Te recomiendo leer esta primera introducción. Me la he trabajado mucho, pero si lo prefieres, puedes saltar más abajo a la lista de drogas psicodélicas directamente.
Si de bote pronto le digo a mis padres que dentro de unos años tengo pensado irme a un retiro psicodélico espiritual… me desheredan.
Pero voy a ir… se lo diré… y les contaré toda la experiencia a la llegada.
De hecho les voy a mandar esto para intentar que lo entiendan. Que entiendan por qué su hijo que las únicas droga que ha probado han sido medicamentos y redes sociales, quiera tomar algo que alterará su conciencia y percepción de la realidad de manera radical.
Quiero que lo entiendan hasta al punto de que me vengan a buscar al aeropuerto y les pueda explicar cómo me ha ido el «viaje». Tanto el de avión desde el Amazonas como el psicodélico dentro del cosmos de mi mente.
Que se interesen por lo que he visto, sentido y experimentado. Y que ojalá hasta lleguen a un punto en el que se pregunten secretamente «¿qué experimentaría yo?».
Ahora lo difícil es empezar despertando su curiosidad, pero comenzaré diciendo por qué los psicodélicos me parecen un mundo fascinante, y es que…
Es la primera y única vez donde ciencia y espiritualidad se encuentran en un mismo punto de consenso.
Un consenso en cuanto al desconocimiento sobre el misterio más grande de la humanidad: la consciencia.
Para describirla, en inglés se usa la palabra aware mientras que en español no tenemos una palabreja específica y la intentamos definir como un estado de «estar despierto». De «darnos cuenta» de lo que pasa a nuestros alrededores.
Unos «alrededores» que por desgracia son limitados cuando queremos prestar atención con todos nuestros sentidos. Por esto la conciencia lleva una equipaje de preguntas tanto para las personas más espirituales com para las más científicas y lógicas. Por ejemplo:
- Por parte de la ciencia, los neurólogos y psiquiatras han estado estudiando los efectos de las drogas psicodélicas en la mejora a largo plazo de la salud mental de pacientes y para que aquellas personas terminales «dejaran ir» su miedo a la muerte.
- Por la parte de la espiritualidad, después de una primera experiencia la mayoría dice que han vuelto de ese «viaje» mejores personas, más creativas, con sentimientos de joya y con vivencias que les han cambiado la vida de forma positiva.
Lo que está claro es que las drogas psicodélicas no tienen nada que ver con las recreacionales como la cocaína o heroína. Pero automáticamente las ponemos en el mismo saco cuando delante usamos la palabra «droga».
Una etiqueta que les queda mejor al alcohol, tabaco y medicamentos. Substancias que nos dejan en un estado atontado, dormidos, como si la realidad de nuestros alrededores se apagara. Perdiendo toda percepción de lo que pasa a nuestros alrededores.
O sea que estas drogas recreacionales nos hacen menos aware. Menos conscientes.
Por otro lado están los psicodélicos.
Unas substancias que nos adentran en unos estados de conciencia que se representa en los dibujos animados con colores por todos lados, formas geométricas y pupilas dilatadas.
No es casualidad que hoy en día hayamos adoptado en nuestro lenguaje la expresión de «flipar en colores».
Y es que ¿cómo no va a sonar recreacional todas esas sensaciones? ¿cómo se puede etiquetar estas sensaciones visuales de «experiencias» que cambian más vidas que los cursos que se anuncian en Instagram?
Hoy vamos a entender porque los psicodélicos son mucho más que coloritos.
Desde historias bíblicas, a estudios científicos sobre salud mental y pasando por la evolución de nuestros ancestros y su creatividad.
Esto son los psicodélicos.
Un recurso de exploración y expansión de la conciencia totalmente incomprendido y olvidado en nuestra cultura con un potencial de crecimiento tanto científico como espiritual que se nos escapa.
Por esto hoy intentaremos entenderlos un poco más.
Desde cuáles son, sus efectos tanto en ensayos clínicos como en experiencias reveladoras.
Efectos de las drogas psicodélicas
No podemos empezar a hablar de todo lo que rodea al mundo de los psicodélicos sin antes intentar comprender cuáles son los efectos que experimentan aquellos que los consumen.
Y atención, porque mientras os nombro estas sensaciones, a ver si os viene a la mente «algo» con el que cada uno de estos efectos también serían extrapolables. Los efectos son:
- Creatividad.
- Sentidos amplificados.
- Dejar ir el ego.
- Separación del cuerpo y conciencia.
- Sensación de fuera de este mundo.
- Harmonía y unidad.
- Percepción alterada del tiempo.
- Encuentro con presencias místicas.
- Sentimiento de joya.
- Encuentro con muertos o espíritus.
- Pensamientos a alta velocidad.
- Percepción de entenderlo todo.
- Punto de no retorno a la realidad.
- Luz.
De hecho son las exactas sensaciones que tienen aquellos que han vivido una experiencia cercana a la muerte.
Algunos estudios han demostrado que con substancias psicodélicas se siente algo similar aunque con distintos grados de intensidad.
Por ejemplo se reporta una sensación de separarse del cuerpo más elevada por parte de aquellos que han vivido una experiencia cercana a la muerte, que para los que han consumido psicodélicos.
O por otro lado, los que han tomado psicodélicos han sentido más paz, sentidos expandidos y encuentros con presencias místicas que los que tuvieron esas experiencias cercanas a la muerte.
Si escribimos en papelitos relatos de vivencias dadas por las drogas psicodélicas y las mezclamos con las de personas que han estado a punto de morir encontramos… que nos es difícil ver en qué categoría pertenece cada experiencia.
Pero esto… sólo son listas y estudios, ¿no?
Es verdad que son papers científicos aburridos, pero que considero igual de interesante para mantener cierto grado de lógica para las mentes más escépticas y no hacer gravitar todo el mismo argumento. Ya sea sólo hacia ciencia o hacia espiritualidad.
Así que para mirar el otro lado de la moneda, recomiendo escuchar historias de los que han experimentado con drogas psicodélicas. Ya sean amigos, familiares, conocidos o hasta desconocidos por internet.
El NYTimes hacía una recopilación de testimonios de pacientes terminales que concluían que el consumo de psicodélicos les había ayudado a deshacerse del miedo a la muerte. De sentir paz interior y aceptación de su situación.
Pero ojo porque no estamos hablando de sentirlo sólo cuando estaban bajo los efectos, pero a posteriori. Esto es lo interesante. Que lo que se ha vivido en ese estado de conciencia, es trascendente incluso después de «salir de allí».
Por eso esas representaciones de coloritos y formas geométricas que hacen los dibujos animados sólo son una pequeña parte visual de lo que se vive con estas substancias.
¿Cómo lo describen los que lo han vivido? Pues…
Imagina que tu ego se disuelve, que te sientes uno con el universo. De pronto el césped del prado en el que estás, un césped al que nunca habías prestado atención, ahora es más verde que nunca, más «real». Te acercas un poco al suelo y lo sientes vivo. De algún modo experimentas personalmente que este césped forma parte de la tierra y de ti, porque está conectado al suelo donde tú también estás. Aunque «tú»… como tal… no existes. Todo sois uno. Sientes una sensación de joya, de amor y de unidad que nunca antes has vivido.
Imagina que se te aparece una entidad divina o mística. Una revelación que con sólo algunas palabras te dice algo totalmente transcendente para ti. Te habla de tu vida, de tu pasado, y hasta de tu futuro. De tu propósito en la Tierra y la verdadera naturaleza del universo. Te ayuda a entender cuál es la mejor versión de ti mismo a la que pueden aspirar.
Sientes que lo entiendes todo… y aún así… no lo puedes explicar con palabras.
Bueno.
Normal que muchos lo etiqueten de «renacimiento».
Y entiendo que todo esto puede sonar hasta poético, pero pensad que al igual que aquellos que han nadado con ballenas, saltado en paracaídas, flotado en el espacio… te lo pueden explicar, pero no se puede comparar con vivirlo.
Y estas vivencias, como pasaba en la parte lógica y científica, se sienten durante los efectos psicodélicos, pero tienen esa trascendencia a posteriori que es lo que los hace interesantes.
Así que ahora imagínate que experimentas todo esto y… sales de sus efectos. De ese estado de «trance».
¿Etiquetarías de «real» lo que has vivido? ¿lo considerarías un producto de tu imaginación? ¿o una realidad a la que antes no tenías acceso?
O dicho de otro modo…
¿Existen las bacterias que no podemos ver a simple vista? ¿existe el amor y la rabia aunque no podamos tocarlos, cuantificarlos o a penas explicarlos?
Teorías, hipótesis e historias psicodélicas
Todos estas preguntas espirituales han llevado a la ciencia a intentar buscar respuestas. Tanto estudio nos ha ido llevando a hipótesis y caminos insospechados.
Indagamos en un sitio, y de pronto nos encontramos con una dirección alternativa que no sabíamos que existía.
Arte, dibujos y pinturas psicodélicas
Por ejemplo, sabemos que la creatividad se activa con el consumo de drogas psicodélicas porque el cerebro crea distintos caminos neuronales.
Si entramos en el mundo de la creatividad del ser humano terminamos yendo muy atrás en el tiempo. A esas épocas cuando vivíamos en cuevas. Pues bien, se ha especulado que se puede ir igual de atrás (o más) con el consumo de psicodélicos.
Hasta el punto que estudios recientes sugieren que los primeros artistas de la humanidad buscaban deliberadamente estados psicodélicos para crear arte visionario.
Un arte… que plasmaban en las cuevas.
Y es que el arte de las cavernas fue creado alrededor del mundo por distintas personas, distintas culturas, en distintos continentes… sin ningún tipo de contacto entre ellas.
Y aún así… todas dibujaban los mismos patrones.
El documental de la BBC How Art Made the World sugería que el arte fue originario por el dominio espiritual que tenían los Chamanes y que veían en sus estados de «trance».
Y tanto este documental como los estudios académicos o algunos artículos intentan responder por qué se parecen tanto algunos artistas de las cavernas con los de los sujetos de los papers de investigación de psicodélicos de los años 60.
Por ejemplo se pensaba que el arte era una respuesta, un subproducto que salía de la cultura y sociedad. Pero ahora hay una pregunta que no parece tan loca…
¿Y si fuera al revés? ¿podría ser que el primer arte fuera creado bajo los efectos psicodélicos y la necesidad de expresarlo y explicarlo generara como producto el desarrollo de la cultura?
Por cierto, que cuando vaya planteando este tipo preguntas, que sepáis que son retóricas. O sea que no espero que alguien me lo responda porque acabamos de entrar ahora en la historia, y los únicos que lo sabrán al 100% a ciencia cierta son los dioses…
Drogas enteógenas
Cuando digo «dios» o «dioses» es como expresión. Yo nunca he sido religioso. No he creído en Dios y desde pequeño he dado por hecho que al morir nos pudrimos en el suelo.
Puf.
Desaparecemos.
Siempre había pensado que el cielo e infierno eran inventos de nuestros egos. Que los humanos nos consideramos tan importantes que no podemos aceptar de ningún modo que cuando nos morimos… todo se termina. Que tenemos que ser eternos porque «valemos demasiado».
«Menudas patrañas» siempre he pensado con todo esto de las religiones…
Y luego… empecé a leer sobre psicodélicos.
La historia, los mitos y las teorías marginales que respaldan que los libros sagrados que dan soporte a religiones podrían no ser mentira.
No me refiero a que digan la verdad como tal, pero que explican la percepción de otra realidad. Una realidad a la que la mayoría no tenemos acceso sin ayuda externa.
Vuelvo a plantear lo mismo de antes, ¿son a caso las bacterias y los virus inexistentes porque no podemos verlos?
Necesitamos la ayuda de una herramienta externa como es la de un microscopio para darnos cuenta de que por qué tiene tanto sentido que los cirujanos se desinfecten las manos.
¿Y si quienes explicaron todas estas historias que han movido a millones de personas estaban bajo estos efectos?
Esto, sumado con el «juego del teléfono» en el que una historia se cuenta una y otra vez, se traduce a todas las lenguas posibles (de una a otro), pues es normal que la narración final salga distorsionada.
El profesor judío Benny Shanon teorizaba que esto tal vez podía ser así y que las drogas psicodélicas podrían haber tenido un rol muy importante en la religión.
Este profesor nos hacía ver que en el Antiguo Testamento se relata como Moisés se encuentra con un Zarza. Un arbusto ardiente que hizo de lugar donde supuestamente Moisés fue nombrado por Dios para ser el líder de los antiguos israelitas y guiarlos hasta Canaan.
De hecho hoy en día una de las maneras de consumirla es fumándola. Porque el cuerpo no puede ingerirla de forma oral, aunque es verdad que hay biohackeos que ya pasaremos a ver más adelante que se saltarían esta barrera del cuerpo.
Sea como sea este relato ha cambiado radicalmente mi aceptación personal de estas historias. ¿Me creo que existiera un tío que se llama Moisés? Sí. ¿Me creo que después de consumir una droga psicodélica viera un ser divino que le hablara? Pues sí. También.
Ahora bien, ¿son los psicodélicos unas drogas alucinógenas o enteógenas?
- Alucinógeno: viene de alucinar. De ver cosas que no existen y que sólo nuestra mente puede ver. Por su lado tenemos…
- Enteógeno: viene de «ente«. Algo que nos provoca un estado de conciencia alterado, expandido. En el que supuestamente nos podemos conectar a otra sintonía de realidad otra frecuencia a la que normalmente no tendríamos acceso.
Así que si este hubiera sido el caso de Moisés, ¿habría alucinado o conectado con otra realidad?
Pero no es sólo Moisés que nos hace tener estas preguntas. De hecho es toda la Biblia.
El agnóstico y lingüista John Marco Allegro se pasó una vida analizando textos religiosos desde una perspectiva lingüística. Después de 14 años llegó a la conclusión de que el cristianismo, no es que fuera verdadero o falso… sino una mala interpretación.
Que todos esos enseñanzas que en verdad transmitían los psicodélicos en forma de código y traducción a relatos, experiencias e historias. Unos ritualos sagrados (con psicodélicos) que venían del siglo 5 a.C. en Grecia: los misterios eleusinos.
Según esta teoría todos esos nombres, visiones y divinidades eran una manera de encriptar los relatos porque en esa época estas substancias estaban totalmente prohibidas y pensadas severamente por los romanos.
Así que fue una manera de ocultarlo con historias y paralelismos.
Según Allegro la palabra Jesús, venía de la lingüística sumeria que significa seta cubierta por el semen de Dios. Y la idea era que la lluvia, que hace que todo crezca, que hace salir setas de un día para otro, eran los fluidos de Dios.
Tan apoyado y estudiado que se ve que se ve que la iglesia católica compró el libro para sacarlo del mercado y durante muchos años sólo se podían comprar las primeras copias de segunda mano.
Décadas más tarde Jan Irvin lo republicó.
Y es que si nos lo paramos a pensar con mente tanto lógica como espiritual tiene sentido. Conocemos las setas mágicas y sabemos que no son recientes. Que han existido probablemente durante más tiempo que nosotros.
Lo que sí es reciente es la entrada de la ciencia para nombrar el componente que te hace entrar en estos estados con las setas: la psilocibina.
Así que sin este tipo de conocimientos, entiendo totalmente que la gente de la época pensara que se trataba de algo divino. Y es que bajo estos efectos incluso se escuchan voces literales. ¿Cómo no vas a pensar que un ser místico superior te está hablando?
Estas historias me han hecho plantear que tal vez soy yo el egocéntrico que no puede considerar que la mente y la conciencia se puede expandir hasta límites que no me puedo ni llegar a imaginar.
Al fin y al cabo este es el enigma que ni científicos ni espirituales tienen idea de qué va la cosa: la conciencia. El enigma más grande.
Que algo paso en nuestro cerebro cuando alguien consume drogas psicodélicas lo sabemos. Pero no entendemos cómo ni el por qué exactamente.
La teoría del mono dopado
¿Por qué una substancia natural debería llevarnos a ver coloritos, encuentros con seres místicos y a apreciar más la vida?
Conocemos un poco a la madre naturaleza, así que sería de extrañar que algo así no tuviera un propósito específico.
Para que haya un propósito, la naturaleza genera una trato win-win.
El propósito de las setas es fácil. Como en todas las especies tiene una meta final de reproducción. De esparsión de las esporas porque te comes una setas, se dejan migas o partículos en otro lugar y ale. A multiplicarse.
Pero ahora nos queda la motivación y el propósito del que los consume.
De aquí salió la «teoría del mono dopado» que intenta responder a esta pregunta con la hipótesis de que nuestros antepasados, se encontrarían con plantas ricas en dimetiltriptamina y psilocibina.
El consumo de estas moléculas psicodélicas pegarían una expansión cerebral de posibilidades para nuestros ancestros que tal vez, explicaría el «salto cuántico» en la conciencia humana en el que el cerebro de nuestros antepasados se duplicó en un periodo de 200.000 años.
Una expansión sin precedentes (en la escala relativa de lo que son 200.000 años en cuanto a multiplicación cerebral, claro).
Indagando más he encontrado algunos estudios de investigación que nos han demostrado como la psilocibina, que encontramos en muchas setas «mágicas», forma distintas respuesta al miedo, creando nuevas vías neurológicas al encontrarnos con amenazas. Pero estos psicodélicos no sólo crean coraje… también empatía y creatividad, como ya hemos visto en el arte de las cavernas.
Seguro que os suena de artistas que se meten microdosis. Que no es nada más ni nada menos que un consumo muy reducido de psicodélicos para que no se pongan a flipar en colores y ver cosas, pero que les despierta, centra y aumenta las capacidades creativas.
Estas «microdosis» ya han demostrado ser no adictivas y seguras siempre y cuando no se tengan trastornos psicóticos.
Lista de tipos de drogas psicodélicas
Pero ya sea en micro-dosis o en dosis etiquetadas de «normales» para tener un viaje y experiencia, hay distintas maneras y hasta diferentes intensidades para llegar allí.
Hemos mencionado ya la psilocibina y dimetiltriptamina, a las que expandiremos, pero antes vamos a ver también los otros tipos de psicodélicos que existen… que bueno.No son muchos.
Empezamos por lo más sintético y más «occidentealizado». Estos los mencionaré más rápidamente porque me parecen menos místicos y «cambia vidas».
Éxtasis o MDMA
El primero es uno de tipo sintético que aunque cada vez se investigando más para la mejora de trastornos, lo conocemos porque se ha llevado al campo de la recreación total. En festivales, conciertos y noches locas. Se trata del éxtasis al que también llamamos MDMA.
Seguro que os suena porque conocéis a alguien que ha tomado alguna vez y se ha vuelto un blandito.
Y es que con una dosis de entre 80 y 125 mg, los que lo prueban describen que experimentan euforia, se sienten abiertos, con aceptación, sin miedo y conectados a los de su alrededor. Así que sabrás que alguien está flipando con MDMA cuando todos sus deseos se intensifican. Quieren bailar, tocar o hablar un montón.
Eso sí. Unos días después de consumirlo tienen el cerebro frito.
Ácido o LSD
No dejamos lo sintético porque continuamos con el «ácido». Aunque fue más famoso en los 60 que ahora, esto seguro. Y es que la dietilamida del ácido lisérgico (o LSD) fue sintetizado por primera vez por el científico suizo Albert Hofmann que lo creó sin querer en 1938 cuando buscaba algo que estimulara la circulación de la sangre.
Bendita casualidad.
Dejó esa creación aparcada en la estantería hasta que al cabo de un par de años, algo en su cabeza le dijo que esa substancia merecía una segunda oportunidad.
🧘🏻♂️ LSD en la espiritualidad
Este señor estaba experimentando con ella y absorbió un poco accidentalmente a través de la piel, de modo que se fue a casa, se tumbó en el sofá y empezó a ver un montón de coloritos y conceptos mágicos.
El tipo se asustó así que llamó a un médico, que fue a su casa y lo examinó. Le dijo que estaba 100% sano y lo único fuera de lo común era que tenía las pupilas dilatadas.
Lo que también se dilató fue su consciencia cuando le pasaron todos estos ríos de imágenes increíbles, con formas extraordinarias y juegos de colores caleidoscópicos.
Y es que desde ese día, Albert Hofmann, un científico suizo reputado, quedó convencido de que durante ese rato en el que estuvo bajo los efectos del LSD, fue inducido en los secretos del universo. Después de esa experiencia mística aseguró que vivió una realidad mucho más profunda que la que sentía en el día a día.
👨🏻🔬 LSD en la ciencia
Pero a parte de las experiencias místicas, la ciencia con el LSD tampoco deja indiferente a los científicos y es que como más se estudia, más prometedora para la salud mental parece esta droga psicodélica en un ambiente controlado.
Por ejemplo, un estudio encontraba que microdosis de LSD y otras drogas psicodélicas alteraba la estructura de las células cerebrales de tal manera que promovía el crecimiento de neuronas.
Ideal para aquellos con montones de ansiedad, estrés o incluso depresión porque acostumbran a experimentar una reducción de neuronas en la parte prefrontal de lo que es el córtex cerebral, que es la parte de nuestra cabecita responsable de las emociones.
Pero hay más estudios que darían un montón de beneficios a pacientes con problemas mentales y en psiquiatría. Ya no sólo con LSD pero también otros psicodélicos.
Digamos que el ácido está en «boca de todos» (juego de palabras intencionado), pero hay otras substancias con efectos similares que son, creo que incluso más interesantes.
Mescalina o Peyote
Saltamos de lo sintético al campo, donde nos encontramos con una especie de cactus llamado peyote y su molécula mescalina.
Algo curioso es que aunque es ilegal en Estados Unidos, la inclusión del peyote como sustancia controlada no se aplica al uso de peyote en ceremonias religiosas de la Iglesia Nativa Americana.
El peyote pega un viaje de 8 a 12 horas y los efectos se han reportado ser similares a los del LSD.
Ololiuqui o semillas de Ipomoea tricolor
No dejamos el monte porque ahora es el turno de las semillas de Ipomoea tricolor que también se llama Ololiuqui.
La flor que produce estas semillas seguro que la habéis visto en algún momento por cualquier campo español.
Como digo se encuentra en las semillas de esta flor y los efectos son similares a los del LSD, pero la droga tiene efectos secundarios desagradables que es bastante probable que nos toque sufrir.
A ver no estamos hablando de cosas chungas, pero más bien de náuseas, vómitos, dolor de cabeza, presión arterial alta y somnolencia.
Psilocibina o setas mágicas
Seguimos en el monte con una droga psicodélica con la que seguro que más de uno habéis pensado. Se trata de las setas mágicas y su molécula psicodélica: la psilocibina.
Hay más variedad de setas alucinógenas que días tiene un año, además de que el estado legal de cada varía aunque el efecto que producen es potencialmente el mismo. Algo que nos muestra el desconocimiento y lo poco en serio que se toma esto por parte de las autoridades para querer indagar en este mundo.
Vamos. Que muchas cosas están baneadas simplemente porque se desconocen.
Es curioso que muchas de estas setas mágicas puedan crecer en el bosque de al lado de casa, o encima de una mierda de una vaca del monte.
Va en serio.
Pero aquí tenemos que dar otra nota de cautela porque aunque tengan el componente de la psilocibina no significa que sea el único componente. Algunas pueden llegar a ser muy tóxicas y hasta venenosas, siendo letales.
Así que ante el desconocimiento, mejor ir a un experto o simplemente no hacer nada.
El mundo de las setas me parece fascinante. Ya no sólo la de las alucinógenas pero de todo el mundo Fungi en general. De hecho no sé si lo sabíais pero nosotros somos cuerpos Fungi también.
Y el fósil más antiguo del mundo, tiene entre 900 y 1.000 millones de años y es… de una seta. Fue encontrado en el área ártica de Canadá y la llamaron con un nombre super fácil de pronunciar, como siempre: Ourasphaira giraldae.
Pero la relación de las setas alucinógenas mágicas con la historia puede ir mucho más atrás con una teoría con la que fliparéis.
Entraremos en ella un poco más abajo y ya veréis el papel que han tenido las setas en la historia, pero antes vamos a terminar nuestra lista.
Dimetiltriptamina o DMT
La terminamos con la que considero que es el psicodélico más interesantes. Se trata la dimetiltriptamina o DMT que es una molécula que encontramos en otros psicodélicos naturales.
Si el ácido era creado sintéticamente, el DMT también lo puede ser, pero originariamente se encuentra en unas cuantas plantas, y no sólo eso sino que también la produce el cuerpo humano de forma natural.
🧘🏻♂️ DMT en la espiritualidad
Una de las cosas que me llama más la atención de DMT es la historia y misterio alrededor de su consumo.
Y es que no puedo hablar de DMT sin antes tocar la Ayahuasca donde la encontramos presente. En el lenguaje indígena significa «la soga unificadora del mundo de los vivos y los muertos» así que es normal que los españoles conquistadores lo tacharan de una «obra del diablo» cuando se encontraron con este té en las tazas de los indígenas.
Porque sí. Se trata de una bebida tradicional del Amazonas que tiene una particularidad muy especial, a parte de contener DMT claro. Y es que… se puede beber.
«Muy bien Pau. Una bebida que se puede beber, que interesante.»
Pues sí. Que se pueda beber es interesante porque resulta que si se consume DMT de una manera oral el cuerpo la inhibe. Vamos que hay cero efecto.
Pero de algún modo, desde hace miles de años la gente del Amazonas tiene esta receta de té mágico, en la que combinando una planta rica en DMT llamada chacruna (Psychotria viridis), con los tallos de la propia planta llamada Ayahuasca (Banisteriopsis caapi), sale una bebida que permite a nuestro cuerpo absorber la molécula DMT de forma oral.
¿Cómo demonios pudieron esos indígenas saber que combinando esas dos plantas podrían crear una bebida que causara todos estos efectos?
Hay 150.000 distintas especies de plantas y árboles en el Amazonas, y de algún modo los indígenas dieron con la única que contiene el inhibidor Monoamino oxidasa, que es el encargado de desactivar esta enzima en nuestros estómagos cuando se hierven en agua.
La evidencia más reciente ponía una fecha de más de 1.000 años a los restos del primer ritual de Ayahuasca de la historia, aunque podría ser que fuera muchos más años atrás.
Porque hay una leyenda entre los chamanes del Amazonas. Una leyenda que dice que no se la inventaron ellos, sino que este conocimiento fue transmito a su gente por unos seres. Algunos los llaman espíritus, otros los llaman humanos muy sabios.
El caso es que se trataba de un grupo de personas de conocimientos superiores que les enseñaron cómo hacerlo hace miles y miles de años.
¿Podría ser que quienes transmitieron estos conocimientos fueron una de las tribus supervivientes al último cataclismo?
Pero hoy esto va de drogas psicodélicas así que no vamos a tomar el camino de la historia, leyenda y mito, pero el de la ciencia actual.
¿Qué nos dicen los estudios y como se diferencia el DMT de las otras drogas psicodélicas que hemos visto?
Bueno en este caso el DMT sintético pare empezar tarda mucho menos en irse del cuerpo. Podemos hablar de estar en «trance» durante 15 minutos.
👨🏻🔬 DMT en la ciencia
Además otra diferencia, es que si el ácido fue creado sintéticamente, DMT tiene una historia muy interesante porque para empezar, nuestro cuerpo lo puede generar de forma natural. Al principio se pensaba que esto era un cuento chino. Como un intento para poder decir:
«¿Lo ves? ¿cómo puede ser una droga psicodélica como el DMT malo si lo produce nuestro cuerpo?»
Pero varios investigadores empezaron a teorizar y probar en estudios que tal vez, esa similitud al tener una experiencia psicodélica con las experiencias cercanas a la muerte, podría ser debido a que nuestro cerebro sí creaba DMT en ese momento crítico.
Leyendo estas investigaciones de laboratorio se te queda un mal sabor de boca porque claro, intentaron recrear experiencias cercanas a la muerte.
Por eso los científicos crearon paradas cardíacas artificiales a las ratas ambos, con y sin la glándula pineal, que es la que se teorizaba que tal vez era la encargada de la creación natural de DMT en nuestro cerebro.
Fue un estudio de 2019 publicado en Nature que por fin nos confirmaba que esto es así. Que el cerebro de mamíferos segrega esta molécula: DMT. La segrega de forma natural en lo que son las zonas de la corteza cerebral, la glándula pineal y el plexo coroideo.
Pero no sólo para hacernos ver efectos geométricos, coloritos y experimentar una sensación de conexión con el universo, sino que sirve para mucho más.
Un paper demostraba que cuando hay menos de un 0,5% de oxígeno en nuestro cuerpo (vamos, que casi la palmamos) es precisamente la producción de DMT que mantiene en vida a nuestras células aumentando su protección.
Y es que cuando hablamos de drogas psicodélicas, la gente piensa en la marihuana por ejemplo. Tenemos en mente que te mata neuronas hasta quedarte tonto, pero todos estos estudios con la molécula del DMT demuestran todo lo contrario. Al menos en este caso. Que nos protege en los casos más extremos y que por eso cuando hay estas experiencias cercanas a la muerte, lo que se siente es tan similar como tener un tripi.
Estando presente en el cuerpo no es de extrañar que aquellos que están puestos a modo hardcore en yoga, la meditación rollo Budha o la espiritualidad en general pueden incluso llegar a un «trance» muy parecido a los psicodélicos. Aunque claro, hay distintos niveles.
Consumo de drogas psicodélicas: «set and setting»
Después de documentarme sobre este mundo tanto a nivel científico como espiritual, no he podido evitar que los psicodélicos sean uno de esos temas en los que me encanta mojarme.
Como he dicho, tengo intención de tener algún viaje de Ayahuasca en un futuro no muy lejano, así que lo primero que busqué fue como consumir de forma segura.
Ya no sólo la Ayahuasca, pero las drogas psicodélicas en general.
Entra en juego el concepto que en inglés se conoce como el Set and Setting. No podemos traducirlo al español en un par de palabras pero de esta manera:
- Set: predisposición y preparación.
- Setting: entorno y contexto.
Es decir, que para evitar un «mal viaje» y tener una experiencia psicodélica transcendente tenemos que cumplir estos cuatro puntos: la predisposición, preparación, entorno y contexto del consumo.
A su vez, estos cuatro puntos los podemos hacer más específicos y concretos. Se convertirían en: información, intención del viaje, contexto adecuado, estado de la persona y el guía.
Información
El de la información es básicamente estar bien informados. Empezando con Pau Ninja hemos abierto una puerta para hacernos muchas preguntas interesantes e indagar más. Pero básicamente se trata de:
- Documentarse.
- Conocer personas que hayan vivido este tipo de experiencias y sepan de esto.
- Ser consciente de lo que se va a hacer.
Digamos que tomar estas substancias no es el tipo de actividad que vayamos a hacer «de forma espontánea». Requiere saber bien los potenciales efectos que nos va a producir, conocer su historia, de dónde vienen y estar convencido que este conocimiento nos servirá para llevarlo a la práctica y entender mejor lo que vamos a vivir.
Intención
Después de informarnos, tenemos que tener presente cuál es el objetivo de ir a probar algo así.
- Tener un propósito bien definido.
- Acostumbra a ser un deseo de una búsqueda interior que puede tomar muchas vertientes. Por ejemplo cuando leía el libro Supernatural el autor comentaba que él tenía aún asuntos sin resolver con su padre que había muerto hacía hace pocos años.
- Además hay que tener un coraje para enfrentarnos a lo desconocido porque no sabemos a qué mundos seremos transportados y lo que vamos a ver, pero siempre se recomienda estar abierto a lo que haya. Por ejemplo se dice que si hay una puerta, hay que abrirla. Hay como que «rendirse» a la experiencia.
- Pero es verdad que dentro de esta intención también está el hecho de dejar ir las expectativas que tengamos en cuanto al viaje. Porque tal vez hemos leído un montón sobre lo que han experimentado otros y empezamos a querer a propósito que nuestra experiencia psicodélica se asemeje a algo específico. No. Dejar ir.
Contexto
A parte de esta intención el contexto también tiene que ser el adecuado.
Aquí necesitaremos unas condiciones idóneas para realizar el propósito específico. Y en esta abanico entra el lugar adecuado donde lo consumiremos, la compañía idónea e incluso la elección de un día específico.
De hecho la mayoría de malas experiencias en el consumo de este tipo de drogas, ha sido con personas que estaban en un contexto que no tiene nada que ver con un viaje espiritual.
Imagínate querer llevar a todos estos efectos en un laboratorio, o rodeado de tus enemigos…
Estado
Después también tenemos el estado en el que nos encontramos. Y no me refiero al Estado español, pero al emocional.
Básicamente vendría ser estar abierto pero también ser tolerante a lo que se va a vivir.
De la literatura psicológica que he leído al respecto, un aspecto muy interesante de este estado de «psiconauta» que se prepara para un viaje de los trascendentes con plantas sagradas, es que se recomiendo a mediana edad.
Es decir, cuando se tienen 30-40-50 años o más. Con especial énfasis a los 40 años arriba y abajo, que digamos que es lo que me ha hecho decidir a mí que esta sería una buena fecha para consumirlos.
¿Por qué cuando cumpla 40 años?
Porque el cerebro es maduro, y una experiencia como esta puede ayudarnos a direccionar el resto de vida que nos queda después de este viaje.
Al fin y al cabo nos encontramos justo a la mitad de nuestras vidas.
Guía
Pero aunque creamos que podemos pilotar nosotros solos, siempre será mejor tener un conductor que sepa lo que hace o que al menos esté allí para asistir.
Se trata de la figura del chamán, o facilitador, acompañante, psicólogo, etc.
Esa persona que sabe mucho del tema, que no va a ingerir nada mientras nosotros estemos en trance, pero a parte de vigilar nuestros alrededores también nos acompañará en el viaje espiritual pero desde la realidad que conocemos.
Por ejemplo si le decimos, «veo una puerta» pues no guiaría diciendo «ábrela» y similar.
Y es que aquí hay que recordar que no es que se pierda la conciencia. Nuestras realidades chocan pero no es que el resto del mundo desaparezca. Seguiremos estando en contacto con las personas que estén allí aunque estemos bajo los efectos de estas substancias.
Psicodélicos y conciencia
Substancias que nos produce efectos alterados de consciencia que nos acercan un poquito, ya no al conocimiento pero a la aceptación del desconocimiento. Que creo que es lo que nuestros egos necesitan.
A la aceptación de nuestros alrededores y a unas visiones que podrían ser más realidad que incluso lo que vemos a diario.
¿Es el cerebro una especie de generador de energía que cuando deja de funcionar todo se termina? ¿O es como una especie de aparto de televisor que interpreta una señal externa?
Que cuando el televisor deja de funcionar, la señal sigue.
¿Es nuestra conciencia eterna? ¿Cómo explicamos el enigma de la mente y sus conexiones, visiones y sueños premonitorios que todos hemos experimentado alguna vez? ¿O es todo pura casualidad?
Intentaremos ir respondiendo esto por aquí, aunque seguramente terminaremos con más preguntas.
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