Durante el verano de 2017 compré un dominio que cambió mi vida para siempre.
Sin que la originalidad estuviera de mi lado a esas horas de la mañana, escribí mi nombre y le di al enter después de poner mi nombre en el buscador de dominios.
«Pau» no sólo es un nombre catalán. Por su significado en Brasil se busca mucho y en el mundo de internet, un dominio de tres letras está más cotizado que una máquina de café en una oficina de funcionarios a las 9 de la mañana.
Apareció un listado enorme pero por esto casi todo estaba cogido. De las pocas opciones que quedaban, dos dominios me llamaron la atención.
El primero fue pau.me que terminé comprando al dueño por 250€ después de negociarle varias bajadas con la excusa de que «pau» significa «p0lla» en portugués.
Teniendo en mente un blog multitemático donde documentar mis experiencias de mil cosas, la segunda opción me dio buen feeling. El dominio pau.ninja quedaba muy «ninja de la vida». Como los miembros de Sociedad Ninja.
En 2018 un periódico español muy importante hizo un reportaje sobre mí, y así, el apellido Ninja quedó pegado a mí como la chancla de una madre para pegar a su hijo cuando no pela judías.
En este mismo instante hay unas 2.000 personas que buscan en Google «Pau Ninja» cada mes. Y yo… aquí. Con un blog, intentando explicar como c0ño he creado una marca personal.
Yo sólo… empecé a escribir. A documentar lo que hacía. Después me pasé al formato audio, que fue más de lo mismo.
Empecé a pillar audiencia poco a poco y no lo entendía. «Si yo sólo escribo y hablo».
Como siempre, necesité hacer ese zoom out. Verlo con vista de pájaro para darme cuenta que lo que algunas personas han hecho, y lo que he hecho yo en menor medida ha ido más allá de simplemente tener un logo.
Un logo que por cierto he cambiado cientos de veces… y no ha importado. Porque la marca personal no es un putt0 logo.
La marca personal no son ni logos, ni colores, ni blogs, ni fotos de Instagram más retocadas que los presupuestos del Estado para cobrar en B.
Todo dios tiene una marca personal. Lo quiera o no.
Qué es la marca personal o personal branding
Lo quieras o no, ya tienes una marca personal, incluso si no has publicado absolutamente nada en internet.
En serio.
Una marca personal no sólo es lo que aparece en Google cuando pones tu nombre, rezando para que no salgan los vídeos que hiciste con tu ex.
Incluso si eres como Wilson-Wilson de Utopia que no tiene ningún rastro de su persona en internet, tanto él como tu (a parte de ser unos frikis de mi3rda), tenéis marca personal lo queráis o no.
Sólo por el hecho de haber nacido y existido, ya tienes personal branding. Cuando naces en el momento que te dicen:
- J0er, que guapo
- J0er, que feo
- J0er, que rojo. Parece Trump
Eso ya es tu marca personal, porque las personas tienen opiniones formadas sobre ti.
«La marca personal es la percepción e impresión de un individuo que basamos en sus experiencias, competencias, acciones o logros que ha hecho en una comunidad o industria.»
Rampersad la definió en 2008 diciendo que tu marca personal es la síntesis de todas las expectaciones, imágenes y percepciones que creas en la mente de los demás cuando escuchan tu nombre.
No hace falta tener un Máster vendehumo como los que verás anunciados en Instagram para entender que la relevancia de una marca personal está directamente relacionada por el tamaño de tu… audiencia.
Pero incluso cuando eras un adolescente que sólo pensaba en «titar», ya tenías una marca personal. Tus compañeros de clase, amigos, enemigos y tías que querías empotrar tenían una opinión sobre tu persona.
Incluso si eras el que estaba callado todo el rato a la última fila de la clase. Esa era tu marca personal, o sea que la pregunta para todo el mundo no debería ser ¿necesito una marca propia? a ¿qué hago con mi marca?.
Algunos deciden llevar su marca al anonimato más absoluto, lo que respeto muchísimo. Otros intentan llevarla al estrellato porque creen necesitar fama, y otros como yo intentamos monetizarla y utilizarla para «trabajugar».
Ejemplos de marca personal
Si te digo el nombre de Cacaolat, Starbucks, Pepsi… son nombres que te sonarán, pero más que a una persona específica, los asociarás a un producto.
Por esto Warren Buffett no se calla la boca hablando con Coca-Cola. Como su empresa tiene invertidos más de 24 billones de acciones en Coca-Cola, el notas habla de la marca con calzador siempre que puede para aprovechar la influencia que tiene en los inversores.
Warren es un poco «Warro» vendiéndonos diabetes, pero qué queréis. Este señor con más años, sabiduría e influencia que Legolas sabe la marca personal que tiene.
El personal branding conecta un negocio con la persona que mueve los hilos en ese negocio, pero algo diferenciador que veo de los que crean marcas propias que lo petan, es que:
No intentan que su negocio se asocie a ellos, si no que lo hacen al revés. De algún modo crean su marca personal y de ahí salen sus negocios.
Dan Bilzerian
Si te digo Dan Bilzerian, lo conoces.
El millonario de cuna que cuelga fotos en Instagram con las 100 tías que se ha empotrado en su mansión ese último fin de semana, ¿a qué negocio lo asocias? a menos que «empotrar» sea un negocio del que todos quisiéramos ser los CEOs, no lo asociamos a ningún negocio.
La mayoría de mortales en vez de poder ser CEO nos hemos tenido que conformar con hacer algo de pasta haciendo SEO, para compensar ser FEO.
Pues adivinad qué. A parte de ser el CEO de la «empotración», Dan Bilzerian también es CEO de una empresa «de verdad» llamada Ignite que ha perdido más pasta que dignidad han perdido las chicas que este señor se ha zumbado.
Pero no importa.
No importa que Dan haya administrado como el culo su empresa, porque nadie se acordará. Nadie se acuerda de lo mal que va Ignite pero si se acuerdan de este tío. Que puede anunciar cualquier cosa por sus redes y el dinero le cae en la cuenta bancaria como culos le caen en su regazo.
Kim Kardashian
Si te digo Kim Kardashian, la conoces.
Hace un momento os decía que la marca personal era rezar para que en Google no salieran esos vídeo chungos que grabaste de escondidas. Pues las buena de Kim ha creado una marca que mueve millones fallando esta plegaria.
Se hizo famosa por vídeo privados (ahora ya públicos) zumbándose a un maromo y aunque la mayoría desearíamos nunca crear un personal branding de esta manera, la pava ahora tiene un net worth, un valor neto de más de 1.000 millones… una sola persona.
Buena suerte intentando replicar el método de Dan o Kim. Quizás sólo terminas con un nabo metido y teniéndote que dedicar a esto para otros el resto de tu vida.
Una marca personal que no se puede replicar. Nadie puede ser Dan o Kim.
Pau Ninja
Después hay don nadies como yo. Que aunque nunca estaremos al nivel de algunas personas y profesionales a los que admiramos (en mi caso, por ejemplo, pienso en otro calvo: Joe Rogan), hemos llegado a una especie de… Bueno. Yo la llamo «ligera relevancia temporal».
Podéis usar mi marca como ejemplo de lo que sería un primer peldaño. Un paso inicial necesario que tienes que dar en las escaleras que llevan a la cima de la marca personal.
Mi única intención de crear «Pau Ninja» como marca personal fue… dinero.
Antes tenía negocios que no sólo generaban ingresos pasivos y semi-pasivos. Otra cosa que generaban eran un estrés increíble. ¿Por qué? porque la estabilidad de ingresos era una ilusión.
Sí. Me hacía ilusión, pero me refiero a que era un espejismo.
Cualquier día Google o el programa de afiliados de X hubiera podido decir, «pues ahora cambiamos los algoritmos o las políticas y pasas a cobrar cero euros«.
Como más potente sea tu marca, más tranquilo puedes estar: al menos si hablamos de tranquilidad económica, claro. Porque como más cantidad de armas para atacar tengas, más posibilidades de que te dispares en el pie.
Tener una marca personal que arrastra audiencia es como dale la posibilidad a esa audiencia de que tenga accionistas de tu empresa.
Tu audiencia tiene stock, acciones de tu marca, tu empresa.
Si yo como «Pau Ninja» digo que algo que no gusta a la mayoría (rollo: me gusta la pizza con piña), y provoco hate (odio hacia esa marca), la audiencia virtualmente vendería sus acciones de mi marca personal en masa. «Pau Ninja» perdería la confianza que los lectores y oyentes habrían depositado inicialmente.
La analogía marca-bolsa también funciona al revés.
Si dices algo nuevo (rollo: que más te vale probar la pizza con aguacate que es la h0stia), o simplemente comunicas diferente, habrá más audiencia que «comprará» acciones. Que te empezará a seguir para ver que locurón vas a decir próximamente (o cómo lo vas a decir).
El «efecto Pau Ninja» es aún pequeño pero empiezo a ver porque en el sector marketing, se hace como Warren Buffett con la Coca-Cola y no se callan la boca con el maldito personal branding.
Por qué es importante la marca personal
La marca personal es importante para venderte a ti mismo. Ligando con una tía estás usando una marca personal. ¿Con tus amigos? dónde más la asociamos (donde sobretodo la asociamos) es como herramienta para generar dinero. A una marca personal profesional.
Más del 76% de millennials como yo (pero americanos) prefieren comprar un producto o servicio de alguien que tenga una marca personal. Alguien que siguen y está promocionando esa mi3rda.
Más del 70% de las empresas que contratan buscan las redes sociales de los candidatos, a ver si hay alguna p00lla por ahí rulando, y más del 40% miran las redes de sus trabajadores actuales.
Mi amigo Lobo Nómada fue policía durante más de una década y cuando los jefes del cuerpo de policía se enteraron que Adrián también era youtuber, no tuvieron reparo en empezarlo a presionar para que lo dejara.
Imaginaros si hubiera sido gigoló.
Mi amigo Raúl que es actor, me comentó que cuando en los castings se duda entre dos candidatos, siempre tirarán por el que tengan las redes sociales más grande.
Pero marca social no es sólo internet. En esto también entraremos.
George Clooney no tiene redes sociales, pero como su marca personal es una identidad en si misma… le sobran «los dineros» y los papeles en pelis.
Como tiene que mantener esta institución llamada George Clooney, puede (y tiene que) permitirse el lujo de decir NO a muchos proyectos. ¿Por qué? pues porque:
Como más fuerte y relevante es la marca personal, más pasta se hace, más te puedes permitir el lujo de decir NO, más se alimenta la marca. Porque tu putt4 cara sólo sale en proyectos top.
En cambio cuando dices que «sí» a todo… bueno. Terminas como Kim Kardasihian en su primera aparición: diciendo que sí a ser grabada en un vídeo de cuna.
Si no sales de ese bache, entras en una espiral opuesta a la del bueno de George: con una marca débil, ergo harás menos pasta, ergo más tendrás que decir SÍ a todo, y vuelta a empezar.
La espiral positiva de George Clooney va girando a más velocidad que las palpitaciones de los corazones a los que ha vuelto adictos a la cafeína con sus anuncios de Nespresso. El truco está en conocer cómo y sobretodo cuando es el momento de entrar en la espiral positiva.
Y no os flipéis, porque estos trucos serán un poco como la fórmula de la Coca-Cola. Una fórmula que Warren Buffett seguro que conoce… y nosotros también: buen marketing.
Cómo crear una marca personal exitosa
Podemos diseccionar lo que forma una marca personal exitosa porque todas tienen ciertos rasgos comunes. No importa si queremos ser actores sin redes sociales, influencers de Instagram o autores publicados. Necesitamos una marca personal fuerte.
Para ligar, o para ganar mucha pasta.
Independientemente de si programamos, escribimos, editamos o pintamos, nos podemos etiquetar como creadores o emprendedores del mundo digital.
Que suena muy bonito… pero difícilmente algo de lo que hagamos va a ser tan único que va a destacar de manera considerable por encima de los otros que hagan lo mismo.
La mayoría de temas y nichos están saturados.
Hay más cantidad de creadores que el mundo necesitaría. Pero esto no es necesariamente negativo.
Hace unas décadas atrás, el autor francés André Gide dijo que «todo ya se ha dicho, pero como nadie escucha, necesitamos ir volviendo atrás para volver a empezar».
O sea, que cada vez que volvemos atrás es una oportunidad para decirlo diferente.
Esta epifanía me vino en 2018, a la que me dio para publicar un tweet en el que decía que hay tres maneras de destacar:
- Ser el primero
- Ser el mejor
- Ser diferente
Así es como se crean las mejores marcas personales.
Ser el primero
De las tres maneras de sobresalir, la más sobrevalorada es la de «ser el primero».
Si ganas una carrera, una competición, sales en el top de una lista… si quedas primero en lo que sea: destacas. El problema hasta no hace muchos años había sido que cualquier idea que nos viniera:
- O alguien ya lo había pensado
- O si éramos los primeros era muy caro de crear y probar
Quizás fuera el motivo por el que el primero que lo pensó decidió no tomar acción: el coste.
Hoy todo esto es diferente porque cada pocos meses sale una tendencia nueva.
Ser el mejor
De las tres maneras que hay para hacer que una marca personal implacable, «ser el primero» es la más sobrevalorada y «ser el mejor» es la más admirada.
Todo el mundo quiere ser el mejor, pero sólo uno puede serlo. En cierta manera, ser el mejor, es también ser el primero. El primero que sobresale de todos los demás, porque si todo el mundo sobresale, nadie sobresale.
Pero fijaros en una cosa: ser el mejor no significa necesariamente ser parte de una lista de cientos de miles de candidatos.
Claro que esto es directamente proporcional a la retribución económica. Como más larga sea la lista de cantidatos a ser el mejor, más potencial de ganar pasta (y más competencia), pero un truco es saltar de lista en lista. Me refiero a que:
- Si quieres ser el mejor youtuber del mundo, estás compitiendo con todos los creadores de contenido de YouTube.
- Si quieres ser el mejor youtuber de habla hispana, la audiencia se reduce, también lo hace la competencia, pero es igualmente difícil.
- Si quieres ser el mejor youtuber sobre crear edificios hechos de LEGO en habla hispana, la competencia no sólo se reduce un montón, si no que ser el mejor en este campo es palpable.
Ser el primero o ser el mejor… y que además el mundo entero lo sepa, es una situación más alejada de la realidad que las posibilidades de arreglar mi relación con mi ex.
Hacerlo diferente
En cambio el tercer rasgo para petarlo con una marca personal, está totalmente infravalorado y para mí, es la manera más plausible: la diferenciación.
Una diferenciación que puede ser hipócrita (por suerte para nosotros), porque puedes coger la diferenciación de alguien que ya se ha diferenciado en otro sector, y copiarla en otro nicho o público.
También puedes crear tu propia diferenciación original.
Si tu manera de diferenciarse es propia tuya no sólo estás siendo diferente, también estás siendo el primero y el mejor. Porque nunca antes nadie se había diferenciado así (primero), y nadie lo va a hacer igual que tu (mejor).
Es lo que yo llamo expresivdad y ninjas de la vida, está totalmente infravalorada.
Que la mayoría de contenido o ideas no sean ni nueva ni únicas, no quiere decir que no haya nadie allí fuera esperando escuchar ese mensaje a tu manera.
Pau Ninja no ha inventado la rueda. La mayoría de información ya se ha dicho en algún momento de la historia. Pau Ninja como marca personal no destaca por la información que comparte, si no por cómo la cuenta.
Busca «independencia financiera» en Google o Twitter y dime cuántos tíos están allí contando, no como han conseguido, sino como van a conseguir que sus ahorros trabajen para ellos.
No hace falta ser muy avispado para deducir que el 99% de esta peña no sólo no tienen la independencia financiera mientras escriben del tema, sino que además no la conseguirán nunca.
Es como los que escriben artículos o hacen vídeos del tipo «cómo ser millonario». ¿Cómo me puede estar contando un mileurista los pasos para hacerse millonario?
Son los llamados vendehumos. Los vendedores de «aceite de serpiente» que se dice en Estados Unidos. Porque no tienes que venderme un curso para ser un vendehumos. Un vendehumos es el que vende que sabe más que los demás sin ningún tipo de credencial.
Por esto, que tu marca personal se asocie a hacerlo diferente es un soplo de aire fresco al resto.
Ser notablemente diferente
El problema es que claro, todos somos diferentes… por esto somos todos iguales.
Para que una marca personal tenga éxito, «hacerlo» diferente no es suficiente.
Muchas personas pueden «hacer». En cambio, pocas pueden «ser». Hacer algo diferente no es lo mismo que «ser diferente haciéndolo».
Porque «ser» significa vivirlo. Que en cada maldito poro de tu piel exprese que lo que estás haciendo no es sólo una acción trivial, por muy pequeña que sea, sino que además sea parte de ti.
Todo el mundo puede hacer un episodio de podcast o articulo de blog explicando qué es una marca personal y cómo potenciar la tuya. Pero nadie pude explicarlo como lo haces tú. Con tus experiencias, tus historias, lo que has vivido.
Todo el mundo puede hacer un vídeo pr0n enseñando el ne-pe en OnlyFans… pero nadie tiene la tuya ni se mueve como lo haces tu.
Las personas comunicamos distinto, por esto no hay un «mejor» o un «peor». Una «buena» o «mala» manera de expresarte. Es tu manera de expresarte que atraerá o no a la gente.
¿Cómo engancha tu marca personal? por tu manera de expresar y venderte. Fíjate que muchos de los que vivimos de comunicar, no somos (ni de lejos) buenos comunicadores.
- Yo tengo un acento catalán que no se me va.
- Muchas veces se me atascan las palabras que parezco disléxico.
Entonces, ¿por qué mi podcast tiene 2 millones de escuchas? por esta expresividad diferenciadora.
No por mi acento raro o porque me exprese mal, porque comparto mi cucharada a la vida. Una expresividad que además se podría potenciar si «somos diferentes». Por ejemplo utilizando:
- Un medio distinto.
- Una idea distinta.
- Una forma distinta.
Cuando digo «ser diferente» me refiero a hacer algo notablemente diferente.
No digo especial, único, mejor, increíble. Digo «notablemente» porque «notable» (una palabra que le encanta repetir a Iván Espinosa de los Monteros) tiene su raíz en la palabra latina «notare«, que significa marcar.
Por eso repito: menos marca personal… y más marcar al personal.
Hacerse notar no es fácil. Marcar, no es fácil. Intenta marcar el culo de un caballo con un hierro caliente y verás la h0stia que te llevas.
Con la marca personal pasa lo mismo.
Si intentas forzar esta marca (marcar a la peña), fácilmente te entrarán unas cuantas h0stias psicológicas cuando los haters, la gente sin vida social insultando en redes te empiece a decir como tu marca es… simplemente mediocre.
Pasos para crear una marca personal en internet
Si nos fijamos en las marcas personales que más lo han petado saliendo de la nada (Ibai, ElXokas… Juan Ramon Rallo), vemos que todos tienen unos rasgos comunes:
- Potencian una curiosidad personal.
- Aportan a su audiencia.
- No son vendedores pesados. (Se) venden de manera orgánica.
- Los recordamos por algo.
- Algunos tienen una relación íntima audiencia-creador. Si no es por explicar historias personales, es por su carácter específico, como si fueran un amigo que hablarías por whatsapp, o un profesional del que contactarías antes que nadie.
- No caerán bien a todo el mundo. Son para un tipo de audiencia. O te gustan o no te gustan, pero no intentan gustar a todo Dios.
Con estos rasgos ya vemos que ser el primero, ser el mejor, o ser notablemente diferente tiene todo el sentido del mundo, pero no es lo único que hace falta en la sopa para que salga memorable.
Podemos empezar respondiendo cuatro preguntas principales antes de pasar a ser aún más específicos:
Pregunta | Mi respuesta |
¿Quien soy realmente? (profesionalmente y personalmente) | Soy un multipotencial. Alguien que ha aceptado que no se puede dedicar a una sola cosa, por eso me dedico a divulgar y compartir lo que voy aprendiendo. |
¿Qué legitimiza mi historia? | Mi experiencia personal. La mamá pájaro tiene que cazar antes de darle la comida masticada a sus crías. |
¿Por qué hago lo que hago? es decir: ¿qué fuerza dirige mi trabajo? | Por la expresividad y el propósito. Me encanta hablar por el micro, escuchar mi voz y esto me ayuda a seguir aprendiendo constantemente. No sólo esto, si no que además me permite hacerlo de una forma que nadie más puede hacerlo. A mi manera (expresividad). |
¿De qué sirve a los demás que lo hago? | Entretenimiento, inspiración y conocimiento. Si me leo un libro entero y no sólo lo resumo en 20 minutos sino que además doy mi opinión y lo relaciono con mi vida, esto transmite aprendizajes que te puedes tomar al pie de la letra o entretenerte a ver cómo vive alguien para inspirarte tú. |
Tener claro quien es nuestra marca es un primer paso, y ojalá fuera tan fácil como responder a estas cuatro cosas y puff…. se convirtió en Chocapic de la marca personal. Vamos a indagar más.
Encontrar tu área de experiencia
¿Qué separa al novato de un líder en cualquier sector? pues un muro. Una barrera invisible que Rory Vaden llamó el Muro de Sheahan (Sheahan’s Wall).
Al un lado del Muro de Sheahan está el novato. Al otro lado, está el líder, experto o influencer del sector.
La mayoría de novatos intentan romper esta barrera con todo lo que tienen: creando canales de YouTube, de Twitch, Instagram, Blog, etc. Tirando todas la mi3rda que pueden a ver qué se engancha. ¿Y que sucede? que en vez de romper el muro, esos esfuerzos rebotan de vuelta. ¿Por qué? pues porque…
El enfoque diluido produce resultados diluidos.
Sólo cuando los rayos de sol están agrupados en una lupa se crea fuego. De lo contrario el mundo estaría ardiendo todo el rato.
Para romper el Muro de Sheahan necesitamos encontrar nuestra lupa, y la mayoría empezará a preguntarse, ¿en qué área me desarrollo mejor? ¿dónde puedo solucionar problemas para los demás?
Estas preguntan están bien… nos sirven para encontrar nuestro nicho, pero yo iría un paso más allá. No sólo encontrar el nicho, sin otambién encontrar el medio. Un solo medio.
Juntando nicho y medio podemos encontrar la parte de la barrera en la que centrar toda nuestra atención. Ahí es cuando todo el ruido de los alrededores desaparece. Ahí es cuando veremos una pequeña apertura en el muro que se empieza a abrir.
Usadme como ejemplo. Mi nicho es «todo». Todo o que me mola. Ser un multipotencial: un aprendiz de todo, maestro de nada… pero no fue hasta que me centré en un medio: el audio, el podcast, que rompí el Muro de Sheahan.
¿Qué más?
No pedir disculpas
Una palabra que se vende mucho en el marketing de contenidos y la marca personal es ·»autenticidad», que si me preguntáis a mí creo que se ha pr0stituido mucho.
La autenticidad es otra palabra para ser genuino, real y verdadero, pero no deja de ser otra palabra que muchos gurús del marketing venden como si fuera la panacea de la marca personal… y no lo es.
¿Cuantas personas hay allí fuera que tienen una marca personal de la h0stia por no ser auténticos? ¿por… (por ejemplo) actuar?
- Todos los actores (lógico)
- Montones de YouTubers
- Escritores
- Hasta Donald Trump no creo que sea auténtico del todo
A la mi3rda la autenticidad. En vez de esto lo que queremos es ser, lo que se llama en inglés unapologetic, que se traduce a «sin pedir disculpas».
No pedir perdón a nadie por hacer lo que haces y cómo quieras hacerlo. No pedir disculpas por ser quien eres, o incluso por pretender ser como estás actuando.
El mundo está llena de gente políticamente correcta. El soplo de aire fresco, eso que comentábamos de «ser notablemente diferente» ya nos hace desbancar si somos unapologetic.
Priorizar la reputación
En vez de pensar tanto en marca personal, pensemos en reputación. En mérito.
La reputación se construye con confianza y la marca personal es la marmita de poción mágica: si añadimos confianza, se multiplica.
- Confiamos en las personas que creemos conocer, porque así hay menos inseguridad.
- Confiamos más en las personas cuando las podemos ver, aprender de ellas o nos entretienen.
- Confiamos más en El Rubius que en un desconocido de la calle. ¿Por qué? porque lo hemos visto en montones de ocasiones. Nuestro cerebro nos hace creer que lo conocemos.
Puedes ser el mejor camello del mundo, pero si no te conozco no pienso comprarte tu chusta.
¿Que eres el mejor especulador en cripto? bien por ti, pero no me mandes mensajes en insta porque ni te conozco, ni puedo ver tus ganancias, que es precisamente donde está la fórmula de la reputación:
Reputación = resultados X alcance
Por eso los que enseñan sus ganancias de la forma más transparente posible, suben como la espuma.
Están aumentando su reputación porque están enseñando resultados demostrando haber pasado el Muro de Sheahan como expertos. Esto les hace llegar aún a más personas > esto hace multiplicar la confianza > esto les lleva a la reputación.
Ser consistente
Ser consistente es otro pilar, pero no me refiero a «consistencia» de publicar cosas cada día… no. Me refiero en la consistencia de tu marca.
Había un chaval en youtube que hacía vídeos de fitness (fitnessboy o algo así). Consiguió un montón de audiencia pero al cabo de un tiempo cambió radicalmente su nicho. De fitness a… desarrollo personal. Del rollo: te vendo este curso de 3.000€ y te explico como petarlo en la vida.
Y no te lo pierdas porque después volvió a pivotar. De desarrollo personal a… ¡las criptomonedas!
Ninjas de la vida, no podemos ser experto en todo.
Para desarrollar una marca personal, no puedes ir pivotando cada dos por tres. Casi que una mejor idea sería empezar de cero otro proyecto paralelo. Porque todos tenemos el derecho de cansarnos de lo que hacemos y virar en la vida, pero no intentes arrastrar tu audiencia contigo.
¿Por qué?
Te siguen porque te has ganado su confianza. Si vas de experto en todo, esta confianza se pierde a la par que tu reputación. Demuestras que no sabes exactamente lo que quieres ni quien eres, y si no sabes quien eres, ¿cómo van a confiar los demás en ti que basan su confianza en conocerte?
«Pero Pau, ¿no tocas tu mil temas?» totalmente. Es que este es mi nicho: la mediocridad. El aprendizaje. Aprendiz de todo, maestro de nada. Multipotencial. Disperso de mi3rda. Llámalo como quieras.
Cómo crear una marca personal en redes sociales
Fijaros en algo.
En todos los ejemplos, hemos mencionado a las redes sociales porque es como la punta del iceberg de la marca personal, pero también puedes tener una pedazo de marca personal sin redes sociales.
Las redes no dejan de ser otro medio. Igual que escribir en boletines, blogs, hacer vídeos o hacer audios.
Eso sí. Que un don nadie intentara crear una marca personal de cero, no sin redes sociales, sino sin internet sí que sería un locurón.
No es que sea imposible crear una buena reputación sin internet, pero a menos que seas un guaperas millonetis como Brad Pitt que no las necesita para nada, o no sepas crear drama como Belén Esteban, internet es como los esteroides de la marca personal.
Todo Dios se puede meter esteroides, pero si no sabes lo que estás haciendo en el gimnasio, si no tienes unas bases, no te servirá de nada hacer trampas.
Plataforma | Cuando usar |
Instagram (y TikTok) ![]() |
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Facebook![]() |
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Twitter![]() |
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YouTube![]() |
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Linkedin![]() |
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A mí me da una pereza enorme tener perfiles en las redes como si fuera un pollo en un mercado de carne. Siempre he dicho que si no creara contenido sólo tendría Whatsapp, pero oye, son los esteroides. Multiplicadores.
Si eres creador, es lo que toca.
El problema es que si todos nos metemos esteroides, nada destaca. Pero hay montones de chusta que te puedes inyectar, y entrenar mejor o peor. Esto serían las buenas prácticas de las redes.
Socializa menos para crear más
Lo primero que diré es interactuar menos y crear más.
Ese proyecto que hiciste es tu marca personal. Ese vídeo es tu marca personal. Ese texto es tu marca personal. Esas fotos son tu marca personal.
Lo que no es tu marca personal es pasar todo el rato en redes sociales y encima pasar ese rato comentándolo todo en vez de crear.
Hay creadores de contenido, y hay consumidores de contenido.
Comparte contenido de los demás
Cuando digo crear contenido, no me refiero necesariamente a que sea 100% original.
Una buena idea es empezar compartiendo creaciones de los demás. Compartir mi3rda que te haya impactado y dar tu opinión de ello. Puedes utilizar el Principio de Pareto mismo: 80% compartiendo cosas ya creadas dando tu punto de vista y 20% creando de cero.
Al contrario de lo que se piensa, la marca personal no se trata de ti. Se tata de poner tu sello en lo que estás aportando a una audiencia.
Lo que consideramos buen contenido es lo que genera una buena conversación, y buena conversación es el propósito de tener un perfil social profesional.
Centrarte en descripción, imágenes y creatividad
Otro propósito que se usa en las redes es consumir contenido rápido.
No puedes pretender colgar un episodio de 1 hora de podcast en Instagram, donde lo que se consumen son stories y reels de 15 segundos.
Lo que hacemos con mi editor de vídeo (hola Juan) es poner sneak peaks, pequeños cortes con subtítulos animados para que llamen la atención para captar audiencia de Instagram, que potencialmente también escucha podcast más tranquilamente cuando saca a pasear el perro o los hijos.
No olvidarse de usar vídeos
Las fotos enseñando el culete están bien, pero ¿qué es mejor que una foto de un culete? ¿dos culetes? no. Un vídeo de un culete. Y aún mejor un vídeo de dos culetes. Un vídeo de dos culetes es incluso mejor que dos vídeo de un culete.
A o que me refiero es que el vídeo es a donde va todo. A los usuarios de las redes sociales hoy en día les da cada vez más palo leer. O al menos les da palo en el momento en el que consumen contenido en redes. Están ahí para no pensar. Para no aburrirse.
Vamos, que el mejor formato es vídeo sí o sí. Pero sólo en las redes que están hechas para esto. Instagram o Facebook.
Si te vas a Linkedin, allí no todo es mucho más profesional, sino que también se lleva un formato más de lectura.
Ser consistente en las publicaciones
Ante habíamos hablado de la «consistencia» de la marca, y como no, si hablamos de redes toca hablar de consistencia de publicaciones.
Porque nadie sabe cuando una publicación ser hará viral necesitamos seguir publicando. ¿Cuando tiene más sentido hacerlo? lógicamente cuando hay más gente conectada.
A más gente conectada, más posibilidades de que interactúen con nuestra publicación y que eso guste a los dioses de los algoritmos.
Aprender a utilizar los hashtags
Los hashtags son un truco para llegar a los sectores más específicos. Más nichos.
Encontramos dos tipos de hashtags: micro y macro. Por ejemplo #zapatillas sería macro, y #zapatillasminimalistasSuecia sería micro. No hay más misterio.
Etiquetar localizaciones
Instagram está beneficiando a la localidad, que no es la locura de la loca de tu pueblo, si no al pueblo en si.
Si organizas un bootcamp de cómo aprender a atar los cordones para niños en Uppsala, Suecia, pues etiqueta el sitio. Y como más concreto mejor, así más posibilidades de aparecer bien arriba.
Es una estrategia largoplacista, pero ayudará a ser reconocido en los lugares físicos donde frecuentemos. Por eso me conocen en el s3x-shop de mi pueblo.
Utilizar las promociones cruzadas
Como la cosa va de marca personal de ropa, si tu vendes cordones y yo zapatos de cuero, podemos colaborar para promocionarnos de forma cruzada.
Lo más probable es que nuestras audiencias se solapen así que es un buen truco.
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Al menos mientras puedas y explotes siguiendo estos maravillosos consejos.
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