Si le digo a cualquier persona que mi dieta se basa en carne exclusivamente, aceptan bastante bien la cantidad de carne que me estoy comiendo.
El shock viene cuando su cabeza tiene que procesar que no estoy comiendo ni verduras ni frutas.
Si los consejos dietarios y la pirámide nutricional no fueran basados en falacias para favorecer intereses económicos (o en otras palabras: si fueran ciertos), significaría que tendría que estar hospitalizado por falta de vitaminas y minerales desde hace meses.

Foto: la representación de falacias y mitos basadas en enriquecer una industria.
Pero…
Resulta que estoy más sano que nunca.
¿Cómo puede ser que durante los 6 años que fui cambiando de dietas vegetarianas a veganas estuviera más malnutrido por mucho que calculara mis micronutrientes al milímetro?
¿No se suponía que la fruta y la verdura es la representación de una dieta sana? ¿que teníamos que comer al menos 5 porciones de verduras y frutas al día?
Pues bien. Este consejo nutricional está completamente inventado y no tiene ninguna ciencia detrás.
Una afirmación/consejo que salió de una reunión en California en la década de los 90. Entre los miembros de ese meeting había miembros del Instituto Nacional Estadounidense del Cáncer (ANCI), algunas fundaciones más y 25 empresas del monocultivo.
En el encuentro no había un solo nutricionista o científico y los temas que se discutieron allí no fueron de salud sino de logística.
Ese mismo año, la misma ANCI empezó el estudio sobre el cáncer de The European Prospective Investigation y 30 años después publicaron los resultados.
En el mismo extracto se dice: «La posibilidad de que las frutas y verduras puedan ayudar a reducir el riesgo de cáncer se ha estudiado durante más de 30 años, pero no se han establecido firmemente efectos protectores.»
Esta es la verdad oscura que os quería decir hoy. O debería decir.. una «verdura» oscura.
Niños que no comen frutas ni verduras
Desde pequeños nos han forzado a comernos las verduras. Por alguna extraña razón cerrábamos la boca cuando a muchos de nosotros nos ponían delante una cuchara de puré verde.
¿Por qué creéis que se inventó el jueguecito de hacer que la cuchara es un avión?
Resulta que esta «extraña razón» no es tan «extraña».
Con el primer toque de sabor en la lengua el bebé repudia la verdura. ¿Por qué? es una cuestión de instintos. De instintos relacionados con palatabilidad y saciedad.
La palatabilidad según la RAE es como de grato al paladar es un sabor. Una sensación que existe para que nuestro cuerpo sepa qué quiere comer y qué no. Que resulta ser qué necesitamos comer y qué no.
«Pero un momento Pau, el azúcar es malo y siempre queremos comer más». Esto es porque es escaso en la naturaleza. En ningún contexto natural podrías empaparte de alimentos altos en azúcar más de 1 día seguido y en el caso de poder, sería beneficioso porque te lo guardarías en las cartucheras para los días que no tuvieras comida.
Por eso el azúcar sube la insulina y tiene esta respuesta en el cuerpo. Por esto es adictivo. Por eso queremos más.
Fijaros que cuando estamos en pañales y la lógica es un arte que nos queda a años luz, la reacción a las cosas es instinto básico puro. Reaccionar a la oscuridad, al movimiento, a los sonidos…
¿El instinto más básico de supervivencia de un bebé? lógicamente la comida. Por esto sabe agarrarse a la tetta y succionar hasta que sale leche materna.
Crecemos un tiempo con estos instintos intactos y los padres empiezan a introducir alimentos vegetales. Algunos se pasan y sólo dan comida vegana a sus hijos y ¿qué sucede? pues que los padres terminan en prisión por haber matado a los peques.
Así de hardcore.
Los que no están locos intentan dar una dieta «equilibrada» a los peques. Una palabra que se confunde por «equilibrio de tipos de comida» cuando en verdad debería ser «equilibro de vitaminas y minerales».
He usado algunas herramientas de marketing y he visto que hay unas cuantas búsquedas mensuales de padres que preguntan a Google «por qué mi bebé no come verduras» o «cómo hacer que mi bebé se coma las verduras».
Por casualidades de la vida… ningún padre parece tener problemas para que su bebé coma carne.
¿Casualidades? ¿o instinto?
Si el instinto básico humana fuera comer verduras, ¿por qué el ser más indefenso y con los instintos más puros repudia las verduras?
Cuanto ADN compartimos con los monos
Cuando pensamos en una dieta sana, lo primero que nos viene a la mente es un plato colorido. Lleno de frutas y verduras. Como más variado mejor, así (en teoría) suplimos todas las vitaminas más importantes, ¿verdad?
Pues no.
Este plato sería la imagen que nos tendría que venir a la mente si fuéramos un chimpancé. Un animal que no somos por mucho que nos empeñemos a compararlos con nosotros por cierto parecido genético.
Tal vez será un shock para algunos pero, ¿por qué comes como un maldito chimpancé si no lo eres?
Según el Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano nos parecemos en un 99% pero… sólo en la secuencia de ADN que entre los 2 genomas compartimos.
No en todo el jodido ADN.
Un «pequeñito» detalle que los veganos se olvidan de mencionar. Igual que tampoco se menciona que el genoma de los ratones es 95% similar al nuestro.
Supongo que decir que estamos hechos para vivir en una carrera de la rata no debe sonar tan bonito como tener una excusa para tocarte en público alegando que «bueno… es que casi somos chimpancés».
¿Y si en vez de un roedor o herbívoro pudiéramos comparar nuestra manera de comer con alguien que se parezca aún más a nosotros?
Pues buenas noticias, porque si podemos.
Aún teníamos más parecidos a los neandertales. Primates aún más carnívoros que los lobos y las hienas como la evidencia ha demostrado (#194).
¿Es de extrañar entonces que personalmente haya eliminado toda planta de mi dieta?
Consecuencias de comer mucha carne roja
Cuando listé los alimentos más sanos que podemos incorporar en nuestro menú semanal (#217), pudimos ver que (menos el agua de mar) todos eran productos de origen animal.
Quizás por nuestro pasado carnívoro, el cuerpo absorbe los productos animales como si fueran una esponja. Por eso decimos que los alimentos animales para el cuerpo humano están mucho más biodisponibles.
¿Por qué os creéis que los veganos van tanto al WC? no solo es la cantidad de fibra que se meten, sino también todos los residuos que el cuerpo no puede absorber.
Desde que empecé a basar mi dieta en carne de pasto de calidad, mis disposiciones también se han vuelto más pequeñas. Como si el cuerpo tuviera menos a expulsar.
¿Ha sido porque absorbe bien la carne? ¿o porque no tiene tanto residuo a expulsar?
Si hipotéticamente comiéramos sólo lo que hay en esa lista de los alimentos más sanos del mundo, terminamos con unos platos que incluyen hígado, hueva, mariscos, huevo y carne roja haciendo que las deficiencias nutricionales que podamos tener sean virtualmente cero.
Es decir, que no nos faltaría de nada.
Ni hierro, ni vitaminas liposolubles, ni DHA para el cerebro…
Entonces, ¿por qué cuando pensamos en algo sano nos viene a la mente una ensalada o un plato con montones de verduras? ¿no es una contradicción?
A nadie en su sano juicio se le ocurriría comer sólo ensalada a diario.
Consecuencias de no comer verduras
Os confieso que me costó hacer el cambio de chip, sacarme la venda de los ojos y dejar de comer verduras y frutas durante meses cuando me pasé a la carnívora.
Lo que me ayudó a ponerlo en perspectiva fue, como acostumbro a hacer: la vista de pájaro. Ese zoom out.
Apoyo a la industria local
Cuando me alejé con la lupa pude ver la motivación principal que mueve la agenda de las plantas como «sanas» en comparación con la industria de carne de pasto local.
Sabéis cuál es esta motivación, ¿no? Es la de siempre: el dinero.
Producto | Valoración de la industria |
Abonos para nutrir el suelo | $ 200 mil millones |
Insecticidas | $ 215,2 mil millones |
Maquinaria para cosechar | $ 94,5 mil millones |
Fábricas para almacenar y procesar | $ 2,4 billones |
Plástico para empaquetar | $ 412 mil millones |
Sistemas de transporte para importación/exportación | $ 160 mil millones |
Electricidad, agua, etc. | El mayor contribuyente a las emisiones globales |
Ahora comparémoslo con la carne de pasto local. El alimento que nos aporta absolutamente todas las vitaminas que necesitamos como humanos para estar sanos si comemos el animal «de la nariz a la cola».
- Espacio para alimentar los animales.
- Cero pesticidas o fertilizantes.
- Sin a penas maquinaria.
- Muy pocas fábricas y unidades de procesamiento.
- Menos necesidad de transporte y energía.
- Más salud humana lo que se traduce en menos gasto en sanidad.
A nivel anecdótico que se lo digan a los habitantes de Hong Kong. El país que más carne consume, con esperanza de vida más alta del mundo y de los que gasta menos en sanidad.
No seamos hipócritas porque correlación no significa causalidad, pero todos podemos hipotetizar, y cuando vemos los porcentajes de vitaminas que son absorbidas por el cuerpo si vienen de animales o plantas, lo vemos más claro.
Más biodisponibilidad
Las formas de vitaminas y minerales que hay en las plantas ocurren de formas distintas que en las fuentes animales. Lo que es más importante entender es que:
Las plantas no tienen vitaminas liposolubles que son esenciales para la vida humana. Sólo están presentes en fuentes animales.
No sólo esto sino que encima necesitamos grasas para absorber estas vitaminas.
¿Y cuál es la única fuente de grasas saturadas biodisponibles? fuentes animales presentes en casi el 100% de todas las regiones del mundo durante todas las estaciones del año.
No importa si es invierno o verano que siempre hay animales por alrededor.
¿Es casualidad que el vegano medio sólo dure unos 2-3 años como máximo en la dieta vegana?
En una dieta basada en plantas no hay presencia de vitaminas liposolubles ni absorción y encima todos los minerales tienden a estar atados a antinutrientes como fitatos o oxalatos como hemos visto en el caso de las espinacas.
Básicamente inhibidores de minerales.
En papel sale todo muy bonito. Hipotéticamente tienes un 20% de calcio recomendado en esta bolsa de espinacas pero el cuerpo aprovechará un 0%. Esto sin olvidar que sin vitamina K2 el cuerpo no metaboliza el calcio.
Para evitar esto hay que pasar un proceso de preparación del grano que vayamos a comer y la mayoría de veces no se hace. No se pasa este proceso.
En los grupos indígenas que consumían grano sin pasarlo por un proceso de preparación correcto, tenían deficiencias nutricionales, caries y dientes inservibles, problemas de huesos, y enfermedades cardiovasculares.
Nos hacemos a la idea.
Mejor absorción
Pero centrémonos por un momento en esta ironía en la que, para que se puedan absorber los nutrientes de una planta se necesitan grasas, y la única manera fuente para obtener grasas en la naturaleza en cualquier parte del mundo los 365 días del año es… fuentes animales.
Si lo pensamos detenidamente, la lista de alimentos más sanos del mundo son de fuentes animal porque también incluyen grasas esenciales precisamente para absorberlos mejor.
En el propio alimento.
Y si necesitamos grasas animales para absorber los micronutrientes menos absorbibles, entonces… ¿por qué necesitamos plantas?
Además, ¿por qué pensáis la verdura no tiene palatabilidad por sí sola? ¿por qué tenemos que combinarla con otra verdura y hacer platos tipo ensaladas o acompañarla con algo? ¿en qué contexto de la naturaleza un animal tendría acceso a varios tipos de plantas comestibles en abundancia para poderlas mezclar y crear una palatabilidad artificial?
No tener estreñimiento
Muchos dicen comer plantas en nombre de la fibra, y aunque nadie niega el conocimiento general de que la fibra no se digiere y ayuda a ir al baño, basar una dieta en plantas acostumbra a significar bastante fibra.
Y esto… es malo.
De hecho es la causa de muchos estreñimientos.
La ironía es que hay cero evidencia de que la fibra ayude al estreñimiento como tal, sólo de que ayuda a hacer la cacota más grande y a empujarla para que salga. Un estudio puso a 3 dietas distintas, a 63 pacientes con estreñimiento:
- Alta de fibra
- Baja de fibra
- Cero fibra
El resumen es que el único grupo que pudo «liberarse» del estreñimiento fue el grupo con una dieta de cero fibra.
Muchos confunden el tamaño de la caca, que se agranda con la fibra, con el hecho de «ir bien» para el estreñimiento, pero no es lo mismo. Como decía el doctor Paul Mason, eso es como querer intentar solucionar un atasco de tráfico metiendo ahí más coches.
Lo bueno con la falacia de la fibra es que uno lo puede probar en su casa y en cuestión de una semanas veremos lo que sirve y lo que no.
Me acuerdo de meterme semillas de chía a diestro y siniesto y tener literalmente un tapón en el culo.
Cambios en la microbiota
A parte de lo que queremos fuera del cuerpo, hay otras cosas que si nos preocupan que estén dentro.
Un estudio de 2014 puso algunas personas sanas a una dieta basada en animales y lo que encontraron… bueno, tampoco es que sorprenda mucho.
En menos de 48 horas hubo cambios significativos de la microbiota, los bichitos que tenemos dentro nuestro. ¿Qué cambios? pues menos diversidad.
Aumentaron los organismos que eran tolerantes a la bilis y a comer más grasa, y bajaron el número de bichitos que metabolizan las fibras vegetales.
«¿Un momento Pau, ¿pero no queríamos el máximo de balance y diversidad en la microbiota?»
Sabemos que nuestra microbiota se adapta a lo que comemos, y cambia rapidísimo. Siempre se nos ha dicho que queremos diversidad de estos bichitos pero… tampoco está basado en nada.
Tengo la sensación que a las instituciones públicas les cuesta decir «no sé» o «tenemos que investigarlo más» y dicen lo más políticamente correcto cuando no saben algo. El mundo de la microbiota es un mundo muy nuevo al que a penas hace un tiempo que se le ha empezado a prestar atención seria.
Pues fue precisamente en un estudio que se hizo en Valencia que encontró evidencia de que la diversidad en la microbiota puede afectar negativamente a la salud.
Entonces, ¿a quien creemos? ¿a los científicos que dicen que queremos diversidad? ¿a estos científicos españoles que dicen que tener microbiota diversa no es sano?
Como siempre la responsabilidad es de cada uno. A cada uno nos tocadecidir si creer lo que dicen los libros de nutrición, el calvo desenfadado o el naturalista del barrio…
Yo no haría caso a ninguno más que a mi experiencia e instintos. Aunque entiendo que el tema de las plantas choca bastante. Al menos hasta que te lees la teoría dos veces.
Pero aún nos queda una cosa por tocar… que puedo predecir que ha estado en vuestra cabeza desde el inicio.
No comer fruta
Actualización: actualmente estoy experimentando si existen beneficios de la fruta en mi dieta de carne.
Ah… la bendita fruta de la que pensabais que no hablaría después de tanto criticar a la verdura, ¿no?
¿Cuál es la consecuencia de no comer fruta? pues al igual que las verduras: absolutamente ninguna. Siempre y cuando tengamos suficientes vitaminas y minerales de otras fuentes no nos pasará nada por no comer fruta o verduras.
Es más, las frutas tampoco tienen grasas para absorber las vitaminas liposolubles. Las vitaminas esenciales para la vida humana.
Y sé que acabas de pensar en el aguacate, pero a menos que te tomes 1001 aguacates todos los meses del año… ¿Suena esto a dieta natural? mirémoslo de cerca y de lejos a la vez.
Una pieza de fruta ha sido biológicamente creada con un solo propósito: convencernos de que nos la comamos.
Si el árbol frutal es capaz de convencernos de que nos comamos la fruta y caguemos sus semillas, podremos decir que se ha reproducido con éxito.
La función de la semilla de la fruta es sobrevivir a nuestro proceso digestivo y terminar rodeada de excremento que junto con el suelo le servirá de abono para crecer. Ergo se habrá reproducido con éxito.
Es similar a un huevo. Tenemos la clara que nutre la yema. En este caso la cacota nutriría la semilla.
¿Por qué os pensáis que las semillas son altas en fibra y altas en antinutrientes? para sobrevivir al sistema digestivo.
Tampoco es casualidad que la mayoría de fruta sea dulce. Los árboles frutales diseñan las frutas para que sean lo más adictivas posible y comamos el máximo posible. Esto no la convierte en buenas para la salud.
Y menos en un contexto donde podemos comer fruta cada día. Algo que no sucedería en la naturaleza.
Hablando de aberraciones, tampoco podemos obviar que la fruta actual también ha sufrido montones de modificaciones genéticas para hacerla aún más dulce y apetecible. No sólo es el árbol que le interesa. También a los comerciantes, claro. Así nos la pueden ofrecer todo el año en todos los supermercado.
Raro sería el indígena moderno o el antepasado que tuviera acceso ilimitado a arándanos (por ejemplo). Si sólo comes arándanos te garantizo que morirás de hambre y malnutrición.
Tan simple como esto.
Os reto a buscar algún frugívoro en YouTube. Alguna de estas personas que sólo comen fruta. Son un maldito cadáver andante. Tienen cuerpos de malnutrición total.
Pensad que los músculos son la única arma biológica que la naturaleza nos dio para cazar en grupo. Un protocolo que los degrada nos da una pista de que no va muy en línea con un cuerpo saludable.
Todos estos veganos y frugívoros se meten unas cantidades de azúcar increíble. Ellos dicen que es de «fuentes naturales» y no pasa nada, pero lo dicen porque no entienden qué pasa en su interior.
El azúcar de la fruta viene en forma de fructosa porque es el sistema que tiene el árbol frutal de crear un producto para que el depredador se lo coma en los volúmenes más grandes posibles. Como más coma, más probabilidad de reproducirse.
¿Y cuál es este sistema?
En vez de contener el azúcar tal cual, lo tiene en forma de fructosa para que nuestros cuerpos no eleven las señales hormonales de la saciedad y así no queramos dejar de comer.
Por esto la fruta no es saciante. Por esto los frugívoro comen cada hora y media. Porque se llenan físicamente pero no quedan saciados. No hay señales hormonales de saciedad.
Podemos comer muchísimas más fruta que carne porque es lo que el árbol quiere. ¿Es natural? sí. ¿Esto significa que sea bueno? ni mucho menos.
Lo creamos o no, para un árbol frutal la presa somos nosotros.
En un contexto de supervivencia en la naturaleza el acceso a fruta sería muy limitado. Tanto geográficamente como en sólo unas pocas semanas al año.
Pero aquí estamos zampando smoothies de fruta sin ningún puttto sentido.
Si es verdad que dentro de todos los males, comer algo de fruta de verano o temporada muy de vez en cuando puede tener sentido y no pasa nada. Pero, ¿es necesario nutricionalmente? no.
Para qué sirven los antioxidantes de las plantas
Se nos dice que todos los antinutrientes de las plantas están ahí para tener efecto antioxidante para el cuerpo humano, pero ¿es así? ¿o es otra de esas conclusiones para hacer como que entendemos algo y no poder aceptar decir que no lo sabemos?
Lo más probable es que los antioxidantes actúen tipo toxinas y nuestros cuerpos reaccionen a ellas como lo que son: toxinas.
Esto en sí mismo no sería perjudicial pero no se alinea (para nada) en esta narrativa de que las plantas son absolutamente necesarias en una dieta perfecta.
Por ejemplo podría pasar perfectamente que al consumir la fruta con sus polifenólicos y flavonoides, haya un efecto de sinergía con la fructosa que module los niveles de ácido úrico y que por eso si la consumimos en mucha moderación hay cierta capacidad antioxidante.
Pero esto no deja de ser una hipótesis porque la evidencia de los antioxidantes es muy turbia.
Por ejemplo se analizó la ingesta de un grupo de afroamericanos. Una ingesta realmente baja en antioxidantes, al menos en comparación con la dieta de occidente. Lo que vieron es que los niveles de daño oxidativo en su ADN era menor por no haber ingerido antioxidantes.
En otro estudio pudimos ver cómo los participantes no consumieron ni frutas ni verduras durante 10 semanas y ¿qué pasó? lo mismo: disminución del daño oxidativo al ADN.
No hace falta ser un David Sinclair para entender que el daño en el ADN se traduce en rápido menos longevidad o a envejecer más.
Hormesis
Eso iría en contra de la hipótesis de la hormesis. La hormesis es la definición literal de «lo que no te mata te hace más fuerte».
Esta teoría defiende que esta gotita que yo llamo veneno, en verdad te está haciendo más fuerte a estos pesticidas naturales de las plantas.
En fisiología humana, hay ejemplos de hormesis molecular y hay ejemplos de hormesis ambiental. Los ambientales son cosas como el ejercicio, el calor, el frío y la luz solar.
Haciendo ejercicio, estresamos el cuerpo, estamos cansados pero después nos recuperamos y somos un poco más fuerte. Como cuando Goku casi lo matan y si sobrevive ahora es más fuerte.
Así que la gente se come plantas pensando en esta hormesis, en los «antioxidantes» que en realidad estamos hablando de la capacidad de lidiar con el estrés oxidativo, entonces es cuando el cuerpo produce más glutatión que es la «policía molecular» del cuerpo humano que controla los radicales libres.
Pero la «hormesis» comiendo plantas no deja de ser una hipótesis.
¿Es necesario envenenarse un poquito cada día? ¿nos volverá este veneno más fuerte y más resistente a él? ¿o estamos haciendo los parguelas envenenándonos poco a poco y encontrándonos cada vez peor?
O si quieres ser más específico:Mentiras nutricionales
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