Hace mucho, mucho tiempo… en la prehistoria, había dos hombres. Los dos tipos eran unos casanova que se ligaban a todas las tías de las tribus.
La diferencia en su manera de ligar es que uno tardaba 2 horas en eyacular y el otro terminaba en 1 minuto. ¿Cuál creéis que tuvo más descendencia?
Apuesto a que no fue el tío que duraba 2 horas.
Tal vez tenía a más de una mujer contenta y con ganas de repetir, pero el riesgo que de que viniera un león o el depredador de turno y los hiciera pedazos mientras lo estaban disfrutando era un riesgo real.
Es por esto que cuando estamos en la cama con un pajarito, nuestros instintos s3xuales masculinos son los de ese hombre prehistórico que tardaba 1 minuto. Apretar los músculos, tensarlos a modo de espasmos, cambiar el patrón de respiración o incluso dejar de respirar en absoluto.
Como si estuviéramos en una situación de estrés y de querer terminar rápido.
Pero hoy en día el único león que puede haber en esa cama eres tú. Tanto por los 10 segundos de duración, como por el olor a sudor que vas a dejar después del esfuerzo, como por los rugidos de rabia y arrepentimiento de no poder controlarte y durar más.
Lo peor es que como más te gusta una chica, más catchondo estás, más se tensa todo, más rápido terminas y… menos probabilidades hay de que te vuelva a llamar.
Es una espiral del infierno.
Tal vez estás contento de haber heredado algunos dotes de casanova, pero no esta parte de su fisiología que sí compartimos porque seguimos siendo los mismos (anatómicamente hablando).
Es por esto que hoy nos fijamos en lo qué hacía el tío que retrasaba la eyaculación para durar 2 horas.
A ver.
De buenas a primeras no vas a poder controlarlo tanto con sólo una semana de práctica, pero como todo músico te dirá: «la práctica hace el maestro».
Así que vamos a aprender cómo «tocar la zambomba» para que podamos hacer música para tu pareja de catre.
Trucos y pasos para retrasar la eyaculación masculina
En un mundo moderno ideal aguantaríamos el rato que quisiéramos haciendo el amor.
Estaríamos como pez en el agua experimentando en la cama, centrando nuestra atención en ella y no en nosotros. Sin preocuparnos de si terminamos pronto porque podemos controlar nuestra varita mágica.
Pero en este momento nuestra varita mágica es como la varita rota con cinta adhesiva de Ron Weasley.
Funciona para sacar el hechizo si la agitamos, pero no hay control de dónde y cuándo nos saldrá.
Retrasar la eyaculación no se aprende por arte de magia con una sola técnica. Son varias cosas que tienen su orden e importancia.
Igual que si quieres aprender un truco de magia nuevo, lo empezarás practicando en tu habitación, con tranquilidad, experimentando, haciendo los drills y volviéndote cada vez mejor hasta que estás listo para mostrárselo a la chica que te quieres ligar.
No sales el primer día al parque a practicarlo con desconocidas porque sabes que te saldrá mal de buenas a primeras.
Practicar el edging
Por lo tanto no tiene sentido que intentemos hacer lo mismo para retrasar la eyaculación. No. Como buen truco de magia lo practicaremos en nuestra habitación primero, y después ya buscaremos los desconocidos (o la pareja) para desenvolverlo del todo.
Te apuesto 1 BTC enterito a que cuando tienes tus sesiones, terminas lo más rápido posible. Sólo piensas en descargar porque estás más caliente que unas castañas en otoño.
Queremos ser lo más eficientes posibles, ¿no? ¿por qué te la tendrías que tocar 20 minutos solo ahí con la de cosas que tienes que hacer? Te aburrirías si lo único que quieres es culminar para sentir el orgasmo lo más rápido posible…
A ver.
¿Entonces cómo c0ño esperas no terminar en 2 minutos también en sesiones con una persona real?
Esto será lo primero que cambiaremos: nuestras sesiones en solitario serán un entrenamiento para durar más. No una vía de escape del placer.
El objetivo será que cuando hagamos una sesión de masturbación, si llevamos más de 10-15-20 minutos con constante estimulación y seguimos ahí al pie del cañón (nunca mejor dicho), estamos teniendo éxito.
Si además quieres potenciar tus hormonas sexuales, lee en este artículo la relación entre masturbación y testosterona para ver cuántas veces es mejor «tocarse» para potenciarla.
Si tenemos que parar a menudo para «enfriarnos» entonces esto no cuenta como «durar lo que quiera». ¿Y cómo podemos aprender a alargarlo 20 minutos sin parar para enfriarnos?
A eso vamos, ninjas.
Ponte guapo. De traje, enciende unas velas, rocíate perfumen, prepárate una buena comida para cuando termines y entonces… sácate toda la ropa y túmbate en la cama.
Te pones el cronómetro para no salir de ahí hasta que hayan pasado (al menos) 20 minutos. Si llaman a la puerta a modo urgente, pues la abres sin pantalones y sin dejar de maneártela.
Si te dicen «eeeh, ¡que haces!» le dices: «es que estoy en una sesión de edging«.
«Edge» en inglés significa «borde». Pero no hace referencia a una persona borde. Significa «borde» de «precipicio». Ya sabes por dónde van los tiros (nunca mejor dicho).
Exacto. Los tiros van por el borde. No queremos caer por ahí, así que la práctica del edging es estar cerca de ese borde, ese punto de no retorno pero aprender a enfriarnos con estas técnicas que ahora veremos.
Lo bueno de las prácticas en solitario de edging es que nos podemos permitir tomar más riesgos para fallar cuando estamos al borde de «estornudar». De que salgan los fuegos artificiales de San Juan.
Relajar los músculos
Cuando ya le hemos dado al cronómetro y estamos ahí bien tumbados, empezaremos entrenando la relajación de los músculos.
Fijaros que cuando estamos por terminar con una chica, nos tensionamos y ponemos nuestro cuerpo más rígido que el propio miembro.
Tenemos más tensión que cuando alguien te dice que hay una shitcoin que «es mejor que BTC». Hay más tensión acumulada que cuando se habla del referendum catalán entre un catalán y un madrileño.
«Pero un momento Pau, si relajo todos los músculos termino como una estrella de mar y no sirvo para nada».
Es verdad, porque el caso es que hay unos músculos específicos que nos interesa relajar más que el resto, que son la clave del control para retrasar la eyaculación.
Los veremos en unos pasos más adelante, pero por el momento relajamos las piernas, el culo y todo lo que podamos controlar de esa área.
Respirar con el diafragma
El hecho de relajar estos músculos va en concordancia con la respiración. Concretamente la respiración diafragmática.
La maldita respiración es importantísima para absolutamente todo y en el control para retrasar la eyaculación no deja de ser una excepción.
Cuando estáis con la chica ahí en la cama haciendo petting o ya estáis en bolas y vuestras respiraciones van a mil por hora (o al contrario, casi no respiráis de los «emocionados» que estáis), es chungo echar la vista atrás para cambiar como respiramos.
Pero sacad la atención del cachondismo que lleváis y centraros en respirar muy profundamente.
Lo estáis practicando todo para vuestro concierto en solitario pero recordad que todo esto es aplicable al catre con otra persona (o varias si tenéis mucha suerte).
Así que a respirar profundamente.
Intentando que no sólo se llene el pecho de aire sino también todo el maldito torso.
Hay estudios que dicen que se puede engañar a tu cerebro para que esté más contento con el simple hecho de sonreír forzosamente. Pues este es un truco similar.
Cuando estamos en «pelota picada» en la cama con la chica, nuestro patrón de respiración cambia.
Puede pasar lo que me pasaba a mí cuando hacía Crossfit en Suecia. Practicaba ese ejercicio donde saltando a la cuerda te tiene que pasar dos veces por debajo de los pies en un solo salto (double unders). El entrenador me decía «¡acuérdate de respirar!» porque pobre de mí, estaba tan centrado en la técnica que había dejado de respirar por completo.
Normal que después terminara pronto y sin aire. Justo como en la cama, porque esto es exactamente lo que tenemos que hacer: centrar la atención en la respiración mientras relajamos los músculos.
Una respiración no de pecho sino diafragmática.
Que os llene de aire todo el tórax. Como cuando te cuentan un chiste de humor negro, te partes la caja de reír y se te mueve la barriga, el pecho y todo lo que tengas en la parte superior del cuerpo.
Para ponerlo en perspectiva, pensad en las veces que habéis hecho que vuestro miembro «estornudara», sacara los fuegos artificiales (queriendo o sin querer). Intentad recordad como los espasmos de respiración eran muy cortos, seguidos o como digo, incluso inexistentes. Sin respirar.
Pues simplemente hagamos lo contrario a cuando estamos a punto de terminar.
No puedes hacerte desaparecer la erección y no quieres hacerlo por la chica que tienes ahí. Tampoco quieres parar y sacarla. Lo que si podemos hacer es intentar hacer lo contrario a todo lo demás.
En este caso la respiración profunda diafragmática.
Hacer ejercicios de kegels
Con el control de la respiración y relajando los músculos tenemos bastante ganado, pero para muchos no será determinante cuando están emocionados a más no poder.
Por eso aquí está el meollo de la cuestión: la mejor manera de retrasar la eyaculación masculina es fortaleciendo los músculos que la controlan.
Tiene todo el sentido del mundo, ¿no?
Es como preguntar: ¿la mejor manera de aguantar más haciendo flexiones? hostias, pues fortaleciendo el pecho y los tríceps.
En las flexiones fácil notar lo que tocamos, pero cuando nos tocamos digamos que nuestra atención no está muy puesta en nuestros músculos sino más bien en las sensaciones y lo catchooondos que vamos. Que vamos como una moto.
Vale pues resulta que los músculos que se encargan de «hacernos terminar» son el grupo de músculos del piso pélvico que digamos que hacen una especie de «hamaca» a través de la pelvis.
Hay uno de ahí que nos interesa especialmente.
Es el que nos permite detener el riego mientras estamos meando y el que hace que nuestro plátano de canarias «baile» cuando la tenemos dura y se lo ordenamos.
Es es el músculo pubococcígeo (PC). El controlador del riego de orina, el controlador del baile, y… el controlador de la eyaculación.
Controlándolo, volviéndolo más fuerte nos ayuda a evitar llegar a ese punto de «no retorno» para enfriarnos en cuestión de segundos y para que los «fuegos artificiales» nos queden lejos de San Juan.
Para entrenarlo tenemos que tumbarnos en el suelo como si fuéramos a hacer una flexión pero en vez de utilizar los brazos utilizaremos el pene para levantarnos. Vale es broma. Es algo bastante más fácil.
Haremos ejercicios de kegel.
Se llaman así porque pilla el nombre del Dr. Arnold Kegel que creó estos ejercicios para ayudar a mujeres que tenían problemas para aguantarse el pis.
Implica apretar y dejar de apretar siguiendo cierta progresión, como cualquier músculo que entrenamos en el gimnasio. ¿Y cómo progresaremos? igual. Aumentando la dificultad poco a poco.
Mi amigo Luís tiene un dicho cada vez que va al baño: «voy a hacer un meo y de paso me la veo», pues esto es lo que vamos a hacer si aún no tenemos muy claro cuáles son estos músculos de PC para hacer kegels.
Cuando tengáis los pantalones bajados y echéis un meo, poneros algunos dedos en la parte que tenéis entre el agujero del culo y los huevos. Detened el riego del meado. Esa contracción donde tenéis los dedos son los músculos de PC.
Son los que tenéis en tensión cuando vais a terminar, y como digo queremos fortalecerlos. Entrenarlos porque son los que controlan la eyaculación. ¿Cómo? ve deteniendo el riego durante 2-3 segundos cada vez que mees y ya está. Pero también te puedes hacer una rutina de 10 minutos al día o así.
Apretar el músculo PC
¿Cómo se aplican los kegels una vez estamos en el acto? la respiración y relajación están bien para estar más calmados en la escala del «cachondismo». El problema surge cuando estamos ya a punto de explotar. Está a punto de llegar San Juan.
Aquí es cuando necesitaremos demostrarnos para qué ha servido todo ese entrenamiento de los músculos de la pelvis. Todas estos kegels. Los kegels que he hecho cuando alguien me hablaba de cosas que no me interesan y he aprovechado para entrenar sin que nadie se diera cuenta…
Si como Goku & Vegeta los hemos entrando ya a más de 400 gravedades, lo «único» que necesitamos hacer para retrasar la eyaculación, para no salir de esa autopista a 120km/hora directos a estrellarnos es…
Hacer un Kegel muy largo.
Dejar de empujar y apretar como si en ese Kegel te fuera la vida.
Para un porcentaje de reyes con esto les será suficiente, pero hay otros que en vez de apretar muy fuerte, les irá mejor hacer una combinación de Kegels cortidos seguidos.
Cada uno tendrá que experimentar por si sólo. No contéis conmigo para estar ahí, ni haceros de coach, ni poneros el dedo en los músculos pélvicos, ni guiaros por todo el proceso.
La teoría es que con este Kegel largo, como más apretemos más nos enfriaremos y con la práctica sólo con 10 segundos de aguantar así seremos capaces de ir añadiendo +5 minutos al coito cada vez que lo hagamos.
Pero no es fácil. Por esto necesitamos entrenar bien.
La estrategia está en que funciona mejor cuando más cerca estemos del punto de no retorno. O sea que esperad algunos escupitajos. Algunos estornudos no esperados en vuestras prácticas en solitario.
Hacer un kegel inverso
Pero atención ninjas. Porque habrá un porcentaje de hombres que hacer un Kegel largo y apretar estos músculos les causará el efecto contrario.
De hecho yo soy uno de ellos.
Caballeros, apretar los músculos pélvicos me causa acercarme más a San Juan y sé que algunos de vosotros os pasará lo mismo.
Para los que les pase lo mismo, ¿qué haremos al respecto? pues tenemos una herramienta que también utiliza los músculos pélvicos para mantener «el escupitajo» a ralla.
Se trata de hacer Kegels inversos.
Son algo confusos de aprender en primera instancia, pero si hemos podido identificar los músculos involucrados en un kegel, nos será más fácil.
La mejor manera que encuentro de explicarlo es que si en un Kegel normal detenemos el flujo de orina, en un Kegel inverso empujamos el chorro.
Imagínate que vas a los baños públicos de Atocha o de Sants y cuando ves esa inmundicia tienes tantas ganas y prisas de salir de ahí que aprietas tu meado para mear más rápido.
Eso es un Kegel inverso.
Si lo practicas sin estar meando será una sensación algo parecida a querer tirarte un pedo o plantar un pino. Así que cuidado con eso porque si te cagas haciendo el acto te aseguro que no te vas a correr de la vergüenza.
El caso es que para aprender a hacer los inversos será indispensable que hayamos entrenado los normales porque así nos familiarizaremos con los músculos pélvicos.
Es como cuando vas al gimnasio y al cabo de unos meses eres capaz de hacer bailar los pectorales porque el entreno te ha hecho «conectar» con ellos.
Si necesitas hacer trampas
Algunos tíos pasaréis totalmente de estos ejercicios y en vez de esto os preguntáis qué tomar.
Si necesitas objetos para controlarte y retrasar la eyaculación, ¿realmente se puede llamar control?
Lo que si es verdad es que mientras practicas lo que te he enseñado hoy, puedes usar algunos juguetes para que tu pareja no tenga que esperar semanas.
Preservativos retardantes
Si vas a usar uno de todos modos, ¿por qué no usar un preservativo que sea retardante?
En el caso de que no tengas una pareja regular, cuando estás con una chica que acabas de conocer te lo tendrás que poner igualmente (espero que así sea…), así que no tienes que enseñarle la caja ni achantarte porque sean retardantes porque ella no lo sabrá igualmente.
Cremas y lubricantes
Si que sería un poco más embarazoso si te viera embalsamarte el pene con un gel, crema y lubricante y darte un mesajito. Pero si tienes pareja estable o persona de confianza que sepa lo que «te traes entre manos», una masajito con un líquido para insensibilizarte durante un rato puede ser una buena idea.
Pastillas
Las más populares son Priligy que sólo puedes comprar en farmacia con prescripción.
Anillos
La opción con menos glamour sería ponerte un anillo para detener la entrada de flujo y líquido.
Supongo que el siguiente nivel será el traje enterito de látex.
Libros para tratar la eyaculación precoz
Y finalmente si quieres expandir aún más sobre teoría, hay un par de libros que te ayudarán a canalizar la energía (si nos ponemos filosóficos).
El hombre multiorgásmico de Mantak Chia
Ellas llegan primero de Ian Kerner
Conviértete en un ninja de la vida
¿Sientes que eres un aprendiz de todo pero maestro de nada?
Nosotros también somos multipotenciales.
- Comunidad: comparte inquietudes con otros multipotenciales.
- Podcast premium: escucha episodios sólo para miembros.
- Boletín privado: recibe los únicos correos que mando.