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Carnívora: la mejor dieta antiinflamatoria
Mi increíble experiencia (científica) de SÓLO comer carne

Después de 6 años con dietas veganas y vegetarianas, nunca me hubiera imaginado que hoy os estaría contando mi experiencia (y la ciencia) de comer carne exclusivamente.

Y ya no sólo como experimento o reto, sino que estaría totalmente a favor de basar nuestra manera de comer, en la carne. ¿Por qué? porque a parte de investigarlo, he vivido los beneficios en mis carnes (literalmente y figuradamente).

Los resultados no se hicieron esperar.

Antes de empezar a devorar churrascos y bistecs de pasto, empecé a devorar libros y seminarios de doctores especialistas en dietas bajas en carbohidratos.

La cantidad de doctores que salen de los dogmas investigando por sí mismos son pocos. Minúsculos. Por eso hay pocos que recomienden dietas altas en grasas y bajas en hidratos, y ya ni os digo cuántos promueven una dieta basada en carne. Es lo más underground dentro de lo underground. Pero aunque sea desconocido para la mayoría, me atrevo a decir algo para la posteridad:

Dentro de unos años miraremos atrás, y nos acordaremos de lo estúpidos que hemos sido haciendo las recomendaciones nutricionales actuales. Diciendo que los hidratos son buenos, y las grasas saturadas malas.

La dieta carnívora se basa en unos pilares nutricionales y ancestrales. Unos pilares que os suelto ahora de forma redundante y pedante para que os choquen tanto como a mí. La diferencia es que al contrario que mi ex, no os voy a dejar a medias porque hoy nos metemos dentro de cada una de ellas. Aquí van:

Lo sé, lo sé. Todo esto suena a que sólo queremos llevar la contraria a los dogmas actuales y sólo buscamos drama, pero ahora que ya hablamos de los hidratos, grasas y colesterol sabemos que estas falacias salieron de lo estudios erróneos de Ancel Keys en los 60. Unos mitos que hemos adoptado como verdades, como cuando todo el mundo creía que la Tierra era plana.

Cuando escuché de refilón a alguien mencionar la dieta carnívora pensé que era una maldita locura por «lo sanas que son las frutas y verduras». ¿Qué sentido tiene dejar de comer plantas? Seguro que era una excusa de cuatro cazadores a los que les gustaba ver sangre y matar sin remordimientos…

Hoy os digo que me equivocaba.

Me equivocaba cuando sólo comía vegano, vegetariano y no sé exactamente cuantos años de vida me habré sacado por no haber comido carne durante 6 años, pero espero poder recuperarlos.

Hoy indagamos en qué es (y que no es) la dieta carnívora.

Qué es la dieta carnívora

La dieta carnívora es un régimen en el que sólo se consumen productos de origen animal. A modo de simplificación es lo opuesto a la dieta vegana en la que sólo se consumen productos de origen vegetal.

cómic dieta carnivora

Por qué seguir la dieta carnívora

La mayoría de los que empiezan a seguir una manera de comer en la que sólo se come carne, tienen una única motivación que podemos resumir en una palabra: inflamación.

Seguro que alguno la probará porque le gusta mucho la carne, pero la mayoría saltamos a probar la dieta carnívora para mejorar nuestra salud. Yo fui uno de ellos. En la primera oleada de la pandemia, estaba viviendo en Croacia y noté que en cuestión de días:

  • Hinchazón severa en la barriga. En serio, cuando respiraba parecía un maldito globo terráqueo.
  • Molestias detrás de la rodilla. No se me recuperaba por mucho que estiraba. Supongo que por esto en comparación me sentía tan bien experimentando con el ayuno intermitente. Porque no era hasta que comía que me empezaba a doler.
  • También empecé a dormir peor, a estar menos descansado. Me lo confirmaba mi Oura Ring con las pulsaciones en reposo.
  • Y lo que era incluso peor de todo, después de la primera comida del día, una bajada de energía que me dejaba por los suelos.

Arrastré mi cuerpo por las tardes durante 1 año.

Cuando empezaron los síntomas, lo primero que hice fue eliminar los alimentos de la familia FODMAP… Y nada. Probé otras sugerencias de algunos expertos y todo igual… Cero mejora.

Un año más tarde había probado todo tipo de dietas antiiinflamatorias y estaba desesperado. No sólo para dejar de verme la barriga como un globo cuando respiraba hondo, pero también para sentirme con energía otra vez.

Una dieta de eliminación

El algoritmo de YouTube hizo bien su trabajo y a parte de gatitos y partidos femeninos de voleibol, me recomendó un vídeo de un psicólogo clínico canadiense al que siempre he admirado por su intelecto y argumentos sobre psicología y la vida en general: Jordan Peterson.

Jordan explicaba que desde pequeña, su hija Mikhaela Peterson había estado enferma con un trastorno autoinmune muy agresivo que le había causado artritis y hasta varios transplantes de articulaciones antes de que la chica cumpliera los 20 años. Y eso sin olvidar la depresión severa en la que siempre había estado.

Empezó siguiendo una estrategia de dieta de eliminación. Sacando cada vez más y más alimentos empezó a encontrarse mejor hasta que se dio cuenta que lo único que le había quedado en el plato era… carne.

Todos sus problemas de salud se empezaron a irse en cuestión de semanas.

Jordan comentaba en el podcast de Joe Rogan que su hija radiaba felicidad y salud. Que fue esto lo que le inspiró a probarlo él también durante 30 días. Treinta días que se convirtieron en un par de años de sólo comer carne.

Peterson comiendo carne

Foto: los Peterson comiendo (sólo) carne.

Después de escuchar a alguien con tanta inteligencia y sentido común como los Peterson, seguí pensando que era una locura pero que valía la pena probarlo.

No deberíamos guiar una decisión que hagamos en nuestra vida (y menos en nutrición) sobre experiencias anecdóticas, pero sí que encuentro que las anécdotas pueden ser un buen hilo conductor para empezar a indagar en un tema.

Que las anécdotas planten la semilla de la curiosidad, que la ciencia nos la riegue y que sea nuestra experiencia la que nos haga decidir si recogemos o no sus frutos.

Me ha quedado chula esta frase, eh. La pondré en mi lápida o mi autobiografía.

¿Y por qué a los Peterson, a mí y a otros miembros de la comunidad que la están probando nos está funcionando tan bien comer sólo carne?

La mejor dieta antiinflamatoria

La dieta carnívora es la reina de las dietas de eliminación y antiinflamatorias.

¿Os habéis parado a pensar nunca por qué no existe virtualmente nadie que sea alérgico a la carne?

Alguna persona habrá que reaccione a la carne cruda, pero tenemos que considerar su procedencia. La carne puede pasar por varios intermediarios aumentando el riesgo de contaminación, normal que salga alguna reacción que bueno, no tiene que ser alergia como tal. Pero, ¿carne cocinada? ¿conocéis a alguien?

Tal vez una persona de cien mil. Yo nunca he visto ningún caso.

En cambio podemos encontrar miles de casos con todo tipos de reacciones y alergias a alimentos de origen vegetal. Cada año que pasa hay más alergias diagnosticadas con un montón de teorías de por qué sucede, pero sin ninguna propuesta concluyente.

Ahora mismo rebajado
Cerebro de pan: La devastadora verdad sobre los efectos del trigo, el azúcar y los carbohidratos en...
En el libro Cerebro de Pan, se culpa (con muy buenos argumentos) a los carbohidratos.

Alegando a que la mayoría de nuestros problemas de salud son a causa de 1 cosa: la inflamación. ¿Y qué causa la mayoría de esta inflamación? los hidratos.

Si «sólo» elimináramos los carbohidratos, estaríamos delante de una dieta cetogénica que en sí misma ya tiene beneficios. Entonces, ¿por qué ser tan radicales y eliminar también los frutos secos, frutas, verdura y en definitiva: todo lo que venga de plantas?

En la dieta carnívora hay una eliminación total de lo que no procede de animales porque ahora veremos como gran parte de esta inflamación es por culpa de los componentes biológicos de las plantas.

Antinutrientes y toxinas de las plantas

Mientras que los animales tenemos fuerza, velocidad y en definitiva, un cuerpo adaptarnos para movernos libremente, las plantas han estado… bien. Plantadas en el suelo durante millones de años.

En su proceso evolutivo, en vez de desarrollar piernas han desarrollado compuestos químicos orgánicos para mantener a los depredadores a raya. ¿Qué cantidad de compuestos? si os digo la verdad no los podemos contar con los dedos de una mano.

  • Toxinas
  • Pesticidas naturales
  • Antinutrientes

Hay docenas de todos estos compuestos en cada uno de los alimentos de origen vegetal que comemos y es casi imposible saber qué afecta más o menos a un individuo concreto. No existe ningún test tan específico que nos diga en qué grado exacto.

También es verdad que habrá personas que podrán tolerar mejor estos compuestos, pero como últimamente estoy diciendo, es como si en vez de darte veneno de una vez, te voy dando una gota diaria. Pasará los años y no sólo habrás normalizado tu malestar e inflamación, sino que además no sabrás qué lo ha causado.

¿Habéis oido a hablar nunca del… gluten? ¿Y si os digo que hay otros componentes que causas un efecto tan nocivo (o incluso más) a largo plazo como el gluten?

Lectinas

Lo que muchos no saben es que el gluten es una variedad de lectina. Otro de estos compuestos.

Por esto me hace gracia ver algunos medios que empiezan a anunciar las lectinas como el nuevo gluten, cuando han estado en el mismo carro desde que las plantas empezaron a evolucionar. Lo que no sale en estos medios es que…

Aunque el gluten se haya llevado la fama, las lectinas son el auténtico villano.

Diseñadas para corromper la comunicación de nuestras células, son uno de estos mecanismos biológicos de defensa de las plantas. Tal cual os digo: no dejan que nuestras células se comuniquen bien, y no sólo eso.

  • Alteran la pared del intestino que hace que absorbamos menos nutrientes.
  • Niebla mental.
  • Hinchazón.
  • A parte de náuseas, gases y diarrea.

Mirando atrás creo que eran las lectinas parte de mi problema de sentirme grogui por la tarde (después de la primera comida) y la hinchazón.

Empecé con una versión de la dieta carnívora menos estricta con huevos y… tachán, tachán: la clara del huevo también tiene su parte de lectina. Fue sacarlos y empezar a notar incluso más mejora, y es que ninjas de la vida, las lectinas son muy inflamatorias.

Es la reacción natural de nuestro cuerpo a algo que no le gusta.

El problema es que con todo lo que hay en el supermercado cuesta sacarlas de la dieta porque… ¿sabéis qué tiene lectinas? pues casi todos los alimentos del mundo vegetal.

En esto incluimos la mayoría de frutas y vegetales frescos. Y lo siento pero cocinarlos no nos salvará.

Con nuestra perspectiva de pájaro, nuestro zoom out, nos damos cuenta que la mayoría de nuestras vidas estaremos consumiendo de forma regular una toxina que ataca tal cual a nuestras células. Por eso una dieta sin lectinas es tan efectiva según la evidencia pero muy restrictiva porque sacamos la mayoría de comida que tenemos en casa.

Isotiocianatos

Quedándonos con una lista esmirriada de comida que no cause inflamación, ahora resulta que también tenemos que excluir lo vegetales crucíferos: brócoli, coliflor, coles de bruselas… ¿Por qué? la culpa la tiene otra toxina llamada isotiocianatos.

¿Cuál es el tipo de isotiocianato más popular? el sulforafano. Un compuesto al que yo mismo había titulado como la molécula más sana de mundo hace un tiempo atrás porque pasé por alto un matiz bien importante: es el más sano del mundo sólo cuando hay cáncer o alguna condición.

El sulforafano ha demostrado ser muy efectivo como suplemento alimenticio para tratar el cáncer. ¿Y eso? pues porque una vez tenemos este tipo de isotiocianato dentro del cuerpo, el sulforafano es como John Wick.

Empieza a matar sin piedad a estructuras dentro de las células como las mitocondrias y las enzimas.

Normal que sea tan efectivo con el cáncer porque mata estas partes de la célula, pero si lo consumimos sin que tengamos una condición así, en vez de John Wick es como si metiéramos dentro de nuestras células a Jason Bourne con su amnesia a matar todo lo que encuentra.

Por eso no es buena idea meterse isotiocianatos porque sí. Es como si empiezo a tomarme Paracetamol sin encontrarme mal.

Aunque tampoco me extraña que no se haya investigado qué sucede cuando nos suplementamos con sulforafano sin tener cáncer. A las empresas de suplementos y farmacéuticas ya les va bien que nos vayamos gastando nuestro dinero en esto.

Polifenoles

Y hablando de suplementos, nos podríamos tomar montones de multivitamínicos y también tendríamos otro compuesto de algunas plantas que nos haría la vida imposible porque los llamados polifenoles no nos dejarían absorberlos correctamente. Por ejemplo evitando que nuestro cuerpo transporte el hierro correctamente. Lo secuestra.

Ingiriendo diariamente polifenoles, no importa la de hierro que nos metamos si nuestro cuerpo no es capaz de acceder a él.

Este compuesto además le mete un estrés al cuerpo que ni un trabajo de uni para el último día. Lo «bueno» (entre comillas) es que entonces hay una respuesta beneficiosa del cuerpo para combatir estos polifenoles.

Eso de «lo que no te mata te hace más fuerte» se aplicaría aquí, pero sinceramente no es algo que me tomaría todos los días ni mucho menos.

Oxalatos

Y no dejamos los estresores ni asesinos silenciosos de las plantas porque si los polifenoles eran unos secuestradores de hierro, los oxalatos es directamente un imán de minerales. Especialmente del calcio.

¿Creéis que las espinacas son una buena fuente de calcio? mentira. Hay calcio pero es completamente inútil porque está atado en oxalato, como la mayoría de plantas.

Podemos mirar la cantidad de calcio que tienen las espinacas en el laboratorio, pero esto no significa que esté biodisponible.

La evidencia nutricional no sólo nos ha fallado con las mentira de las grasas y la verdad de los carbohidratos, lo vemos claramente en la famosa «Ingesta Diaria Recomendada» (IDR).

Si comemos el 100% del calcio recomendado vía espinacas, resulta que como está pegado en oxalato obtenemos el 0% de este calcio y lo que es peor es que algunas de estas plantas incluso nos pueden hacer incrementar la cantidad de nutrientes que necesitamos porque ellas mismas nos las van sacando.

Sólo hay dos maneras de parar tanto a los oxalatos como a todos estos componentes que comemos a diario:

  • Dejar de comerlos por completo.
  • Y después excretarlos. En lenguaje ninja: sacarlos por el pompis.

¿Veis ahora por qué la carnívora es la reina de la antiinflamación y eliminación de caca del cuerpo? Acabamos de sacar todas las toxinas, antinutrientes y pesticidas naturales de las plantas.

Unos compuestos que día sí día también nos tomamos como si no pasara nada. Esto sí es antinatural para nuestra salud. ¿Las buenas noticias? que la carne no tiene nada de todo esto.

Qué comer en la dieta carnívora

Entonces, ¿qué comemos en una dieta carnívora? Algunos pensaréis «duuuh, ¡pues carne!» pero estaríais equivocados.

Llamamos «carne» al músculo del animal. La parte más proteica, pero en la dieta carnívora se comen todas las partes del animal: músculo, órganos, huesos. También de distintos tipos de animales: ternera, pollo, cerdo, pavo, alce. Si se tolera bien, hasta podremos incorporar huevos, queso y lo que salga del animal, aunque esta sería la versión menos purista.

Carne

Cuando elegimos carne, en una dieta carnívora nos guiaríamos por algunos principios que para algunos puede sonar a contradicción a las recomendaciones nutricionales de toda la vida porque elegiremos:

  • Carne roja
  • Partes del animal donde haya más grasas

Pensad que ahora estamos siguiendo un tipo de dieta keto, es decir, sin carbohidratos. Estaremos usando las grasas como fuente de energía principal así que queremos seleccionar esas partes del animal más altas en grasas para tener energía. Por ejemplo un entrecot en vez de un bistec.

Es por esto que seleccionar carne roja tiene más sentido que no carne blanca como pollo o pavo: porque a parte de tener más micronutrientes y minerales, la carne roja tiene más grasas y calorías para estar bien fuertes.

Algunos llevaréis tiempo sin comer nada de carne roja porque siempre habíamos escuchado que las grasas saturadas no eran buenas… será una buena novedad ver como os sentís si decidís probarlo.

Órganos

Ya que estamos probando cosas, estoy seguro que algunos os tiraréis a saborear los órganos de algunos animales porque es otra de las cosas que están permitidas en una dieta carnívora e incluso recomendado por su densidad nutricional.

Cuando decimos «órganos» nos viene a la mente el hígado de la ternera de toda la vida, pero los animales al igual que nosotros tienen muchas más partes que también podemos considerar:

  • Corazón
  • Pulmones
  • Riñones
  • Testículos…

Cuando os preguntabais si podíais comer huevos en la carnívora estoy seguro que nunca os hubierais imaginado que estos eran los tipos de huevos a los que me refería. Pero sí, que sepáis que cada uno de los órganos será muy rico en ciertas vitaminas y minerales.

No es casualidad que comer corazón vaya bien por el corazón (vitaminas de la familia B y otros minerales), o que comer ojos vaya bien para los ojos (vitamina A), o que comer médula del hueso vaya bien para los huesos (calcio).

La naturaleza es sabia se las ideó para que pudiéramos sobrevivir sin ningún blog, podcast o libro de texto. Con instinto y sentido común, tal y como los indígenas de distintas partes del mundo nos demuestran.

¿Os estáis imaginando comiendo un corazón crudo como Daenerys Targaryen? lógicamente los órganos tienen un sabor más amigable cocinándolos y es recomendable por la contaminación y las manos por los que ha pasado, pero si sois de paladar sensible que sepáis que no es obligatorio comer órganos.

Sólo que son una auténtica maravilla en densidad nutricional.

Si pudiera recomendar sólo uno, sería comer hígado. Una vez a la semana sería suficiente.

¿Por qué hígado precisamente? pues porque es rico en las que considero las vitaminas más importantes: la vitamina A en forma de retinol, vitamina K2 y omega 3.

Pescado y hueva

Hablando de Omegas una buena incorporación podría ser el pescado, pero que sea cazado de forma salvaje y de forma sostenible. Esto es muy importante para asegurar la calidad nutricional, porque por desgracia hemos dejado ya los océanos contaminados del todo.

certificado pesca sostenible

Hay un par de sellos que podemos buscar en el envase aunque lo ideal sería ir al mercado a preguntar.

Una buena idea es comprar sardinas o hasta hueva de salmón u otros pescados porque llevarán menos contaminación. Caviar para los que sean de paladar exquisitos y de cuentas bancarias más anchas que nuestro futuro.

La diferencia de huevas de pescado y el caviar no sólo es el precio, si no que el caviar sólo viene del pez esturión, así que podéis preguntar por hueva de salmón u otros pescados y que sean pescados de la forma más sostenible posible. Si son de granja, que al menos sean de granja ecológica.

Médula del hueso

Otra de las cosas que me encanta comer en la carnívora y que no había comprado hasta meterme en esta dieta es la médula del hueso.

No sólo está buenísima de sabor, sino que es buenísima para el cuerpo por la cantidad de calcio que tiene.

Los caldos de huesos están infravalorados.

Productos de pasto

Sean huesos, carne, órganos o pescado tenemos que priorizar la procedencia del alimento que compramos. No sólo hacerlo en el pescado. Este es uno de los pilares más importantes de la dieta carnívoras:

Todas las partes del animal que compremos tendrían que ser de pasto.

No vale comer huevos de gallinas enjauladas o terneras industrializadas.

Nos aseguraremos que esa ternera ha pastado libremente la mayor parte del año, comiendo césped nutritivo, sin antibióticos y lo que me pedía mi ex: con espacio suficiente.

Tienen que ser animales que están pastando libres y alimentándose con su dieta natural. Como estamos intentando de hacer nosotros.

Comer animales de pasto no sólo nos hace ser más respetuosos con su vida o ayudar a la regeneración nutricional de la tierra, sino que además nos aseguramos que hay mucha más densidad nutricional en lo que nos metemos en la boca.

vegano vs carnívoro

Esto es vital en la dieta carnívora porque estamos buscando densidad nutricional y biodisponibilidad de los micronutrientes para nuestro cuerpo.

¿Tiene sentido que una vaca en vez de grano y soja esté pastando con el sistema digestivo que la naturaleza le dio para comer?

Es lo mismo que estamos intentamos hacer nosotros comiendo sólo carne: seguir nuestra dieta ancestral por defecto. Hipotetizando que los humanos somos más carnívoros (#194) de lo que pensábamos tanto a nivel evolutivo como biológico.

La carne industrial VS de pasto no tiene nada que ver una con la otra aunque tengan el mismo nombre.

omega3 animales pasto

Varios estudios ya demostraron que la de ganadería industrial tiene mucho más estrés oxidativo que a parte de tirar los nutrientes por la borda, puede incluso ser perjudicial.

Hablaba de ello un poco más al detalle cuando os comentaba por qué las grasas saturadas (pueden) ser buenas si son de buenas fuentes (#189).

Huevos y lácteos

Esta calidad también la tenemos que asegurar si decidimos comer huevos, queso y lácteos, que también estarían permitidos si los podemos tolerar bien y comer sólo carne es aún un shock para algunos.

Por ejemplo yo los huevos (de gallinas camperas del número 0, claro) les saco la clara porque está llena de lectinas. Como algo de residuo le quedará me acostumbro de no comer huevo (o más bien, yema) muy a menudo por mucho multivitamínico que sea. La carne y los órganos ya hacen esta función.

Lo mismo con los lácteos.

Nunca beberé leche y menos del supermercado pero si tuviera que hacerlo lo ideal sería que fuera cruda y directa de la vaca. Aunque como digo yo no le veo el sentido a la leche. La leche mejor para el ternero que para esto fue creada. Esto ya es mi opinión de mi sentido común más que de ciencia.

Después hay la parte del queso que es interesante.

No acostumbro a comer, pero si no tengo acceso a un hígado de pasto de calidad, lo más probable es que tire por un queso:

  • De pasto.
  • De leche «cruda». Es decir, que sea de leche sin pasteurizar.

Los que hay en España y Estonia que cumplen esto son los quesos del tipo Parmigiano-Reggiano o los azules de Suiza y Francia.

Como regla general si el queso tiene un sello de protección conforme se ha hecho de forma tradicional, entonces estamos jugando sobre seguro. En el Parmigiano-Reggiano que he comprado en Estonia en el supermercado tenía el sello conforme se hacía de la forma tradicional.

certificado queso

No hace falta decir que me miré con lupa la web y todo el proceso para confirmarlo. Aunque no soy muy de lácteos porque me parecen poco naturales, si tenemos que incluir alguno que sea este tipo de queso de calidad.

A mi manera de verlo el queso es queso porque hay un microbio que está activo. Un microbio que se ha comido todo el azúcar y en este proceso se ha adherido a las moléculas de proteína. Es por esto que el queso es sólido. No líquido. Como nos hemos deshecho del azúcar, diríamos que nos hemos deshecho del problema potencial de la leche porque estaba ligado a una especie muy distinta a nosotros y ahí la cosa cambiaba.

Comer hasta la saciedad

Al igual que el resto de especies, lo bueno de la dieta carnívora es que podemos ser nosotros mismos en el sentido más natural de la palabra.

Haremos lo mismo que los otros animales cuando comen. ¿No limpiarnos los dientes? no me refiero a esto sino a comer hasta la saciedad. Hasta quedarnos que no queremos comer más.

Este es el último punto de qué comer en la carnívora. O más bien de cómo comer.

Las grasas y proteínas (las bases de esta dieta) son mucho más saciantes que los hidratos y combinadas harán que en 2 veces (algunos casos hasta 1 vez) sea más que suficiente para comer al día.

Con la dieta carnívora no hace falta contar calorías porque las hormonas juegan a nuestro favor.

Mi experiencia con esta manera de comer ha roto todos los paradigmas que me había hecho en la mente. ¿Cómo puede ser. que comiendo más calorías haya quemado grasa abdominal hasta verme los abdominales mientras aumentaba la fuerza en el gimnasio?

Tienen que ser las hormonas y la mejora de la flexibilidad metabólica.

No hay otra porque los pilares de la nutrición siempre nos han enseñado que a más calorías engordamos, y a menos adelgazamos. Pues toma caracoles (también permitidos en la carnívora), porque yo comía una dieta de 2.500 calorías para estar en mantenimiento.

Calculé que el primer mes de carnívora comí unas 3.000kcal (algunos días más) en sólo 1 o 2 platos diarios y adelgacé de la parte del medio mientras aumentaba fuerza en el gimnasio.

cómic masa muscular

Sin duda tendré que mirarme con lupa como puede ser que algo así suceda, pero me va genial para hilarlo con los mitos y mentidas que nos han estado repitiendo y nos hemos creído.

Sin fruta ni fructosa

Sé lo que estás pensando. Que con lo que hemos visto hasta aquí la fruta en teoría no debería ser ningún problema porque está creada para que nos la comemos… sí. Pero está diseñada para que nos la comemos en un entorno natural, no en la civilización humana. Veréis.

Algunos árboles han decidido crear fruta. La fruta tiene fructosa en vez de glucosa por un buen motivo, aunque ambas cosas son formas de azúcar.

La glucosa sube los niveles de insulina en primates y humanos, lo que hace que potencialmente nos suba también los niveles de leptina que es la hormona que bloquea nuestro hambre.

A más leptina, menos hambre tenemos. Lo que pasa… es que la fructosa no nos bloquea la leptina.

Esto significa que como resultado, el «depredador de esa fruta» nunca recibe señales biológicas de su cuerpo de que está lleno. Vamos, que seguimos comiendo.

No es casualidad que los simios sólo ganen peso substancial cuando la fruta está madura.

Con esto se genera un win-win tanto para el recolector com para el árbol frutal. El animal obtiene más calorías y como no tiene señales biológicas de que está lleno comerá más y más fruta. Lo que la planta gana aquí, es que se esparcirán más de sus semillas por el suelo y para que potencialmente crezca un nuevo árbol.

Tiene todo el sentido del mundo en un entorno natural en el que la comida es escasa. Te interesa acumular chicha y la comida dulce es dulce precisamente para que comamos el máximo posible.

El problema es que en el contexto de hoy en día del humano moderno, tenemos acceso a fruta las 24 horas del día los 365 días del año, cuando en la naturaleza sólo sucedería de vez en cuando que encontraríamos un árbol con fruta abundante y sólo durante una estación del año durante pocas semanas, si otro clan no se las había comido ya.

La dieta carnívora no es una religión. Yo si algún día de primavera me quiero comer algo de fruta fresca pues lo hago, pero poco sentido tendría que lo hiciera habitualmente.

Mitos de los estudios científicos sobre la carne roja

Llegados a este punto a muchos les entran los sudores fríos al pensar en comer tantas grasas saturadas vía carnes rojas, el colesterol, la fibra, la vitamina C, la falta de carbohidratos…

La carnívora suena a una dieta que seguiría un adolescente para sacar de quicio a su madre. Para crear drama e ir en contra de los preestablecido por nuestra cara bonita.

Y yo os quiero preguntar, ¿me podéis el por qué de las suposiciones de cada una de estas cosas?

O dicho de otro modo, ¿sabéis a ciencia cierta que no hay vitamina C en una dieta 100% carnívora? ¿sabéis que le sucede al cuerpo cuando comemos grasas saturadas? ¿sabéis por qué los cardiólogos buscan un colesterol LDL bajo? ¿lo saben ellos? ¿por qué decimos que la fibra es importante?

Si la respuesta a cada una de estas preguntas es «porque siempre nos lo han dicho así» o «porque es de conocimiento general» nos tocará una ducha de realidad.

¿Entonces que? ¿hay un complot? ¿una conspiración en contra de la carne?

No lo creo, aunque exista la llamada «industria del azúcar». Fijaros que no existe la «industria de la carne de pasto». Son todos granjeros pequeños o medianos pero no hay nadie que se haya apoderado de la mayoría de la «tierra pastable», más bien son los monocultivos.

Podríamos argumentar que una industria como la del azúcar puede haber movido algunos hilos para que tachemos la carne roja como el diablo y puede que haya parte de razón, pero creo que parte de la culpa es que hemos hecho de la nutrición un «juego del teléfono».

meme juego teléfono

Le dices una cosa a la oreja de alguien, esta persona a otra, y así sucesivamente. Cuando te vuelve a llegar a ti, lo que escuchas no tiene nada que ver en lo que habías dicho inicialmente.

La diferencia es que en vez de un juego estamos usando fondos público e inversión de miles de millones de euros para transmitirnos… mala ciencia.

La ciencia en la que queremos fijarnos (sobre cualquier tema) son los ensayos clínicos experimentales. Casi todos los dogmas de la carne por desgracia, han salido de la mal llamada «evidencia» que suponen los estudios epidemiológicos.

  • Los estudios epidemiológicos son los que correlacionan datos de distintas fuentes y se les asocia una causa. En cambio…
  • Los diseños experimentales es cuándo hay dos grupos controlados y sólo varía una cosa. Hay un control para estudiar las causas a fondo.

Un buen ejemplo de un diseño experimental sería uno que se realizó en una área rural de Ecuador. Cogieron a dos grupos de niños del mismo estatus socioeconómico, misma edad, mismo entorno en general. La única variable con los dos grupos es que a uno se le dio un huevo de gallina para comer cada día. ¿El resultado? mejor crecimiento y que mejoraron con un montón de marcadores de salud.

Al otro lado de la balanza tenemos estos estudios epidemiológicos que son el equivalente a ser un vago en el mundo de la ciencia. Estudios en los que en vez de montarte algo controlado, correlacionamos datos y proclamamos que esos datos son causales. Cuando en verdad son datos casuales.

¿Y por qué existen en primera instancia?

Muy fácil, por el rol del investigador. Los «investigadores científicos profesionales» tienen una cuota. Una cantidad de papers (también mal llamados «papers científicos») que tienen que publicar al año para mantener el estatus e investigadores, científicos o profesores.

A veces voy a los estudios publicados por X persona y te encuentras allí con 100-200-300 paper. ¿Cómo coj*nes esa persona va a ser capaz de hacer un estudio de calidad si ha hecho cientos? Ya os lo digo yo: no puede.

Esto es un problema enorme para la ciencia y para los ciudadanos de a pie como nosotros, que después leemos el titular del maldito estudio epidemiológicos y lo tomamos como si fuera verdad.

Recordemos: correlación no significa causalidad. Más bien deberíamos decir: correlación significa casualidad (tal vez).

Fijaros si podemos correlacionar datos sin sentido que había un artículo en un periódico que decía «ver pelis de Nicolas Cage aumenta el riesgo de ahogarse en la piscina».

relación nicolas cage

Claro que el artículo era de mofa, pero hacía hincapié en la peligrosidad de correlacionar gráficos que se parezcan y decir que una cosa causa la otra.

¿Estudios epidemiológicos? con pinzas, gracias. Por esto intento que no se me cuele ninguno cuando cito fuentes y referencias.

De lo contrario nos pueden llegar a relacionar que la bajada en una gráfica del consumo de sal concuerda con la bajada de divorcios. ¿Entonces qué? ¿a menos sal en mi comida menos posibilidad de que me divorcie?

Suena a ciencia ficción pero nos cuelan este tipo de datos a diario. La cuestión es tener titulares de clickbait en los periódicos online para hacerles clic en los anuncios.

gasto vs suicidios

Gráfico: lo que gasta Estados Unidos en ciencia y tecnología es casi idéntico al número de suicidio. Recordemos: correlación no implica causalidad.

Por culpa de estos estudios de poca calidad hay tanto escepticismo con el consumo de carne.

Vemos el típico «estudio» que estudia a un grupo que come sólo hot dogs, o pizzas para determinar algo. Después resulta que esas personas tienen una salud pésima y lo culpan a la carne del hot dog o pizza que seguramente también es de mala calidad. ¿Por qué? porque lo más probable es que esas personas también estén bebiendo Coca Cola y unas patatas fritas con su hot dog.

El último acompañamiento que nos pasa por la cabeza cuando pensamos en alguien comiendo pizza es que también lo acompañen con una ensalada.

Esto es lo que en estadística se conoce como «variables de confusión». Variables que afectan al resultado del estudio y no se tienen en cuenta.

Y eso sin contar que no es que sigan su consumo de cerca, si no que se hace con cuestionarios que los propios participantes tienen que corresponder. ¡Pero si la mayoría de gente no recuerda ni que desayuno ayer!

Estaremos todos de acuerdo en que hace faltan más diseños experimentales a largo plazo, ¿no? No estudios epidemiológicos.

A poder ser los estudios tendrían que ser las llamadas pruebas controladas aleatorias, en las que los participantes no saben qué variable se les está midiendo. Después ya al máximo nivel de evidencia tenemos los metanálisis, que son tal vez el indicador más cercano a una verdad científica. Lo que se hace es juntar todas estas pruebas controladas, y analizar qué tienen en común.

¿Os estoy contando toda esta mandanga sobre los estudios por el hecho de que aún no hay mucha ciencia validando la dieta carnívora? totalmente. Tenemos algo de evidencia poblacional, y estas muestras no es que sean pequeñas precisamente, pero no hay ningún estudio (y menos de largo plazo) sobre la carne.

Pero adivinad qué. Tampoco hay ninguno largoplacista sobre vegetarianos y veganos que sean pruebas controladas aleatorias.

Los que hay se han de cerca a poblaciones como los budistas o miembros Iglesia Adventista del Séptimo Día. Muestras de poblaciones que no comen carne, pero nos encontramos con el mismo problema de antes: esta gente no sólo no come carne. También viven sin estrés, con tranquilidad, en paz con su comunidad, con estilo de vida saludable haciendo ejercicio. ¿Cómo vamos a aislar que su esperanza de vida sea sólo por la carne?

De nuevo: variables de confusión.

Hay estudios de la dieta cetogénica que salen beneficiosos para nuestra salud si la seguimos a largo… ¿El problema? Que para la comunidad científica, «largo plazo» son 24 semanas.

No os preocupéis porque he vuelto a hacer de mamá pájaro. Engullendo información para escupirla con pedazos de información coherente.

mamá pájaro audiencia

Como no tenemos estudios largoplacistas sobre una dieta específica, lo que haremos será desmentir una por una las principales preocupaciones de alguien que se estaría planteando probar la dieta carnívora durante un tiempo, y miraremos que dice la evidencia (real).

Colesterol

Para empezar si le decimos a un doctor que vamos a comer sólo carne nos dirá que estamos locos y lo primero que nos dirá es que el colesterol se irá por las nubes.

Y tiene razón.

Ahora ponemos cara de tontos y le preguntamos: ¿qué es el colesterol? la mayoría no sabrán respondernos porque se lo toman sólo como una métrica. Un rango de números al que un paciente tiene que llegar para estar sano. Si sube o baja de cierta cifra, le dan una pastilla. Le preguntamos el «por qué» y la mayoría no sabrán respondernos.

Yo he dejado de mirar mi colesterol LDL porque no me importan estos niveles. Lo hemos tenido encajonado como el malo de la película, pero nada más lejos de la realidad.

El colesterol es una pequeña molécula esencial para la vida.

Es tan y tan importante que si no la comemos, el cuerpo la creará por él mismo. O en otras palabras: si no tuviéramos nada de colesterol… moriríamos.

LDL es el tipo de colesterol al que (mal) llamamos «malo» porque supuestamente causa enfermedades del corazón. Eso dicen esos cardiólogos que sólo se lo miran como una métrica.

La mayoría de webs de medicina o de recomendaciones oficiales le ponen esta etiqueta de villano, pero recordemos que son las mismas fuentes que en la base de la pirámide alimenticia ponen al trigo y un montón de carbohidratos.

pirámide nutricional

¿Por qué se vinculó niveles altos LDL con enfermedades del corazón?

Todo empieza con el doctor Ancel Keys. Bueno de hecho no había estudiado nada de medicina, tenía un grado de zoología. Pero al parecer era todo lo que hacía falta para crear estudios.

En la década de los 50 empezó a investigar el efecto de este tipo de colesterol en la dieta y desarrolló la llamada «hipótesis de lípidos» y los supuesto efectos nocivos LDL para el corazón. El problema con esta hipótesis del señor Ancel Keys, es que sus modelos para estudiar esto fue desarrollado con… conejos.

Sí, conejos… un herbívoro.

Un animal que no tiene capacidad fisiológica para procesar grasas o grandes cantidades de proteína.

En un universo paralelo seguro que hay un Planeta donde este modelo se hizo con tigres y se les dio una dieta vegana y ahora todo el mundo está consumiendo una dieta carnívora… sería exactamente lo mismo.

Si estuviéramos aceptando la premisa de que la grasa saturada es mala, entonces también tendríamos que aceptar que los niveles altos de colesterol «malo» LDL también es malo.

En resumen, muy mala ciencia por parte de este señor, y claro, no había internet para que nada lo debatiera…

Si volvemos a la ciencia actual, vemos que se han comprobado varios estudios recientes sobre LDL y las posibilidades de morir por cualquier causa, y en 13 de estos estudios encontraron que había una relación inversa entre el nivel de LDL y posibilidad de muerte.

Es decir, que a más LDL, más longevidad.

Aún así es verdad que hay dos maneras principales en el que nuestro colesterol LDL se puede dañar y entonces sí nos llegue a ser perjudicial.

  • Glicación: que es un proceso donde el azúcar se adjunta a nuestro LDL.
  • Oxidación: que para decirlo en términos sencillos vendría a ser que la molécula se oxida y cada vez es menos eficiente.

Cuando esto sucede entonces en los análisis de sangre nos saldrá que tenemos un LDL «poco denso». Algo que no queremos, pero ya veis por dónde van los tiros y que situación nos daña el LDL, ¿no?

Exacto. Tener el azúcar alto es malo para nuestro colesterol y la alta oxidación también lo es. ¿Y qué nos da azúcar y oxidación? los malditos carbohidratos de los coj…

Por eso cuando hablé a fondo de la flexibilidad metabólica comenté que es una mala idea una dieta alta en hidratos, pero aún peor una en la que haya mucha grasa y muchos carbohidratos a la vez.

¿Por qué culpar a los carbohidratos y no a la carne?

Porque vivir sin carbohidratos en una dieta cetogénica es sano (#198), por todo lo que causan los hidratos en si mismo a largo plazo.

Personalmente me fijaría más en la proporción de triglicéridos a colesterol HDL y a tener un Patrón B de la subfracción de LDL que indicaría que no hay riesgo cardiovascular.

Suena a chino, pero en lenguaje a ninja lo que intento decir es que ni miro mis niveles de colesterol porque el colesterol alto no es malo (bajo cierto contexto).

Vitamina C

Y ahora… un truco de magia.

Voy a adivinar vuestra segunda preocupación más grande en esta locura que parece el hecho de sólo comer carne: mhmmm la vitamina C.

Igual que en una dieta vegana lo primero que se pregunta todo el mundo es: ¿de dónde sacas la proteína? o ¿de dónde sacas la vitamina B12?

En una dieta carnívora lo primero (o segundo) que nos preguntarán es ¿de dónde sacas la vitamina C? pues bien, primicia para vosotros:

Podemos obtener más que suficiente vitamina C en una dieta de sólo carne.

El mito de que la carne no tiene vitamina C viene dada por nuestra historia. Sabemos que a los navegantes les pillaba escorbuto y se les caía los dientes y la piel por falta de vitamina C. El famoso escorbuto.

La comida que llevaban la mayoría de estos barcos eran montones de cereales y por lo tanto falta de vitamina C. ¿Llevaban carne? Sí, pero carnes secas. Vamos, carnes con un montón de estrés oxidativo.

Comparémoslo ahora con eventos de la misma época: las guerras napoleónicas. ¿Sabéis que se utilizaba para tratar el escorbuto en las guerras napoleónicas? carne fresca de los caballos muertos en batalla.

Esto lo hemos sabido de hace unos 200 años ya: que la carne fresca se ha utilizado para curar el escorbuto porque sí tiene vitamina C.

«Pero un momento Pau, he buscado en Google información nutricional de la carne y me sale que tiene cero vitamina C».

Cierto. Entonces qué, ¿está mal? ¿nos están mintiendo? ¿os estoy mintiendo yo? Si miramos las tablas nutricionales oficiales donde nos sale que la cantidad de vitamina C que tiene la carne, en pequeño sale «cero gramos asumidos«, o sea que ya ni de entrada se analizó.

Con nuevos análisis vemos que  hay vitamina C en la carne fresca. En microgramos tenemos:

  • Aproximadamente 16 mcg/g en carne industrial alimentada con grano.
  • Y unos 25 mcg/g en carne alimentada con pasto.

Aquí alguien nos dirá «bueno no importaaaa porque la cantidad de vitamina C en la carne y órganos es muy baja comparada con la naranja o el kiwi».

Aquí va una bofetada iluminadora porque existe una cierta cantidad recomendada de gramos, de porcentaje de vitamina C que tenemos que consumir según estas tablas nutricionales: la famosa «cantidad diaria recomendada». Pero resulta que estas tablas están basadas en dietas más tradicionales que como hablamos en las mentiras y verdades de los carbohidratos (#181), son dietas con muy poca carne y mucha glucosa constante.

¿Os acordáis del caso de las espinacas y oxalatos? estamos en una situación similar, donde la cantidad diaria recomendada nos importa una mier*a porque resulta que los carbohidratos, la glucosa compite con la vitamina C por respuesta y absorción.

Es decir, que en una dieta tradicional (alta en hidratos) necesitamos mucha más vitamina C porque ya de por sí consumimos muchos carbohidratos. Si bajamos los hidratos, nuestra necesidad de vitamina C se reduce dramáticamente.

Como la dieta carnívora es una dieta keto, no hay hidratos que compitan por los transportadores de vitamina C y por lo tanto necesitamos mucha menos.

Que se lo digan a todos aquellos que llevan años en carnívora. ¿Casos de escorbuto, de deficiencia de vitamina C? cero.

Y la magia de la carne en la vitamina C no termina aquí, porque esta vitamina se utiliza para producir «carnitina» que es una molécula involucrada en la metabolización de las grasas.

No sé si os day cuenta del nombre: carnitina.

La «carnitina» a secas se encuentra exclusivamente en la carne. No hay ningún alimento del mundo vegetal que la tenga, por lo que si no estamos comiendo carne entonces necesitamos mucha más vitamina C para ayudar a nuestro cuerpo a sintetizarlo.

¿Y si estamos comiendo mucha carne? lo habéis adivinado. Habrá un efecto de ahorro del cuerpo de la vitamina C.

Fijaros que la dieta carnívora se basa en mucha densidad nutricional pero sobretodo mucha biodisponibilidad y absorción haciendo que nuestro cuerpo sea lo mas eficiente posible.

Microbiota

No podemos hablar de absorción sin tocar el tema de la microbiota. La fora. Esos bichitos que nos ayudan a absorber nutrientes. Una relación de simbiosis com Venom, el anti-villano.

Hay un montón de afirmaciones no científicas sobre este tema, porque las bacterias que viven con nosotros no se empezaron a tomar en serio hasta hace pocos años.

Por la inflamación que tenía me compré un libro que os recomiendo si os interesa la microbiota que me parece súper completo a la vez que fácil de entender.

La ciencia aún no sabe mucho en general de esta flora, pero lo que sabemos es que algunas de esas bacterias que tenemos en la barriga están asociadas a la salud metabólica y esa maravillosa flexibilidad metabólica de la que tanto hablo.

La clave aquí es que la microbiota está asociada pero no es la causante.

Sobre el 90% de las bacterias que tenemos en la panza, las podemos clasificar entre dos categorías y sabemos que tener más de una y menos de otra nos hace mejorar la salud metabólica.

¿Sabéis de dónde sale esta afirmación, esta ciencia? pues de estudios españoles en Valencia. Estos científicos españoles encontraron evidencia de que la diversidad de bacterias intestinales podría afectar negativamente la salud.

Revisaron con lupa muchos hallazgos a lo largo de la literatura científica que parecía mostrar que si se cambiaba la microbiota intestinal de una manera más balanceada empezaban a salir problemas mentales, por ejemplo.

Pero como os digo, esto el mundo de la investigación en la microbiota es muy nuevo y aunque estos estudios darían soporte a la idea de que el «balance» (otra vez) no es la solución, no nos lo podemos tomar como algo concluyente.

cómic longevidad

Los investigadores mismos dijeron que antes de empezar a hacer intervenciones en humanos para llegar a una conclusión tenemos que entender más la microbiota en general.

Pero si en el balance no está la respuesta, ¿podéis adivinar qué tipo de dieta mejora este incremento del tipo de bacteria beneficiosa? La dieta cetogénica que es exactamente lo que la dieta carnívora promueve porque al fin y al cabo es una dieta cetogénica: con cero carbohidratos.

Nuestra microbiota cambia en 24 horas según lo que comamos, o sea que el hecho de empezar a probar si la dieta cetogénica es para nosotros hace que potencialmente podemos ver cambios a mejor en muy poco tiempo. O al menos ver si nos sentimos mejor de digestión. Joer, es lo que me motivó a probar a mí la dieta carnívora durante un mes y seguir con ella.

Claro, cuando ves tantas mejoras físicas te planteas si realmente querrás volver nunca a lo que comías antes.

Fibra

¿Qué otra mejora hay en la carnívora? pues la necesidad de ir al baño. La fibra que preocupa a todo el mundo. La fibra sólo viene de plantas, esto nadie lo discute. No hay nada de fibra en ninguna fuente animal.

¿Cómo voy a estar sano si no hay nada de fibra en la carnívora?

Sólo tenemos que echar un vistazo a los bebés para darnos cuenta de que no tenemos que incluir fibra a nuestras dietas para ir a ver al señor Roca, de vientre.

Si la fibra fuera necesaria, ¿por qué no hay en la leche materna? acordémonos que los bebés hacen cambiar los pañales 5-6 veces al día.

Lo que nos dice la evidencia es que la fibra es absolutamente innecesaria para poder hacer mier*das del tamaño del sombrero de un picador (como diría Ernesto Sevilla).

Un estudio muy bueno que he encontrado seguía a 62 pacientes con síntomas severos de estreñimiento: vamos que no podían cagar. Los separaron en dos grupos para ver qué dieta les daban los mejores resultados.

  • Dietas con nada de fibra
  • Dietas con un porrón de fibra

En el grupo sin fibra les dijeron a los sujetos que se había acabado comer vegetales, cereales, grano, arroz, pan, verduritas, frutas ni nada. Que si querían ir al baño no podían hacer como Steve Jobs que sólo comía fruta.

Vais a flipar porque de los participantes de pusieron en el grupo de «cero fibra», todos los 41 sujetos pudieron ver cómo sus deseos se cumplían, y podían por fin liberarse del peso que tenían dentro. Literalmente (yo alguna vez me he pesado antes y después de ir al baño por curiosidad…).

Dejaron atrás los síntomas de dolor, hinchazón, sangre… y esto  fue estadísticamente significante porque era un estudio muy bien estructurado.

Por otro lado no he encontrado ninguna fuente que nos hiciera pensar que la fibra es necesaria para ir al baño. A ver, si vamos al baño pero no de la manera que tendríamos.

Veréis, buscando información sobre todo esto me encontré con una presentación del Dr. Paul Mason que a parte de apoyarse con un montón de estudios, hizo analogía que me pareció super acertada.

Ya sabéis que me encanta cuando tanto la ciencia como el sentido común tienen sinergía.

¿Tenía sentido el funcionamiento de la fibra? Si lo pensamos, el estreñimiento es básicamente tener problemas pasando algo a través de un pequeño agujero (del ano, vamos), y sabemos que la fibra lo que hace es acumularse más y más para incrementar la masa del zurullo porque pasa por el sistema sin digerirse.

Así que, ¿tiene sentido¿ ¿de verdad creemos que incrementar el tamaño de una cosa hará más fácil que pase por un agujero pequeño? es como poner más coches en un atasco esperando que se solucionará.

Yo lo viví en mis carnes (literalmente) no hace mucho, antes de entrar a probar la dieta carnívora.

Estaba haciendo una dieta cetogénica incluyendo todo de productos vegetales. Empecé con un poco de estreñimiento y como más fibra metía, más tenía que apretar para que saliera la «sorpresa».

Fue entrar en la carnívora y empecé a ir al baño de forma regular, os lo juro. Eso sí, tuve que pasar un par de semanas bastante mal de diarreas que leí que es algo por lo que acostumbran a pasar todos los novatos por temas de el colon adaptándose.

Mi baño ese primer par de semanas parecía Hiroshima y Nagasaki.

Proteína

Muchos piensan que la verdadera bomba es «tanta» proteína para el hígado.

Tenemos que pensar que si los argumentos antropológicos del humano prehistórico carnívoro me convencieran, ¿cómo podía tener sentido toda la proteína diaria que de forma natural terminaría consumiendo? ¿en verdad era malo?

Fue cuando indagué un poco en la «literatura» que me encontré con la respuesta.

Hay distintas recomendaciones de gramos de proteína que tenemos que consumir al día, pero las instituciones dicen que la media debe ser de 0,8 gramos por peso corporal.

Ya hemos visto el «buen» trabajo que se hacen con estas recomendaciones oficiales con el tema de las espinacas, el calcio, la vitamina C y todo este tinglado.

¿Y si os dijera que incluso más proteína fuera necesaria para tener una salud óptima?

La razón por la que estas guía subestiman la cantidad de proteína, es que la proteína tiene dos funciones en nuestro cuerpo.

  • Una: es usada para construir. Construye por ejemplo músculos y huesos.
  • Dos: la proteína también está vinculada en actividades enzimática, en reacciones enzimática.

Las enzimas son pequeñas proteínas que causan reacciones de todo tipo en nuestro cuerpo. Las necesitamos para funcionar.

Cuando se analizó la cantidad de proteína que necesitamos, no se calculó esta segunda función. Sólo analizaron el coste proteico que necesitamos como constructores. ¿La consecuencia? subestimar la cantidad de proteína que necesitamos para funcionar bien.

Con un poco sentido común es fácil de ver que no tendría ningún sentido meterse un atracón de proteína. En una dieta carnívora siempre tenemos que buscar la grasa porque al fin y al cabo es nuestra fuente de energía principal.

Las grasas son los troncos de madera que echamos al fuego de nuestra energía para que se vayan quemando lentamente.

Si entendemos esto entenderemos la manera de comer de las tribus indígenas y nuestros antepasados.

Priorizando y anhelando las partes del animal con más densidad nutricional. Empezando por los órganos, después pasando a las partes más grasientas y si queda tiempo antes de que vengan los leones, pues se meterán el festín de las proteínas, pero nunca es al revés.

Es verdad que existe un exceso de proteína que podemos absorber, pero lo vemos en casos muy aislados como los primeros exploradores del «Nuevo Mundo», que tuvieron esos síntomas al consumir carne salvaje magra en exceso. El famoso «síndrome de hambre del conejo» que no es el mismo que pasan algunos hombres durante el verano…

Es la causa de comer muchísima masa magra. Náuseas y diarreas llegando a la muerte en pocas semanas. ¿Por qué les sucedía? por comer tanto conejo (que suerte algunos). Claro la carne de conejo no tiene grasas, entonces es el resultado de la incapacidad del hígado para regular suficientemente la síntesis de urea para llegar a grandes cargas de proteína.

Pero si priorizamos las grasas y partes del animal densas en nutrientes es imposible tener exceso por una razón muy sencilla. La sensación de saciedad.

Probad de comer medio kg de panceta. Nauseas a más no poder. Vomitaréis antes de que os entre algo más.

A mi modo de ver si ya somos capaces de separar las mentiras de los hidratos y las grasas, todo empezará a cobrar sentido en la dieta carnívora.

Empezamos comiendo lo que sea más nutricionalmente denso, después a las partes más grasas y a ver si alguien le entra algo más.

Ventajas de la dieta carnívora

Hemos visto por qué la carnívora es la mejor dieta antiiinflamatoria. Con ella sacamos del medio montones de toxinas, pesticidas y antinutrientes pero esta dieta no se queda aquí… y yo tampoco.

Muchos me habéis discutido que «hay que comer de todo» con una «dieta balanceada», ¿y sabéis qué? estoy de acuerdo.

El problema es que cuando algunos dicen «dieta balanceada» se refieren a balancear comida, y yo me refiero a balancear micronutrientes.

Esto es lo que hace exactamente la carnívora.

Más absorción de los nutrientes

El problema con las dietas «balanceadas en tipos de comida» es la absorción, y esta es una de las ventajas donde una dieta de sólo carne sale ganadora.

Si no estamos absorbiendo nutrientes eficientemente al final «comer omnívoro» sale más caro que comprar sólo carne. Tanto desde un punto de vista económico como nutricional.

Cuando nos llega el nutriente X en el intestino, ahí se romperá en partes pequeñas y cruzará el muro del intestino donde puede ser chupado por el cuerpo.

Pero…

Si tenemos inflamación del muro del intestino, lo más probable es que la absorción no sea total.

célula anabólica

Como la transformación de célula de Dragon Ball.

Ahí es donde algunas de esas proteínas que hace nada mencionábamos como las lectinas, causan la inflamación del intestino y que se sostenga en el tiempo.

Estuve más de 1 año viviendo así y no se lo deseo ni a mi peor enemigo.

Enemigos o no, más personas de las que nos imaginamos están al borde de enfermedades autoinmunes por culpa de esto. ¿Al borde de qué?

Una enfermedad autoinmune es cuando el cuerpo empieza a atacarse a si mismo.

Como cuando coges la mano de un niño y empiezas a hacer que se pegue a si mismo. Exactamente igual.

Si pillamos una infección de cualquier nivel, el cuerpo verá los microbios y los juzgará como si fueran políticos catalanes. Nuestro cuerpo dirá: «no eres parte de mí» y creará lo que se conoce como una respuesta inmune contra estos microbios. Para defenderse suelta una armada de anticuerpos que son como pequeños misiles. Como pequeños asesinos para ese virus.

anticuerpo vs virus

El problema es que en alguna ocasión podemos encontrarnos con que esta respuesta inmune se vuelve to-loca.

En vez de crear anticuerpos que ataquen parásitos, virus, bacteria y todo inmigrante por nuestro cuerpo como si fuera la frontera con Marruecos, lo que puede pasar es que ataque nuestras propias células sanas. Nuestro propio cuerpo.

Hay muy buena evidencia de que estas proteínas que encontramos en abundancia en plantas (lectinas, por ejemplo), pueden apretar el gatillo respuestas autoinmunes a través de algo llamado mímica molecular.

En esta ráfaga, el cuerpo no se mira la bacteria en particular que ha entrado a nuestro sistema, pero la «firma molecular». O sea, pequeñas secuencias de moléculas en el código de esa bacteria.

Claro, si nos metemos un par de brócolis con estas proteínas malas, y tienen parte de este código similar, entonces el cuerpo lo interpreta como enemigo.

¿Es nuestro cuerpo estúpido? ¿por qué se pega a sí mismo? no es que seamos tontos, sino que la culpa es de las plantas porque tienen estas proteína tóxicas precisamente para defenderse y que el cuerpo reacciona a ellas.

Una vez se ha disparado esta mímica molecular «nos podemos atacar» (a nosotros mismos) a los tiroides, hasta llegar, por ejemplo, a la enfermedad celíaca, afectar al páncreas, activar diabetes, podría afectar a nuestros ligamentos, etc.

Nos hacemos a la idea, ¿no?

¿Por qué la dieta carnívora funciona tan bien como dieta antiinflamatoria? Por esta eliminación. Eliminar todos esos componentes tóxicos que tal vez nuestro cuerpo sería capaz de tolerar en pocas cantidades o en caso de necesitar alimentarnos de emergencia pero que le damos casi a diario.

Lo hemos visto por los sistemas biológicos que acabamos de ver, y para los que por desgracia hemos vivido hinchazones heavies, inflamaciones chungas, también lo hemos visto en nuestras carnes (literal).

Sin inflamación ni hinchazón

La inflamación no es cosa de broma.

Podríamos decir que la mayoría de enfermedades que encontramos hoy tienen su raíz en una inflamación continuada e innecesaria del cuerpo por todo esto que acabamos de ver.

Casualmente, todas estas enfermedades han ido aumentado a medida que hemos ido comiendo más carbohidratos constantemente.

La inflamación por sí misma no deja que el cuerpo trabaje de manera óptima y un buen ejemplo de esto es el hierro. Por esto hay tantas personas deficientes de hierro, cuando en verdad no es que consuman poco.

En la evolución del ser humano no hemos sido expuestos a enfermedades autoinmunes hasta recientemente. La única cosa que nos había preocupado en esas épocas prehistóricas habían sido las infecciones.

Vamos, que la causa predominante de nuestros cuerpos hasta hace poco sólo han sido infecciones. Cuando nos inflamamos, la respuesta del cuerpo es decir:

«Un momento, tal vez aún hay bacterias por aquí. Las bacterias necesitan hierro para proliferar, así que voy a retener mi hierro para que las bacterias no puedan usarlo y esto me ayudará a matar estas bacterias».

A nivel de naturaleza tiene todo el sentido del mundo. ¿El problema? pues que mientras el cuerpo se guarda el hierro para no alimentar las bacterias, también evita usar hierro por su propio beneficio.

Vamos, que quizás tenemos mucho hierro en el cuerpo pero está «secuestrado» por culpa de esta inflamación prolongada.

Pero, eh. Las analíticas salen genial. Los médicos nos dicen «tienes suficiente hierro», pero el cuerpo no lo puede usar porque tenemos una inflamación constante de caballo que hemos aceptado como parte de sentirnos así.

Y el hierro es sólo la punta del iceberg de lo que significa tener inflamación. Una inflamación causada tanto por las plantas, frutos secos y todas estas toxinas como las lectinas que hemos visto.

El consumo constante de vegetales ha hecho que acumuláramos substancias más tóxicas que mi ex, y hemos dejado que el cuerpo se vaya enfermando sutilmente.

Para mí lo peor de esta acumulación de «polución» fue la niebla mental que se produce. Una bajada de energía generalizada.

Estar en cetosis nutricional

Por suerte otro beneficio de la dieta carnívora es que estamos en cetosis. Al no usar hidratos nuestro cuerpo literalmente coge las grasas, las oxida y las convierte en cetonas que son esa especie de substituto de la glucosa.

¿En qué se traduce esto? pérdida de peso, más rendimiento atlético y cognitivo. Se ha demostrado que estando en cetosis tenemos efectos:

Normal que se haya usado esta manera de comer en prevención de enfermedades del corazón, cáncer, Alzheimer, epilepsia, Parkinson y más.

Vamos, que con la carnívora tenemos todos los beneficios de la dieta cetogénica (de tener cetonas constantemente) pero encima las ventajas de sacar antinutrientes y toxinas de las plantas, y pasamos a comer el alimento que el ser humano comía de forma predilecta durante miles de años.

Menos comida pero más saciado

El humano prehistórico comía carne en su mayoría precisamente por la sensación de saciedad. La saciedad no es necesariamente llenarse la barriga pero sentirse saciado a nivel hormonal. Algo que sucede cuando el cuerpo está completo a nivel de nutrientes.

La carne es saciante, nos hace sentir llenos. Tiene buen sabor pero a la vez no tendemos a sentirnos tentados de comer de más. En exceso.

Al otro lado de la balanza tenemos, la pizza, el helado, la pasta o hasta la fruta que sin darnos cuenta… ¡ops! hemos comido más de la cuenta.

Pocas personas se meten unos chuletones de más por accidente.

El Dr. Layne Norton dijo: «Si te doy un plato de 200 gramos de patatas fritas te estoy llenando de calorías… pero si te doy 200 gramos de carne, vas a sentirte mucho más saciado por la grasa y la proteína además de todos los micronutrientes que tendrá».

Expandiré en las hormonas del hambre y la saciedad porque nos ayudará a entender porque la carnívora nos hace comer sólo lo que el cuerpo necesita en ese momento. El resumen es que debemos mantener un orden adecuado de:

  • Comer primero los alimentos más nutricionalmente densos, por ejemplos los órganos tipo hígado.
  • Después nos movemos a las partes grasas que son nuestro combustible principal.
  • Finalmente si aún tenemos algo de hambre podemos llenarnos de toda la proteína que queramos y ahí no tardaremos mucho a no querer comer más.

No es casualidad que yo mismo, de 3 veces al día, las primeras semanas de carnívora terminara comiendo 2 veces y al poco tiempo me encontrara que mis 2 comidas estaban muy cerca la una de la otra porque pasaba muchas horas saciado.

¿Que hice? pues de forma natural 2 comidas se terminó convirtiendo en una.

Dientes más sanos

No sólo fueron el estómago y mis hormonas de la saciedad que volvieron a regularse como debía. Todo carne (como el tipo de kebabs) significa nada de azúcares o hidratos lo que de forma natural también significa más salud dental.

¿Por qué han encontrado pocos problemas dentales en los restos de nuestros antepasados? ¿Podría ser que fuera porque tenían los mejores dentistas?

Me imagino a un neandertal con una bata hecha de piel de hiena picando con un mazo la boca de otro hombre. Seguramente lo hacían… pero para sus enemigos.

El verdadero enemigo de nuestra sociedad en lo que salud dental se refiere, lógicamente han sido los hidratos. Esto lo vemos en 2 momentos históricos: al inicio de la agricultura, y hace 200 años cuando aprendimos a extraer el azúcar.

En la naturaleza, un animal que pierde sus dientes, poco tiempo durará vivo.

También tenemos más muestras poblacionales prehistóricas que nos dicen lo que sucede cuando la mayor parte de la dieta son… hidratos.

Restos de poblaciones hace unos 9.000 años nos mostraban estos problemas dentales precisamente por comer mucha fruta y miel que hicieron desaparecer a estas civilizaciones.

caries de ancestros

De vez en cuando consumían pescado, algo que es súper anti-caries y que incluso se usa en la pasta de dientes de hoy en día, pero ¿cuáles eran los alimentos principales de estas tribus de hace miles de años? fruta y miel.

Podemos ver una relación directa con la caries y las comunidades donde se ha consumido más frutas, bayas y miel.

O sea que sí, otra ventaja de la carnívora: más salud dental.

Dormir mejor

Pero lo que más me ha flipado de la dieta de sólo carne es lo bien que duermo.

Ya sabéis que soy un freak de la salud del sueño y por esto de hace unos años tengo un anillo que mide mi calidad del sueño precisamente para analizar lo que me va mejor y peor para mejorar mis métricas y por lo tanto mi sueño.

Os voy a ser sincero porque por más que he buscado los motivos que me han hecho dormir mejor desde que soy carnívoro no he encontrado nada específico.

Mi teoría es que es todo lo que hemos visto hasta ahora, combinado, hace que duerma mejor:

  • Menos inflamación
  • Menos carbohidratos
  • Mejor balance hormonal
  • El hecho de comer muchas menos veces (he terminado comiendo una vez al día) y no ir a dormir ni con hambre ni con la barriga llena

Lógicamente ninguna de estas cosas sería muy relevante si no tuviera cierta «higiene del sueño» como es ir a dormir pronto y a la misma hora cada día, no mirar pantallas azules para aumentar el sueño profundo y demás.

Desde el día 1 de empezar a comer así, lo primero que noté fue una mejora de mis pulsaciones en reposo.

pulsaciones reposo carne

¿Para qué quiero mejores pulsaciones en reposo? es sinónimo de un sueño más reparador y de recuperación para el día siguiente. Foto: día que empecé a comer sólo carne.

Pero no no fue la única mejora.

Dos de los marcadores con los que más había luchado para mejorar mi calidad del sueño fueron los marcadores de «restfulness» y la cantidad de «movimientos» que hago mientras estoy durmiendo.

Al empezar a comer así este «restfulness», este «descanso» me empezó a salir como «bueno» por primera vez desde que compré el anillo hará cosa de 2 años.

Lo mismo con la cantidad de movimientos que hago durante la noche. El anillo que tengo marca mis movimientos con unas rayitas. Igual que un adicto a las drogas, como más alargada sea la raya… peor. Ralla larga = moverse mucho.

Con la carnívora se me hicieron las rayitas súper pequeñas. Por algún motivo que no puedo explicar, estoy menos agitado.

Pérdida de peso

Hablando de rayitas. Rayitas las que me vi en mi cuerpo que hacía años que no veía. Estoy hablando demás definición de mi cuerpo, más seco.

La bajada de inflamación jugó un papel importante, pero mientras que mantuve las mismas 2.500 calorías de la dieta (pero con fuentes carnívoras, claro) la grasa se me empezó a ir.

Lo que más me flipó fue el hecho de que seguí subiendo marcas de fuerza en el gimnasio con mi plan para ganar músculo.

Mi conclusión es que baje de peso definiéndome a la vez que aumentaba fuerza y creaba músculo. También creo que tiene que ver con esta sinergía de mejor descanso, más recuperación y sobretodo mejor balance hormonal.

Siempre he tenido tendencia a estar delgado o sea que lo de subir volumen muscular me ha preocupado constantemente. La teoría es que siempre y cuando esté en superhábitat calórico, podré subir de volumen muscular igualmente estando en carnívora así que en nada tocará experimentar con esto e ir comentando los progresos en la comunidad.

Desventajas de la dieta carnívora

Llegados a este punto también nos tenemos que poner el sombrero de la objetividad. Ya sabéis que si me equivoco o cambio de opinión no tengo problema en retractarme. Como cuando dejé de ser vegano y pasé a la carnívora.

Si decidí pasarme a la carne fue porque (obvio) consideré que las pros sobrepasaban los contras, pero quien me lea o escuche no tiene porque llegar a la misma conclusión.

Para mí las desventajas desaparecen cuando la carnívora se hace con pies y cabeza, o más bien dicho: se come el animal de los pies a la cabeza: no sólo los músculos pero también órganos y pescado como haríamos si nos dejaran en la naturaleza como un Mowgli.

Toxicidad si se hace mal

La desventaja más grande que le veo es que una mala dieta carnívora es el doble de mala que una mala dieta omnívora.

Si comemos sólo bistec o sólo pechuga de pollo nos puede matar. Tal cual. Una dieta baja en carbohidratos mal hecha puede llevar a niveles bajos de ácido fólico que no es otra cosa que una vitamina B que ayuda al cuerpo a crear células nuevas.

Pero de nuevo, si no nos olvidamos de comer hígado de vez en cuando o incluir yemas de huevo de gallinas de pasto, no deberíamos tener problemas de ácido fólico.

El otro lado de la balanza está comer demasiado hígado. Rollo a diario que nos puede suponer un exceso de vitamina A. Raro sería el caso de la naturaleza en el que un humano cazador se coma un hígado entero (o incluso parte de él) cada maldito día. No.

Tampoco lo comería cada 2 semanas. No tengo una «agenda de órganos» sino que simplemente pienso «hoy me apetece hígado». Pensemos que el exceso de una vitamina es súper raro en la naturaleza. En cambio es mucho más común tener «sobredosis» de suplementos vitamínicos que nuestra industria ha creado.

Nunca me ha preocupado la toxicidad de una vitamina en la carnívora porque hay ese balance si comemos todas las partes.

La toxicidad de vitamina A no viene dada por tener mucha vitamina A a secas (lógico es un factor, pero no el único), sino que viene dado por la falta de vitaminas D3, K, y E.

Digamos que todos los micronutrientes del cuerpo hacen como mi rutina del gimnasio: hacen tirón-empuje. Como un balancín de esos para 2 de los niños.

balance vitaminas

También hay el debate de la vitamina C, que ya os he comentado estoy convencido de que tenemos más que suficiente, pero algunos seguirán escépticos de que necesitamos más. De que tal vez hay suficiente vitamina C para no tener escorbuto pero no para que el cuerpo haga otras funciones.

Mi opinión personal es que no lo creo por lo que ya he comentado. Siempre que nos comamos vísceras, hígados, riñones y órganos, estaremos bien.

La falta de balance también puede aparecer por falta de calcio si sólo se come carne. Yo incluyo pescado a menudo, sobretodo sardinas y también quesos de los duros, bajos en lactosa. También comenté por qué elegía Parmigiano-Reggiano y como no es necesario el queso, pero lo hago por más variedad y para no estar con los mismos tipos de pescado.

Así que, ¿existe la posibilidad de tener deficiencias nutricionales en una carnívora? sí, si se hace mal y no se combinan las varias partes del animal.

Si sólo comemos pechuga de pollo o bistec, mal lo vamos a pasar.

Pero también os digo que es más fácil es tener carencias nutricionales en una dieta vegana. Dieta en los que necesitarás suplementos sí o sí para no tener deficiencias.

Después veis a estos gurús e influencers veganos promocionando montones de suplementos.

Pero la carnívora no es fácil.

Las primeras semanas son difíciles

Uno de los motivos por los que algunos que decidan probar la carnívora lo dejarán será por las primeras semanas. Por varios motivos.

Primero porque si alguien está comiendo una dieta alta en hidratos y de pronto se pasa a una carnívora, estamos hablando de que estará forzando a que su cuerpo funcione con cetonas (con grasas como fuente principal) y si llevamos décadas usando glucosa como fuente de combustible principal, pues nos estamos poniendo en un pequeño «shock». O en otras palabras: la «gripe keto».

Si somos capaces de no sucumbir y ceto-adaptarnos, ya sean 2, 6, 9, 12 semanas, saldremos al otro lado más fuertes que nunca (#198).

Las malas noticias es que no sólo se hace difícil por el cambio de combustible.

El primer par de semanas de estar en cetosis me levantaba varias veces para ir al baño a mear porque el cuerpo estaba sacando glucosa. Fue a partir de los 2 meses que me di cuenta que ya no me levantaba para ir al baño la mayoría noches.

Estreñimiento

Hablando de ir al baño, voy menos veces a la semana desde que estoy en carnívora y esto puede asustar. Puede asustar inicialmente, hasta que te das cuenta por qué no sacamos mi*rda tan a menudo.

Primer, ¿estamos seguros que tenemos estreñimiento?

Si indagamos en la literatura científica nos damos cuenta que es el resultado de que el cuerpo absorba más los nutrientes. hace que simplemente necesitemos ir menos al baño. Hay más absorción por lo tanto más biodisponibilidad.

En una dieta omnívora hay montones de fibra que no el cuerpo no digiere y residuos de plantas que nuestro cuerpo serrano no puede esperar sacar de allí lo más pronto posible.

Así que no confundir el estreñimiento con la falta de necesidad para ir al baño.

Pueda que sí haya un poco de estreñimiento si no tenemos nuestra carnívora del todo balanceada. Hay que asegurarnos que estamos consumiendo suficientes electrolitos: sal, magnesio, potasio… todos afectan a la digestión.

Por ejemplo el potasio y magnesio son muy importantes para la contracción muscular, incluidos los músculos de nuestro sistema digestivo.

¿Mejor manera de incluirlos? cada uno sabrá, yo nunca pongo sal a mis comidas carnívoras pero nunca me olvido de consumir un cuarto de vaso de agua de mar.

Eso sí, ya os puedo asegurar que en las primeras semanas nuestra digestión será un poco rara las primeras semanas y es totalmente normal porque el cuerpo se esta adaptando (o más bien, readaptando).

Diarrea

Por esto el 90% de los que empezamos una carnívora las primeras dos semanas nos puede pasar que tengamos una diarrea rara.

Levanto la mano. Yo fui de los afortunados. No había mucha cantidad y la podía controlar pero era bien negra y rara. Hay varios motivos por lo que la maravillosa diarrea se apodera de nuestro baño:

  • Comer demasiada grasa, demasiado rápido. Eso es lo que hice yo. Una buena manera de controlar más estos pantanos puede ser incrementar la ingestión de grasa más lentamente. Hacerlo gradual.
  • Otro motivo son los cambios rápidos en el bioma intestinal. Eliminar repentinamente todo el sustrato que estaban comiendo las bacterias intestinales les chocará. Es como si vuelves a casa y te das cuenta que tu novia te ha dejado las maletas en la puerta. Dales tiempo.

Si nos fijamos, los motivos de la diarrea y el estreñimiento van un poco a la par: cambios en la microbiota.

No es para todos los bolsillos

Lo que también es una realidad absoluta es que el coste del supermercado se duplicará o triplicará.

La carne de pasto no sale barata, amigos.

Aún así yo estoy mucho más contento dejándome el dinero en algo así y sintiéndome mejor durante todo el día (y noche). Lo que algunos tendrán una cuenta bancaria más flexible que otros.

Un miembro de la comunidad me comentó que no se lo podía permitir y lo entiendo perfectamente. En este caso yo lo que haría sería comprar al menos algún órgano de pasto una vez a la semana.

Estoy en contra (total) de la carne de ganadería industrial tanto por nutrición como ética. Hasta el punto que preferiría comer cualquier otra cosa y estar menos sano.

Pero en caso de tener un presupuesto bajo de comida, haría esto: el órgano de pasto y el resto tirar de latas de sardinas, hígado de pescado en lata, huevos de pasto, queso duro…

Se hace dura socialmente

Lo que sí se hace duro es mantener esta dieta a nivel cultural, social.

A mí lo que me gusta hacer es cada 2-4 semanas hacer un ciclado de carbohidratos para salir de la carnívora y de cetosis durante 36-48 horas. Lo revierto.

Hay cierta evidencia científica para hacerlo, pero yo lo hago principalmente para hacerla más llevadera psicológicamente. Lo hago coincidir con comidas familiares, cenas con amigos o algo por el estilo.

Culturalmente la gastronomía tiene una importancia tremenda y por mucho que fuera así como comiera el hombre de las cavernas, no estoy dispuesto a vivir en una caverna literal.

Si me permito el capricho, pues hace que tenga más adherencia en mi día a día para mantenerla a largo plazo.

Mis resultados de antes y después

resultados dieta carnívora

Foto: yo con 5 semanas de diferencia siguiendo la carnívora. Antes: mucha inflamación, hinchazón, poca energía… Mejor luz en la derecha pero misma colocación. En ambas estaba apretando, aunque en la izquierda no lo parezca… (vídeo)

Ejemplos de menú de dieta carnívora

Lo maravilloso de la dieta carnívora es que vamos con nuestros instintos. Las hormonas de la saciedad y hambre se ponen en el lugar donde deberían estar. Por esto es difícil hacer un menú, pero si empezara de cero y necesitara «instrucciones» haría lo siguiente:

  • Lista de la compra: buscar carne de pasto (es vital) de un carnicero local. Comprar todas las partes posibles del animal: órganos (hígado y si te atreves cerebro, corazón, pulmones, testículos, etc.), huesos y las partes más grasientas del animal, por ejemplo entrecot en vez de bistec. Si el queso nos sienta bien, comprar Parmigiano-Reggiano hecho de forma tradicional. Latas de sardina y pescado sostenible. Hígado de pescado es una buena opción.
  • Una vez tenemos todo lo esencial… olvidarse de los menús.
  • Comer cuando tengamos hambre y hacerlo hasta la saciedad total. Para hacerlo empezar comiendo lo más nutricionalmente denso: órgano, después las partes más grasientas del animal, y si aún nos sentimos con hambre, la proteína magra al final.
  • Los hidratos los sacaría de un día para otro. De golpe. No veo ventajas en hacer una transición gradual en cuanto a sacar los carbos. Lo que si haría poco a poco es el aumento del consumo de grasa para ir afinando el sistema digestivo.
  • Inclur ayunos: como la mayoría de personas estarán funcionando con glucosa y esto es una dieta cetogénica, hay que esperar cierta «gripe keto» las primeras semanas, por esto creo que ayuda en la transición empezar a incorporar ayunos intermitentes y cada semana estirar un poquito más las horas que ayunamos. Primera semana empezar con 14-15-16 horas, a la siguiente hacer 1 hora más diaria y ver que tal nos vamos sintiendo.

Sé. que algunos llegados a este punto esperan un menú o instrucciones, pero sinceramente esto es lo bueno de la carnívora: que es liberal.

Es tan fácil como comer carne de distintas partes del animal cuando tengamos hambre… y ya está.

Reto de 30 días

Si os animáis a probarla durante 30 días, sería interesante que os hicierais prueba de sangre para ver si mejoráis o empeoráis en los marcadores.

Hay cosas que en los tests oficiales no se verán. Por ejemplo lo que hemos dicho de «LDL poco denso» no estoy seguro de que salga en los análisis, pero lo que se puede mirar es:

  • El ratio entre triglicéridos y HDL. El mal llamado colesterol «bueno».
  • El homocisteina es otro interesante, que refleja la (mal)absorción del paciente. Los datos muestran que si en este indicador sube de 9, hay mala absorción de nutrientes y a la vez sube la mortalidad, así que queremos este marcador bajo.
  • HbA1c es otra prueba que nos podemos hacer en la que básicamente se miran los glóbulos rojos. Esto señores viven unos 120 días aproximadamente y en este test se mira si tiene mucho azúcar pegado. Un buen indicador para ver las posibilidades que tenemos de sufrir algún ataque al corazón o similar.

Hacerse estas pruebas antes y después estaría muy bien para determinar si estamos más o menos sanos haciendo el reto.

Cuando nos presenten los resultados, espero que sea online y que no os llevéis de regalo una llamada de vuestro médico de cabecera diciendo que tenéis el colesterol «malo» muy alto… Ya hemos visto de que va el tema.

Para ponerlo en perspectiva, si 50 años atrás unos marcadores estaban a 20, y todo el mundo va empeorando en salud, no es que les digan a todo el mundo que están peores de salud, sino que lo que se hace es mover este marcador hacia arriba. Lo mueven hasta 40 por ejemplo (me lo invento).

Al final a quien acaban llamando de hacer el análisis serían los que pasa de 40 en este marcador… pero claro esto no significa que este sea el marcador ha seguir, pero la media en la que se ha actualizando, ¿no sé si me explico?

¿Os imagináis un médico o nutricionista que estos temas sea su pasión y esté mirando constantemente estudios sobre cetosis, dieta carnívora y sepa todo el tinglado de los carbohidratos y colesterol?

Si lo conocéis ya me pasaréis su número.

Lo que tengo que decir, es que tenemos cada vez más «evidencia anecdótica» de gente con mejoras increíbles de su sistema inmune, piel, molestias, ligamentos, etc. Yo soy una de ellas en este tiempo que estoy comiendo carnívoro…

Los estudios controlados aleatorios que se centren en la dieta carnívora aún tardarán en llegar, pero sí os tengo que decir una cosa…

No he encontrado ningún estudios que me hiciera pensar que no se puede vivir comiendo sólo partes de animales y estar súper bien alimentado.

Pero como se dice en la comunidad Bitcoin… No me creas. Verifica.

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Pau

Investigo, experimento y divulgo. Multipotencial con curiosidad intelectual "secuencial": mis pasiones e intereses van a épocas. Como una mamá pájaro, engullo información y la vomito en pedazos coherentes de contenido vía blog y podcast para otros ninjas de la vida. ISNI: 0000 0005 1425 6653

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