son los que se desentienden y dejan de cambiar continuamente de estrategia, los que hacen más pasta a largo plazo.
Perder dinero me hizo entristecerme y enrabiarme a la vez, pero ganar mucha sabiduría que estoy seguro que me acompañará con los multimillones.
Mi secreto: me centro en el plan ₿
No exagero.
Sólo las tormentas son capaces de hacernos buenos marineros.
No fue hasta la pandemia que quise aprender sobre las características y propiedades del dinero.
Sin pandemia no hubiera aprendido lo que sé ahora sobre el dinero y Sociedad Ninja no existiría.
Gracias a esto, he podido ver que no existe un plan B, para mí.
No hay una segunda mejor opción (como dice el bueno de Michael Sailor, ahora que hablamos de marineros).
Para otros quizás sí, pero aquí entra a jugar la psicología de cada uno. Saliendo a relucir, que lo más importante, es saber elegir tu plan y casarte con él sin mirar a ver qué reluce más.
Hay un estudio de los años 80 que relata esto de maravilla.
Se hicieron dos grupos en los que se les pidió a los participantes que hicieran un puzzle bastante complejo y que si eran capaces de resolverlo, como recompensa tendrían un aperitivo.3Loveland, K. K., & Olley, J. G. (1979). The effect of external reward on interest and quality of task performance in children of high and low intrinsic motivation. Child Development, 50(4), 1207–1210.
Lo interesante es que en uno de los grupos se les dijo que podían obtener el mismo aperitivo en la cafeteria del edificio donde se hacía el estudio, pagando lo que sea que costara.
Es increíble ver como a este grupo, a los que les dijeron que podían comprar el snack a la vuelta de la esquina (y no sólo resolviendo el puzzle) tuvieron una bajada dramática en la motivación + rendimiento del puzzle.
Lo que nos enseña que tener un plan B, sólo es contraproducente para nuestros objetivos, la energía, la motivación, la perseverancia y el empeño que ponemos en las cosas.
Son los que creen que no tienen otra opción que hacer lo que dicen que quieren hacer, que lo hacen sin mirar atrás y ojo porque en la mayoría de casos tienen éxito con ello.
En términos de inversión estoy convencido que es lo mismo.
Es parte de la psicología humana.
Y por esto he decidido aceptar que no soy alguien con capacidades mentales fuera de la media o con un toque de oro, pero esto no significa que no pueda obtener resultado extraordinarios de fuera de la media.
Los resultados extraordinarios se consiguen repitiendo acciones absolutamente aburridas sin encanto (twitéalo).
Por esto este año he decidido hackearme a mi mismo.
Quizás es mi psicología que me hace siempre querer tocar algo de dinero para tener la sensación que más acción significará mejores resultados aunque la experiencia de perder dinero me haya enseñado que no es así.
Voy a seguir manteniendo el monto de la cuestión en Bitcoin haciendo HODL a muerte en mi cartera de inversiones, pero ahora tengo una cuenta más pequeñita para especular.
No me malinterpretéis.
Si perdiera toda la pasta de esta cartera especuladora igualmente me h0dería mucho, pero estoy convencido de que puedo convertir estas decenas de miles en cientos de miles en fiat para mi día a día usando las herramientas y conocimientos de Sociedad Ninja.
Además como excusa, esto me da pie a crear contenido extra para vosotros explicando que movimientos estoy haciendo con esta cuenta.
Eso sí.
La jubilación a largo plazo sigue estando al 100% en Bitcoin.
Bibliografía: fuentes, referencias y notas
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